MORE THAN ONE hundred of Prabhupāda’s disciples and followers are in the lobby of the International Terminal of Boston’s Logan Airport. Kīrtanānanda Svāmī has come from New Vrindaban with a truckload of devotees. The devotees from New York are here with a large banner: NEW YORK ISKCON WELCOMES SRILA PRABHUPADA. Most of the devotees wear heavy coats over their dhotīs and sārīs and are chanting Hare Kṛṣṇa; some play drums and cymbals. A few babies and children are present. Waiting passengers can only watch, startled.
MÁS DE 100 discípulos y seguidores de Prabhupāda están en el vestíbulo de la Terminal Internacional del Aeropuerto Logan de Boston. Kīrtanānanda Svāmī vino de Nueva Vrindaban con un camión lleno de devotos. Los devotos de Nueva York están aquí con una gran pancarta: ISKCON NUEVA YORK DA LA BIENVENIDA A SRILA PRABHUPADA. La mayoría de los devotos usan abrigos gruesos sobre sus dhotīs y sārīs y cantan Hare Kṛṣṇa; unos tocan tambores y címbalos. Algunos bebés y niños están presentes. Los pasajeros que esperan solo pueden mirar, asombrados.
Prabhupāda’s plane is late, and the devotees continue chanting, often leaping into the air with outstretched arms. They haven’t seen Prabhupāda in a long time, and they are waiting, expecting to see him at any moment. Oblivious of the proprieties of being in public, the devotees chant emotionally, building almost to uncontrolled ecstasy. The state police step in to tell the biggest devotee, Brahmānanda, Cool it! The chanting falls away to a murmur of japa: Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare / Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare.
El avión de Prabhupāda se atrasa y los devotos continúan cantando, a menudo saltando en el aire con los brazos extendidos. Ellos no han visto a Prabhupāda en mucho tiempo y están esperando verlo en cualquier momento. Ajenos al decoro al estar en público, los devotos cantan emocionalmente, llegando casi al éxtasis incontrolado. La policía estatal interviene para decirle al devoto más grande, Brahmānanda: ¡Tranquilo! El canto se convierte en un murmullo de japa: Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare / Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare.
The plane from London arrives! The devotees are unable to see the passengers entering in the glassed-in immigration and customs area because the bottom six feet of the glass wall is painted black. Straining to see over the top, the devotees press forward, chanting, feverish, some almost hysterical. Suddenly they see Prabhupāda’s raised hand with bead bag on the other side of the wall! They can see only his raised hand and bead bag. They go wild.
¡Llega el avión de Londres! Los devotos no pueden ver a los pasajeros que entran en el área acristalada de inmigración y aduanas porque los dos metros inferiores de la pared de cristal están pintados de negro. Esforzándose por ver por encima, los devotos avanzan, cantando, febriles, algunos casi histéricos. ¡De repente ven la mano levantada de Prabhupāda con una bolsa de cuentas al otro lado de la pared! Solo pueden ver su mano levantada y su bolsa de cuentas. Se vuelven locos.
Fearlessly, with drums and karatālas, the kīrtana explodes again: Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare / Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare. Advaita is tearfully smashing the karatālas together and chanting. Brahmānanda, jumping up and down, trying to glimpse into the customs room, is crying uncontrollably and yelling, Prabhupāda! Prabhupāda!
Sin miedo, con tambores y karatālas, el kīrtana estalla de nuevo: Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare / Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare. Advaita está con lágrimas estrellando los karatālas y cantando. Brahmānanda, saltando de un lado a otro, tratando de vislumbrar la sala de aduanas, llora desconsoladamente y grita: ¡Prabhupāda! Prabhupada!
Śrīla Prabhupāda, free of customs, suddenly appears before them. Kīrtanānanda Svāmī, reserved until now, leaps around airport chairs and runs to him. Everyone is pushing and running, trying to be where Prabhupāda is.
Śrīla Prabhupāda, liberado de la aduana, aparece repentinamente ante ellos. Kīrtanānanda Svāmī, reservado hasta ahora, salta alrededor de las sillas del aeropuerto y corre hacia él. Todos están empujando y corriendo, tratando de estar donde está Prabhupāda.
Las túnicas color azafrán de Prabhupāda están arrugadas por el largo vuelo y usa un suéter tejido. Sostiene su maletín de plástico blanco en la mano izquierda y nuevamente levanta el brazo derecho con el índice y el pulgar extendidos desde la bolsa de cuentas. Él sonríe maravillosamente, radiante a sus hijos. Los devotos aclaman y lloran: ¡Todas las glorias a Prabhupāda!
Las túnicas color azafrán de Prabhupāda están arrugadas por el largo vuelo y usa un suéter tejido. Sostiene su maletín de plástico blanco en la mano izquierda y nuevamente levanta el brazo derecho con el índice y el pulgar extendidos desde la bolsa de cuentas. Él sonríe maravillosamente, radiante a sus hijos. Los devotos aclaman y lloran: ¡Todas las glorias a Prabhupāda!
As he walks toward a saffron-covered sofa in the airport lounge, the devotees move with him in an ecstatic wave, pressing in close. He sits down. Paramānanda, from New Vrindaban, comes forward with his infant son, the first boy born in ISKCON, and holds him forward to Prabhupāda for blessings. Prabhupāda is smiling, and the devotees are completely, unabashedly blissful.
Mientras camina hacia un sofá tapizado en azafrán en la sala del aeropuerto, los devotos se mueven con él en una ola de éxtasis, acercándose. El se sienta. Paramānanda, de Nueva Vrindaban, se adelanta con su hijo pequeño, el primer niño nacido en ISKCON, lo acerca a Prabhupāda para que lo bendiga. Prabhupāda sonríe y los devotos están total y descaradamente dichosos.
Where is Hayagrīva? Prabhupāda asks. The question is repeated by the devotees, and big Hayagrīva lurches through the crowd, grumbling and falling flat at Prabhupāda’s feet in obeisance. One by one, the leaders of the various ISKCON centers come forward and place garland after garland around Prabhupāda.
¿Dónde está Hayagrīva? pregunta Prabhupada. Los devotos repiten la pregunta, el gran Hayagrīva se tambalea entre la multitud, refunfuñando y cayendo a los pies de Prabhupāda en reverencia. Uno por uno, los líderes de los diversos centros de ISKCON se adelantan y colocan guirnalda tras guirnalda alrededor de Prabhupāda.
Prabhupāda looks beyond the wall of devotees at the newsmen with their cameras and at the baffled, curious, and disdainful onlookers. A bystander says, I think he must be some kind of politician.
Prabhupāda mira más allá de la pared de devotos a los periodistas con sus cámaras ya los espectadores desconcertados, curiosos y desdeñosos. Un transeúnte dice: Creo que debe ser algún tipo de político.
So – Prabhupāda begins speaking – the spiritual master is to be worshiped as God. But if he is thinking that he is God, then he is useless. My request is, please don’t take Kṛṣṇa consciousness as a sectarian religion... Prabhupāda explains that Kṛṣṇa consciousness is a great science, culminating in pure love of God. These boys and girls had never heard of Kṛṣṇa before, Prabhupāda continues, but now they have taken it up so naturally – because it is natural. Prabhupāda says that he is an old man yet he is sure that even if he passes away his students will continue the Kṛṣṇa consciousness movement. The potency of this movement is such that it can awaken awareness of God within anyone’s heart. After the lecture Prabhupāda stands and is escorted outside, where a limousine waits to drive him off through the newly fallen snow.
Entonces – Prabhupāda comienza a hablar – el maestro espiritual debe ser adorado como Dios. Pero si está pensando que es Dios, entonces es inútil. Mi pedido es, por favor, no tomen la Conciencia de Kṛṣṇa como una religión sectaria... Prabhupāda explica que la Conciencia de Kṛṣṇa es una gran ciencia, que culmina en el amor puro por Dios. Estos jóvenes nunca antes habían oído hablar de Kṛṣṇa, continúa Prabhupāda, pero ahora lo han tomado con tanta naturalidad, porque es natural. Prabhupāda dice que es un anciano, pero está seguro de que incluso si fallece, sus alumnos continuarán con el Movimiento de la Conciencia de Kṛṣṇa. La potencia de este movimiento es tal que puede despertar la conciencia de Dios en el corazón de cualquier persona. Después de la conferencia, Prabhupāda se pone de pie y es escoltado afuera, donde una limusina lo espera para llevarlo a través de la nieve recién caída.
Riding joyfully in the car with Prabhupāda were Kīrtanānanda Svāmī, Brahmānanda, Satsvarūpa, and Puruṣottama. A professional chauffeur drove. Prabhupāda talked of London. It was an old, aristocratic city, he said, and the temple was in a very influential area near the British Museum. The location is – what it is called – downtown?
Viajando alegremente en el automóvil con Prabhupāda estaban Kīrtanānanda Svāmī, Brahmānanda, Satsvarūpa y Puruṣottama. Conducía un chofer profesional. Prabhupāda habló de Londres. Era una ciudad antigua y aristocrática, dijo, y el templo estaba en un área muy influyente cerca del Museo Británico. ¿La ubicación es, como se llama, en el centro?
They passed a large billboard advertising a restaurant and lounge: CONTINENTAL. On seeing the billboard, Prabhupāda said, Cintāmaṇi – what is that? Oh, no, Continental.
Pasaron una gran valla publicitaria que anunciaba un restaurante y salón: CONTINENTAL. Al ver el cartel, Prabhupāda dijo: Cintāmaṇi, ¿qué es eso? Oh, no, Continental.
The devotees looked at one another: Cintāmaṇi. Prabhupāda had thought that the sign had read Cintāmaṇi, meaning the spiritual gems that make up the transcendental land of Kṛṣṇaloka. But Prabhupāda himself was cintāmaṇi, pure and innocent, coming to the cold, dirty city of Boston yet always thinking of Kṛṣṇa wherever he was. How fortunate to be with him! Satsvarūpa glanced at the professional chauffeur. Drive carefully, he said.
Los devotos se miraron unos a otros: Cintāmaṇi. Prabhupāda pensó que el letrero decía Cintāmaṇi, es decir, las gemas espirituales que componen la tierra trascendental de Kṛṣṇaloka. Pero Prabhupāda mismo era cintāmaṇi, puro e inocente, viniendo a la fría y sucia ciudad de Boston, pero siempre pensando en Kṛṣṇa dondequiera que estuviera. ¡Qué suerte estar con él! Satsvarūpa miró al chofer profesional. Conduce con cuidado, dijo.
Prabhupāda spoke softly from the back seat, while the devotees in front peered back, barely able to see him in the darkness and completely awed by his friendly yet inconceivable presence. The other day, he said, I told George Harrison that if he thought his money belonged to him, that was māyā.
Prabhupāda habló en voz baja desde el asiento trasero, mientras los devotos del frente miraban hacia atrás, apenas podían verlo en la oscuridad y estaban completamente asombrados por su presencia amistosa pero inconcebible. El otro día, dijo, le dije a George Harrison que si pensaba que su dinero le pertenecía, eso era māyā.
At the Sumner Tunnel the limousine pulled up at an automatic toll booth. The driver threw a coin into the chute, and the red light turned green. Prabhupāda asked if sometimes people drove through without paying, and Brahmānanda replied that an alarm would go off. They moved ahead into the Sumner Tunnel, usually an eerie, nerve-racking place – but not when riding with Prabhupāda.
En el Tunel Sumner, la limusina se detuvo ante una cabina de peaje automático. El conductor arrojó una moneda al depósito y la luz roja se puso verde. Prabhupāda preguntó si a veces la gente pasaba sin pagar, Brahmānanda respondió que sonaba una alarma. Avanzaron hacia el Túnel Sumner, generalmente un lugar espeluznante y estresante, pero no cuando viajas con Prabhupāda.
I told George to give his money to Kṛṣṇa, Prabhupāda said, not that he had to give it to Kṛṣṇa by giving it to me, necessarily, but that somehow or other he must spend all of his money for Kṛṣṇa.
Le dije a George que le diera su dinero a Kṛṣṇa, dijo Prabhupāda, no que tenía que dárselo a Kṛṣṇa dándomelo a mí, necesariamente, sino que de una forma u otra debía gastar todo su dinero en Kṛṣṇa.
But you are the only way to Kṛṣṇa, Brahmānanda said.
Prabhupāda laughed lightly. Yes, he admitted, at least in the West.
Pero tú eres el único camino hacia Kṛṣṇa, dijo Brahmānanda.
Prabhupāda se rió ligeramente. Sí, admitió, al menos en Occidente.
This was the great privilege of being able to ride with Prabhupāda: to hear him say little things or serious things and to see his fathomless expression or his kind smiling. It was a rare opportunity.
Este fue el gran privilegio de poder viajar con Prabhupāda: escucharlo decir cosas pequeñas o cosas serias y ver su expresión insondable o su amable sonrisa. Fue una rara oportunidad.
I am representing unadulterated teachings, Prabhupāda continued. Kṛṣṇa says in Bhagavad-gītā, ‘Surrender to Me,’ and I say, ‘Surrender to Kṛṣṇa.’ It is very simple. So many swamis come and present themselves as Kṛṣṇa, and it is all spoiled. But I say, ‘Surrender to Kṛṣṇa.’ I do not say anything new or adulterated. Kṛṣṇa says, ‘Surrender to Me,’ and I say, ‘Surrender to Kṛṣṇa.’
Estoy representando enseñanzas sin adulterar, continuó Prabhupāda. Kṛṣṇa dice en el Bhagavad-gītā, ‘Ríndete a Mí’ y Yo digo, ‘Ríndete a Kṛṣṇa’. Es muy simple. Tantos swamis vienen y se presentan como Kṛṣṇa y todo se estropea. Pero digo, ‘Ríndanse a Kṛṣṇa’. No digo nada nuevo o adulterado. Kṛṣṇa dice, ‘Ríndete a Mí’ y yo digo, ‘Ríndete a Kṛṣṇa’.
Prabhupāda asked Brahmānanda if fifty thousand copies of Back to Godhead magazine were being printed. Brahmānanda answered that they were. Good, Prabhupāda replied. Turning his attention to Satsvarūpa, Prabhupāda asked how the composing machine was working, and Satsvarūpa said that hundreds of pages were being composed each month. Prabhupāda asked Kīrtanānanda Svāmī about New Vrindaban. New Vrindaban would improve, Prabhupāda said; the only thing wrong was that it got “blocked up” in the winter.
Prabhupāda le preguntó a Brahmānanda si se estaban imprimiendo cincuenta mil copias de la revista De vuelta al Supremo. Brahmānanda respondió que sí. Bien, respondió Prabhupāda. Volviendo su atención a Satsvarūpa, Prabhupāda preguntó cómo estaba funcionando la máquina de composición, Satsvarūpa dijo que se estaban componiendo cientos de páginas cada mes. Prabhupāda le preguntó a Kīrtanānanda Svāmī sobre Nueva Vrindaban. Nueva Vrindaban mejoraría, dijo Prabhupāda; lo único malo fue que se. “bloqueó.” en el invierno.
Each devotee in the car felt completely satisfied by his brief exchange with Prabhupāda, and they rode with him intoxicated in spiritual bliss.
Cada devoto en el carro se sintió completamente satisfecho por su breve intercambio con Prabhupāda, viajaron con él embriagados en dicha espiritual.
Most of the devotees had raced ahead to the temple on Beacon Street and were waiting excitedly. The limousine pulled up, and again the devotees were unrestrained in their adoration of their spiritual master. Regally Prabhupāda walked up the walkway, onto the porch steps, through the front door, and into the vestibule, where he gazed around at the purple walls and the pink and green doorways. Surrounded by cheers and loving looks, he smiled.
La mayoría de los devotos se habían adelantado al templo en la Calle Beacon y esperaban emocionados. La limusina se detuvo y de nuevo los devotos adoraron sin restricciones a su maestro espiritual. Prabhupāda caminó regiamente por la pasarela, a los escalones del pórtico, a través de la puerta principal y al vestíbulo, donde miró las paredes moradas y las puertas rosadas y verdes. Rodeado de vítores y miradas amorosas, sonrió.
The second-floor parlor, now the temple room, was filled with more than 150 disciples and guests, and they could see Prabhupāda’s form rise into view as he came up the stairs. He still carried his white attaché case in his left hand and his bead bag in his right. And although he had just come out of the winter’s night, he wore no coat, only cotton robes and a sweater. He appeared radiant.
El salón del segundo piso, ahora la sala del templo, estaba lleno con más de 150 discípulos e invitados, pudieron ver la forma de Prabhupāda aparecer a la vista mientras subía las escaleras. Todavía llevaba su maletín blanco en la mano izquierda y su bolso de cuentas en la derecha. Aunque acababa de salir de la noche de invierno, no vestía abrigo, solo batas de algodón y un suéter. Se veía radiante.
Prabhupāda approached the altar. He seemed to notice everything: the small Rādhā-Kṛṣṇa Deities enthroned beneath a red velvet canopy, the larger deities of Jagannātha, Subhadrā, and Balarāma on a raised shelf above the picture of Lord Caitanya and His saṅkīrtana party, even the brass ārati paraphernalia, brightly shining on the small table near the altar. Turning to his secretary and traveling companion, Puruṣottama, he asked, What do you think, Puruṣottama? Isn’t this very nice?
Prabhupāda se acercó al altar. Parecía darse cuenta de todo: las pequeñas Deidades Rādhā-Kṛṣṇa entronizadas bajo un dosel de terciopelo rojo, las deidades más grandes de Jagannātha, Subhadrā y Balarāma en un estante elevado sobre la imagen del Señor Caitanya y Su grupo de saṅkīrtana, incluso la parafernalia de bronce ārati, brillantemente brillando en la pequeña mesa cerca del altar. Dirigiéndose a su secretario y compañero de viaje, Puruṣottama, le preguntó: ¿Qué piensas, Puruṣottama? ¿No es esto muy agradable?
Crossing the room, Prabhupāda sat on the red velvet vyāsāsana. He spoke, and the audience was attentive. After praising the London center, the Deity worship there, the expertly made purīs for Rādhā and Kṛṣṇa, he turned toward the altar and said, If you clean the Deities’ utensils, your heart will become cleansed. By polishing the Deities’ paraphernalia, he said, the devotees were cleaning their spiritual master’s heart also. As he spoke, focusing simply and purely on devotion to the Deity, the devotees suddenly realized the importance of this aspect of their Kṛṣṇa consciousness. Who has made these clothes? Prabhupāda asked, glancing at Rādhā and Kṛṣṇa’s little flounced dresses.
Cruzando la habitación, Prabhupāda se sentó en el vyāsāsana de terciopelo rojo. Habló, la audiencia estaba atenta. Después de alabar el centro de Londres, el culto a la Deidad allí, los purīs hechos con pericia para Rādhā y Kṛṣṇa, se volvió hacia el altar y dijo: Si limpias los utensilios de las Deidades, tu corazón quedará limpio. Al pulir la parafernalia de las Deidades, dijo, los devotos también estaban limpiando el corazón de su maestro espiritual. Mientras hablaba, centrándose simple y puramente en la devoción a la Deidad, los devotos de repente se dieron cuenta de la importancia de este aspecto de la Conciencia de Kṛṣṇa. ¿Quién ha hecho esta ropa? preguntó Prabhupāda, mirando los pequeños vestidos con volantes de Rādhā y Kṛṣṇa.
Śāradīyā, a few devotees called out.
Prabhupāda smiled. Thank you very much. Then he threw back his head and laughed. Is Śāradīyā still fighting with her husband?
The devotees and guests laughed, while Śāradīyā covered her face with her hands. Don’t fight with your husband, Prabhupāda said. He is a good boy. Anybody that comes to Kṛṣṇa consciousness is good. He then asked to see the rest of the house.
Śāradīyā, gritaron algunos devotos.
Prabhupada sonrió. Muchísimas gracias. Luego echó la cabeza hacia atrás y se rió. ¿Saradiya sigue peleando con su esposo?
Los devotos e invitados se rieron, mientras Śāradīyā se cubría la cara con las manos. No pelees con tu esposo, dijo Prabhupāda. El es un buen muchacho. Cualquiera que llega a la Conciencia de Kṛṣṇa es bueno. Luego pidió ver el resto de la casa.
A hundred devotees, straining to see and hear Prabhupāda’s responses, followed him as he went downstairs. Although the crowd surrounded him, he remained relaxed and unhurried. He entered the press room, a long hall directly beneath the temple room. A large old offset press, a paper cutter, a folder, and flats of paper stock filled the room, which smelled like a print shop. Advaita, the press manager, bowed down in his green khakis before Prabhupāda. He rose up smiling, and Prabhupāda stepped forward and embraced him, putting his arm around Advaita’s head. Very good, he said.
Cien devotos, esforzándose por ver y escuchar las respuestas de Prabhupāda, lo siguieron mientras bajaba las escaleras. Aunque la multitud lo rodeaba, se mantuvo relajado y sin prisas. Entró en la sala de la imprenta, un gran pasillo justo debajo de la sala del templo. Una gran imprenta antigua de offset, un cortador de papel, una carpeta y rollos de papel llenaron la habitación, que olía como una imprenta. Advaita, el jefe de la imprenta, se inclinó con sus pantalones verdes ante Prabhupāda. Se levantó sonriendo y Prabhupāda dio un paso adelante y lo abrazó, poniendo su brazo alrededor de la cabeza de Advaita. Muy bien, dijo.
Standing before the printing press, Prabhupāda folded his palms together and offered a prayer to his spiritual master: Jaya Oṁ Viṣṇupāda Paramahaṁsa Śrī Śrīmad Bhaktisiddhānta Sarasvatī Gosvāmī Mahārāja Prabhupāda kī jaya! Advaita asked Prabhupāda to give the press a transcendental name. ISKCON Press, Prabhupāda said matter-of-factly, as if it had already been named.
De pie frente a la imprenta, Prabhupāda juntó las palmas de las manos y ofreció una oración a su maestro espiritual: ¡Jaya Oṁ Viṣṇupāda Paramahaṁsa Śrī Śrīmad Bhaktisiddhānta Sarasvatī Gosvāmī Mahārāja Prabhupāda kī jaya! Advaita le pidió a Prabhupāda que le diera a la prensa un nombre trascendental. ISKCON Press, dijo Prabhupāda con naturalidad, como si ya hubiera sido nombrado.
Keep all the machines very clean, Prabhupāda said, and they will last a long time. This is the heart of ISKCON.
You are the heart of ISKCON, Prabhupāda, a devotee said.
And this is my heart, said Prabhupāda.
Mantén todas las máquinas muy limpias, dijo Prabhupāda, y durarán mucho tiempo. Este es el corazón de ISKCON.
Tú eres el corazón de ISKCON, Prabhupāda, dijo un devoto.
Y este es mi corazón, dijo Prabhupāda.
Leaving the main press room, Prabhupāda toured the other press facilities. Squeezing in, ducking under, standing on tiptoe, the crowd of devotees followed him step by step. He peeked into a little cubbyhole where a devotee was composing type. The typesetters, he said, should proceed very slowly at first, and in that way they would become expert. Turning to Advaita, he said, Everyone in India who speaks Hindi has a Gita Press publication. So everyone who speaks English should have an ISKCON Press publication.
Al salir de la sala principal de la imprenta, Prabhupāda recorrió las otras instalaciones de la imprenta. Apretando, agachándose, poniéndose de puntillas, la multitud de devotos lo siguió paso a paso. Se asomó a un pequeño cubículo donde un devoto estaba componiendo tipos. Los tipógrafos, dijo, deben proceder muy despacio al principio, así se convertirían en expertos. Dirigiéndose a Advaita, dijo: Todos los que hablan hindi en la India tienen una publicación de Gita Press. Entonces, todos los que hablan inglés deberían tener una publicación de ISKCON Press.
Compared to most authors, Prabhupāda’s literary contribution was already substantial. But he wasn’t just “an author.” His mission was to flood the world with literature glorifying Lord Kṛṣṇa. Prabhupāda’s ISKCON was now three years old, yet his disciples were only beginning to execute his plans for printing and distributing transcendental literature.
Comparado con la mayoría de los autores, la contribución literaria de Prabhupāda ya era sustancial. Pero él no era solo “un autor”. Su misión era inundar el mundo con literatura que glorificara al Señor Kṛṣṇa. El ISKCON de Prabhupāda tenía ahora tres años, sin embargo, sus discípulos apenas comenzaban a ejecutar sus planes para imprimir y distribuir literatura trascendental.
Printing was an important step – the first step. Months ago Prabhupāda had written:
“The press must work on continuously, and we shall produce immense volumes of literature. If the press goes on nicely, I shall be able to give you material for publishing a book every two months. We have got so much material for the Kṛṣṇa consciousness movement.”
La impresión fue un paso importante, el primer paso. Meses atrás Prabhupāda escribió:
«La imprenta debe trabajar continuamente, produciremos inmensos volúmenes de literatura. Si la prensa va bien, podré darte material para publicar un libro cada dos meses. Tenemos mucho material para el Movimiento de la Conciencia de Kṛṣṇa».
And just prior to coming to Boston he had written:
“Samkirtan and distributing Back to Godhead and our other literatures is the fieldwork of this movement. Temple worship is secondary.”
Y justo antes de ir a Boston escribió:
«Samkirtan y distribuir De vuelta al Supremo y nuestras otras literaturas es el trabajo de campo de este movimiento. La adoración en el templo es secundaria».
Now ISKCON was printing fifty thousand copies of Back to Godhead per month, and Prabhupāda hoped to increase the sales more and more.
Ahora ISKCON estaba imprimiendo cincuenta mil copias de De vuelta al Supremo por mes, Prabhupāda esperaba aumentar las ventas cada vez más.
Standing in the crowded, chilly basement, surrounded by devotees, press machines, and transcendental literature, Prabhupāda described how he wanted ISKCON Press to operate. He said that after dictating a tape he would mail it to Boston to be transcribed. The transcription should take no more than two days. During the next two days, someone would edit the transcribed manuscript. Then another editor would take two days to edit the transcript a second time. A Sanskrit editor would add diacritical markings, and the manuscript would be ready for composing.
De pie en el sótano abarrotado y frío, rodeado de devotos, imprentas y literatura trascendental, Prabhupāda describió cómo quería que ISKCON Press operara. Dijo que después de dictar una cinta, la enviaría por correo a Boston para que la transcribieran. La transcripción no debe tomar más de dos días. Durante los próximos dos días, alguien editaría el manuscrito transcrito. Luego, otro editor tardaría dos días en editar la transcripción por segunda vez. Un editor de sánscrito agregaría marcas diacríticas y el manuscrito estaría listo para ser armado.
Prabhupāda said he could produce fifteen tapes – three hundred manuscript pages – every month. At that rate, ISKCON Press should produce a book every two months, or six books in a year. Prabhupāda wanted to print at least sixty books. Therefore his press workers would have plenty to do for the next ten years. If the devotees simply printed his books incessantly, he said, even if they had to work twenty-four hours a day in shifts, it would give him “great delight.” He was ready, if necessary, to drop all his activities except for publishing books.
Prabhupāda dijo que podía producir quince cintas, trescientas páginas manuscritas, cada mes. A ese ritmo, ISKCON Press debería producir un libro cada dos meses, o seis libros en un año. Prabhupāda quería imprimir al menos sesenta libros. Por lo tanto, los trabajadores de la impprenta tendrían mucho que hacer durante los próximos diez años. Si los devotos simplemente imprimieran sus libros sin cesar, dijo, incluso si tuvieran que trabajar las veinticuatro horas del día en turnos, le darían. “un gran placer". Estaba dispuesto, si era necesario, a abandonar todas sus actividades excepto la publicación de libros.
This was the special nectar the press devotees were hankering to hear. Printing books was Prabhupāda’s heart; it was the thing most dear to him.
Este era el néctar especial que los devotos de la imprenta anhelaban escuchar. Imprimir libros es el corazón de Prabhupāda; es lo más querido para él.
During Prabhupāda’s week in Boston, Puruṣottama continued as secretary and servant, out of duty. His difficulties in London had increased. Doubtful and morose, he came before Prabhupāda two days before their departure.
Durante la semana de Prabhupāda en Boston, Puruṣottama continuó como secretario y sirviente, por obligación. Sus dificultades en Londres habían aumentado. Dudoso y malhumorado, se presentó ante Prabhupāda dos días antes de su partida.
Puruṣottama: I had decided to leave in London. I just felt like there were different things I wanted to do. But I felt obligated to stay with him because he needed me there. It was my job to at least get him back to the States. I felt that he needed someone to travel with him. And I just felt that I should complete that, have everything in order, so I couldn’t say to myself that I had just quit when he needed me like that in a foreign country.
Puruṣottama: Había decidido irme a Londres. Simplemente sentí que había cosas diferentes que quería hacer. Pero me sentí obligado a quedarme con él porque me necesitaba allí. Mi trabajo era al menos llevarlo de regreso a los Estados Unidos. Sentí que necesitaba a alguien que viajara con él y sentí que debía completar eso, tener todo en orden, para que no pudiera decirme a mí mismo que acababa de renunciar cuando él me necesitaba así en un país extranjero.
I didn’t tell anybody. I didn’t speak against him or anything. I performed my duties, but in my attitude I let him know I was really getting kind of distant the last few days. I didn’t bow down to him. I would come in, but I just wouldn’t bow down to him.
No le dije a nadie. No hablé contra él ni nada. Cumplí con mis deberes, pero en mi actitud le hice saber que realmente me estaba poniendo un poco distante en los últimos días. No me incliné ante él. Entraría, pero simplemente no me inclinaría ante él.
He entered Prabhupāda’s room. He didn’t bow down. He stood. He was too uncomfortable to sit, because of the gravity of what he would say. Prabhupāda looked up from his desk. Yes, Puruṣottama?
Entró en la habitación de Prabhupāda, no se inclinó. Se levantó. Estaba demasiado incómodo para sentarse, debido a la gravedad de lo que diría. Prabhupāda levantó la vista de su escritorio. ¿Sí, Puruṣottama?
Puruṣottama: I went in to see him. I knew I was going to leave, and it kind of made me sick to do it. Anyway, I told him I have a lot of questions about the movement, the moon, and everything. I just don’t believe all of this. He was very congenial about the whole thing. He took it nicely.
Puruṣottama: Entré a verlo. Sabía que me iba a ir, me enfermó un poco hacerlo. De todos modos, le dije que tengo muchas preguntas sobre el movimiento, la luna y todo. Simplemente no creo todo esto. Fue muy cordial con todo el asunto. Se lo tomó bien.
He said to me, If you have questions, why don’t you ask me? And I said, You yourself have said that we should only ask questions to somebody we feel we can believe or trust. He looked very hurt. He knew what I was saying. I felt like I really hurt him. I didn’t mean it to be so defiant, but there I was.
Me dijo: Si tienes preguntas, ¿por qué no me las preguntas a mí?. Y le dije: Usted mismo ha dicho que solo debemos hacer preguntas a alguien en quien creamos o en quien podamos confiar. Parecía muy dolido. Sabía lo que estaba diciendo. Sentí que realmente lo lastimé. No quise ser tan desafiante, pero ahí estaba.
He said, I’ve noticed that you haven’t been well lately. You’ve had some problems?
Él dijo: He notado que no has estado bien últimamente. ¿Has tenido algunos problemas?
I said, Well, I haven’t been trying to hide it. I guess I was trying to prepare him for what was coming. I wanted to leave that night. So I said, I want to leave. But he said to me, You’ve been with me so long, and now you’re so anxious to go? You can’t even stay a night? He said, Why don’t you stay at least till my plane leaves. That was two days later. I said, O.K., I’ll do that then.
Dije: Bueno, no he estado tratando de ocultarlo. Supongo que estaba tratando de prepararlo para lo que se avecinaba. Quería irme esa noche. Así que dije: Me quiero ir. Pero él me dijo: ¿Tanto tiempo has estado conmigo y ahora estás tan ansiosa por irte? ¿Ni siquiera puedes quedarte una noche? Él dijo: ¿Por qué no te quedas al menos hasta que mi avión se vaya?. Eso era en dos días. Dije: Está bien, lo haré entonces.
I was going to go back to New York. Actually I didn’t have the money for the ticket, and he gave me the money, he gave me the bus fare. I really appreciated that. I could have borrowed some money from someone else, but he said, “Well, you take it, and you can pay me back later.” And I did. I gave it back the next week.
Iba a volver a Nueva York. En realidad no tenía el dinero para el boleto, él me dio el dinero, me dio el pasaje del autobús. Realmente aprecié eso. Podría haber pedido prestado algo de dinero a otra persona, pero él dijo: “Bueno, tómalo y me lo devuelves más tarde.” y lo hice. Lo devolví a la semana siguiente.
He was very gracious about the whole thing. Actually I could see that he had a very special loving way of looking at the world. I felt that sometimes I could see things in a loving way, like he did, and I realized that I got that viewpoint from him – you know, that little loving spirit. He had that, and I kind of caught some of that from him. And that’s one of the things I always remember about him. And I know that through his movement I came to believe in God. Before I met him, I didn’t believe in God.
Fue muy amable con todo el asunto. De hecho, pude ver que tenía una forma amorosa muy especial de ver el mundo. Sentí que a veces podía ver las cosas de una manera amorosa, como él lo hizo y me di cuenta de que obtuve ese punto de vista de él, ya sabes, ese pequeño espíritu amoroso. Él tenía eso, como que aprendí algo de eso de él. Y esa es una de las cosas que siempre recuerdo de él y sé que a través de su movimiento llegué a creer en Dios. Antes de conocerlo, no creía en Dios.
After Puruṣottama left, Prabhupāda spoke with Bhavānanda about Puruṣottama’s doubts concerning the moon landing and his consequent doubts of Kṛṣṇa consciousness. I can understand that he might not accept it because I said it, but how could he disbelieve the Vedic śāstras?
Después de que Puruṣottama se fue, Prabhupāda habló con Bhavānanda sobre las dudas de Puruṣottama con respecto al alunizaje y sus consiguientes dudas sobre la Conciencia de Kṛṣṇa. Puedo entender que tal vez no lo acepte porque yo lo dije, pero ¿cómo podría no creer en los sastras védicos?
Boston’s weather was miserable. When the rain stopped, the snow fell, and when the snow stopped, the rain came again. Prabhupāda tried taking a walk in the front yard, Bhavānanda beside him with the umbrella, watching cautiously to guard him from falling on the ice. But after a week of Boston’s nasty December weather, Prabhupāda’s cold was getting worse. He would go to Los Angeles.
El clima de Boston era miserable. Cuando paró la lluvia, cayó nieve y cuando paró la nieve, volvió a llover. Prabhupāda trató de dar un paseo por el patio delantero, Bhavānanda a su lado con el paraguas, observándolo con cautela para evitar que se cayera sobre el hielo. Pero después de una semana del desagradable clima de diciembre de Boston, el resfriado de Prabhupāda estaba empeorando. Iría a Los Ángeles.
Los Angeles, February 25
Los Angeles, Febrero 25
On the auspicious occasion of Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura’s appearance day anniversary, the Los Angeles devotees received permission to enter their new temple on Watseka Avenue. The rooms had not even been cleaned, and the large hall was bare; but the devotees brought in Prabhupāda’s vyāsāsana from the old temple on La Cienega, and Prabhupāda had them place on it a large picture of his spiritual master. Standing before his spiritual master, Prabhupāda offered ārati while some fifty disciples gathered around him, chanting Hare Kṛṣṇa and dancing in the otherwise empty hall.
En la auspiciosa ocasión del aniversario del día de la aparición de Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura, los devotos de Los Ángeles recibieron permiso para ingresar a su nuevo templo en la Avenida Watseka. Las habitaciones ni siquiera habían sido limpiadas y el gran salón estaba vacío; pero los devotos trajeron el vyāsāsana de Prabhupāda del antiguo templo en La Cienega y Prabhupāda les pidió que colocaran en él una gran imagen de su maestro espiritual. De pie ante su maestro espiritual, Prabhupāda ofreció ārati mientras unos cincuenta discípulos se reunían a su alrededor, cantando Hare Kṛṣṇa y bailando en el salón vacío.
After the ārati, Prabhupāda directed his disciples in offering flowers to the picture of Bhaktisiddhānta Sarasvatī. Then, still standing before the vyāsāsana, he said he had nothing to offer his spiritual master on this day except his own disciples. He then read aloud the names of all his disciples.
Después del ārati, Prabhupāda dirigió a sus discípulos a ofrecer flores a la imagen de Bhaktisiddhānta Sarasvatī. Luego, todavía de pie ante el vyāsāsana, dijo que no tenía nada que ofrecerle a su maestro espiritual en ese día excepto a sus propios discípulos. Entonces leyó en voz alta los nombres de todos sus discípulos.
Taking his seat on a low vyāsāsana beside the large vyāsāsana of Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura, Prabhupāda gave a short history of his Guru Mahārāja, son of Bhaktivinoda Ṭhākura and powerful ācārya of the mission of Caitanya Mahāprabhu. As Prabhupāda recalled his first meeting with his spiritual master, he told how Bhaktisiddhānta Sarasvatī had told him to teach Kṛṣṇa consciousness to the English-speaking world. This large new temple, Prabhupāda said, had been provided by Bhaktisiddhānta Sarasvatī as a gift for the devotees to use in Kṛṣṇa’s service. They should not become attached to the opulence, Prabhupāda said, but they should use this wonderful place for preaching. As he spoke, he wept.
Tomando asiento en un bajo vyāsāsana junto al gran vyāsāsana de Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura, Prabhupāda contó una breve historia de su Guru Mahārāja, hijo de Bhaktivinoda Ṭhākura y poderoso ācārya de la misión de Caitanya Mahāprabhu. Cuando Prabhupāda recordó su primer encuentro con su maestro espiritual, contó cómo Bhaktisiddhānta Sarasvatī le dijo que enseñara la Conciencia de Kṛṣṇa al mundo de habla inglesa. Este gran templo nuevo, dijo Prabhupāda, fue proveído por Bhaktisiddhānta Sarasvatī como un regalo para que los devotos lo usaran en el servicio de Kṛṣṇa. No deben apegarse a la opulencia, dijo Prabhupāda, sino que deben usar este maravilloso lugar para predicar. Mientras hablaba, lloraba.
Now bring them prasādam! Prabhupāda called. And the feast began. While devotees sat on the floor in rows, Prabhupāda from his vyāsāsana directed the servers, having them bring another samosā to one devotee, more chutney to another, and so on. He watched over all of them, encouraging them to take Kṛṣṇa’s prasādam.
¡Ahora traigan el prasadam! Prabhupāda llamó. Y comenzó la fiesta. Mientras los devotos se sentaban en filas en el piso, Prabhupāda desde su vyāsāsana dirigió a los servidores, haciéndoles traer otro samosā a un devoto, más chutney a otro y así sucesivamente. Él los cuidó a todos, animándolos a tomar el prasādam de Kṛṣṇa.
That afternoon Prabhupāda toured the buildings. In addition to the main hall, which he would have the devotees convert into a temple, he saw the equally large lecture hall. These rooms, plus a three-room apartment, ample separate quarters for male and female devotees, a parking lot, and a front lawn, made this the finest physical facility in all of ISKCON. We don’t require such a nice place for ourselves, Prabhupāda told the temple president, Gargamuni. We are prepared to live anywhere. But such a nice place will give us opportunity to invite gentlemen to come and learn about this Kṛṣṇa consciousness.
Esa tarde, Prabhupāda recorrió los edificios. Además de la sala principal, que haría que los devotos convirtieran en un templo, vio la sala de conferencias igualmente grande. Estas habitaciones, además de un apartamento de tres habitaciones, amplios cuartos separados para devotos masculinos y femeninos, un estacionamiento y un jardín delantero, hicieron de esta la mejor instalación física en todo ISKCON. No necesitamos un lugar tan agradable para nosotros, dijo Prabhupāda al presidente del templo, Gargamuni. Estamos preparados para vivir en cualquier lugar. Pero un lugar tan agradable nos dará la oportunidad de invitar a caballeros a venir y aprender acerca de la Conciencia de Kṛṣṇa.
The cost of the building had been $225,000, with a $50,000 down payment. Prabhupāda had had more than $10,000 in his book fund, but that was exclusively for printing books. So although he usually didn’t like to deal personally in such negotiations, he had made an exception in this case and had asked the other temples to donate to the new “world headquarters” in Los Angeles. He had even mailed snapshots of the buildings to various temple presidents around the world. Thus he had collected the down payment, and on Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī’s appearance day ISKCON became the legal owner.
El costo del edificio fue de $225,000 USD, con un pago inicial de $50,000. Prabhupāda tenía más de $10,000 en su fondo de libros, pero eso era exclusivamente para imprimir libros. Entonces, aunque generalmente no le gustaba tratar personalmente en tales negociaciones, hizo una excepción en este caso y pidió a los otros templos que donaran a la nueva. “sede mundial.” en Los Ángeles. Incluso envió por correo instantáneas de los edificios a varios presidentes de templos de todo el mundo. Por lo tanto, dió el pago inicial y el día de la aparición de Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī, ISKCON se convirtió en el propietario legal.
This was the only temple ISKCON actually owned – all the other buildings were leased or rented – and Prabhupāda wanted to design everything himself. Hiring professionals would be too expensive, but Prabhupāda had plenty of disciples eager to do the renovation. Karandhara knew a little carpentry, plumbing, and general construction, and he could learn more by experience. Bhavānanda had been a professional designer, and he was filled with Prabhupāda’s enthusiasm to transform the plain church into a dazzling palace for the Supreme Personality of Godhead. First you make my apartment, Prabhupāda told Bhavānanda. Let me move in, and then we will work on the temple room.
Este era el único templo que ISKCON realmente poseía, todos los demás edificios estaban arrendados o alquilados, Prabhupāda quería diseñar todo él mismo. Contratar profesionales sería demasiado costoso, pero Prabhupāda tenía muchos discípulos ansiosos por hacer la renovación. Karandhara sabía un poco de carpintería, plomería y construcción en general y podía aprender más con la experiencia. Bhavānanda fue un diseñador profesional y estaba lleno del entusiasmo de Prabhupāda por transformar la sencilla iglesia en un deslumbrante palacio para la Suprema Personalidad de Dios. Primero tú haces mi departamento, le dijo Prabhupāda a Bhavānanda. Déjame mudarme y luego trabajaremos en la sala del templo.
Bhavānanda: We picked out a part of the Los Angeles temple for Prabhupāda’s quarters, and Karandhara built a bathroom. When Prabhupāda came up to the rooms, he said, 'This will be my sitting room. This will be my bedroom.' And when he came to a third room, with a skylight, he said, 'This will be my library.'
Bhavānanda: Elegimos una parte del templo de Los Ángeles para las habitaciones de Prabhupāda y Karandhara construyó un baño. Cuando Prabhupāda llegó a las habitaciones, dijo: 'Esta será mi sala de estar. Este será mi dormitorio'. Cuando llegó a una tercera habitación, con una claraboya, dijo: 'Esta será mi biblioteca'.
Prabhupāda had told me once in Boston that as a child he had lived in a palace with blue walls, red marble floors, and orange and gold trim – the Mulliks’ house in Calcutta. So we painted the walls of his sitting room blue, and I put in a white tile floor. The drapes were burnt-orange satin with gold cords and gold fringe. Prabhupāda liked this color scheme very much.
Prabhupāda me dijo una vez en Boston que cuando era niño vivió alguna vez en un palacio con paredes azules, pisos de mármol rojo y adornos naranjas y dorados: la casa de los Mullik en Calcuta. Así que pintamos las paredes de su sala de estar de azul y puse un piso de baldosas blancas. Las cortinas eran de raso naranja quemado con cordones dorados y flecos dorados. A Prabhupāda le gustó mucho este esquema de colores.
In the bedroom I asked Prabhupāda where he wanted his bed, and he said, 'Put the bed in the middle of the room.' We had put down a rug, and Prabhupāda said, 'Now you should get sheets and cover the rug with them. In India they have rugs like this, nice rugs, and they cover them with sheets. And on special days they take the sheets off. Otherwise they would become ruined.' So I went out and bought sheets.
En el dormitorio le pregunté a Prabhupāda dónde quería su cama y me dijo: 'Pon la cama en el medio de la habitación'. Habíamos puesto una alfombra y Prabhupāda dijo: 'Ahora debes conseguir sábanas y cubrir la alfombra con ellas. En la India tienen alfombras así, lindas alfombras y las cubren con sábanas. En días especiales quitan las sábanas. De lo contrario, se arruinarían'. Así que salí y compré sábanas.
Prabhupāda was in his sitting room when I came in and started putting the sheet over the rug in the bedroom. Prabhupāda came in and said, 'Yes, this is very nice. Again I have introduced something new. This is something new for all of you – sheets on rugs.' Then he told me, 'Now make sure there are no wrinkles in the sheet.' I was on my hands and knees on the rug, and Prabhupāda also got down on his hands and knees right next to me. We were both pressing out the wrinkles from the sheet, and when we got to the end, Prabhupāda folded the sheet under the rug.
Prabhupāda estaba en su sala de estar cuando entré y comencé a poner la sábana sobre la alfombra en el dormitorio. Prabhupāda entró y dijo: 'Sí, esto es muy bueno. Una vez más he introducido algo nuevo. Esto es algo nuevo para todos ustedes: sábanas sobre alfombras'. Entonces me dijo: 'Ahora asegúrate de que no haya arrugas en la sábana'. Yo estaba sobre mis manos y rodillas sobre la alfombra, y Prabhupāda también se puso sobre sus manos y rodillas junto a mí. Ambos estábamos presionando las arrugas de la sábana, cuando llegamos al final, Prabhupāda dobló la sábana debajo de la alfombra.
He was very happy there, because it was our own place. We had never had our own place before.
Fue muy feliz allí, porque era nuestro propio lugar. Nunca habíamos tenido nuestro propio lugar antes.
In the temple room Prabhupāda showed Karandhara where to build the three altars. He indicated the measurements and instructed that before each altar should be a pair of doors and over them the symbols of Viṣṇu: a conchshell over the altar for Guru and Gaurāṅga; a wheel and club over Rādhā and Kṛṣṇa’s altar in the center; and a lotus over Lord Jagannātha’s. The spiritual master’s vyāsāsana was to go at the opposite end of the temple, facing Rādhā and Kṛṣṇa. The walls should be yellow, which Prabhupāda said was in the mode of goodness. The ceiling should be covered with a canopy, and there should be chandeliers.
En la sala del templo, Prabhupāda le mostró a Karandhara dónde construir los tres altares. Indicó las medidas e instruyó que delante de cada altar debería haber un par de puertas y sobre ellas los símbolos de Viṣṇu: una caracola sobre el altar para Guru y Gaurāṅga; una rueda y un garrote sobre el altar de Rādhā y Kṛṣṇa en el centro; y un loto sobre el del Señor Jagannātha. El vyāsāsana del maestro espiritual debía ir al extremo opuesto del templo, de frente a Rādhā y Kṛṣṇa. Las paredes deben ser amarillas, lo que Prabhupāda dijo que estaba en la modalidad de la bondad. El techo debe estar cubierto con un dosel y debe haber candelabros.
Once the altars were completed, Prabhupāda wanted to bring the Deities, even though much of the renovation was yet unfinished. After constructing an umbrella-covered cart and decorating it with flowers, the devotees brought the Deities in procession from the old temple on La Cienega Boulevard to Their new home.
Una vez que se completaron los altares, Prabhupāda quiso traer a las Deidades, aunque gran parte de la renovación aún no estaba terminada. Después de construir un carro cubierto con un paraguas y decorarlo con flores, los devotos trajeron a las Deidades en procesión desde el antiguo templo en el Boulevard La Cienega hasta Su nuevo hogar.
Bhavānanda: The first time he came into the temple room after his morning walk, he went to the Guru-Gaurāṅga altar and paid his obeisances. We all paid our obeisances. Then he stood up, and he went to Rādhā and Kṛṣṇa, and then paid obeisances, then to Jagannātha, and we all followed. Then we walked back and he sat on his vyāsāsana, and he told us, “Now you line up facing each other from the vyāsāsana to Rādhā and Kṛṣṇa, face each other. This way, that way, one way you look is guru, and the other way God. And then back and forth that way. Always leave this aisle,” he said, “so I can see.”
Bhavānanda: La primera vez que entró en la habitación del templo después de su paseo matutino, fue al altar de Guru-Gaurāṅga y ofreció sus reverencias. Todos dimos nuestras reverencias. Luego se puso de pie y fue a Rādhā y Kṛṣṇa, entonces ofreció reverencias, luego a Jagannātha, todos lo seguimos. Luego caminamos de regreso y él se sentó en su vyāsāsana y nos dijo: “Ahora, colóquense uno frente al otro desde el vyāsāsana hasta Rādhā y Kṛṣṇa, uno frente al otro. De esta manera, de esa manera, una forma de mirar es guru, y del otro lado la forma de Dios. Luego de ida y vuelta de esa manera. Siempre hagan este pasaje”, dijo, “para que puedan ver”.
The Deity was the king, Prabhupāda said, and all the temple residents were His personal servants. The temple, therefore, should be like a palace. An elaborate temple was important for preaching, Prabhupāda explained, because most people, especially Westerners, were not inclined to undergo any austerities for obtaining spiritual life. There was an Indian saying, No one listens to a poor man. Were the devotees to advertise classes on bhakti-yoga in such-and-such empty field under a certain tree, Prabhupāda said, no one would come. But a clean, beautiful building with chandeliers and comfortable rooms would attract many people to visit and become purified.
La Deidad es el rey, dijo Prabhupāda, y todos los residentes del templo son Sus sirvientes personales. El templo, por lo tanto, debe ser como un palacio. Un templo elaborado es importante para la prédica, explicó Prabhupāda, porque la mayoría de las personas, especialmente los occidentales, no estan dispuestas a someterse a ninguna austeridad para obtener la vida espiritual. Un dicho indio reza, Nadie escucha a un hombre pobre. Prabhupāda dijo que si los devotos anunciaran clases de bhakti-yoga en tal y tal campo vacío debajo de cierto árbol, nadie vendría. Pero un edificio limpio y hermoso con candelabros y habitaciones cómodas atraería a mucha gente a visitarlo y purificarse.
The temple was also for those who wanted to live there as Kṛṣṇa conscious devotees. Devotees, Prabhupāda said, should be willing to live and sleep anywhere. But as the loving, protecting father of his disciples, Prabhupāda took great care to establish a large temple and an adequate dormitory facility. He was making a home for his family. To see that his spiritual children had a place to live and practice their devotional service was just another aspect of his mission.
El templo también es para aquellos que quieran vivir allí como devotos conscientes de Kṛṣṇa. Los devotos, dijo Prabhupāda, deben estar dispuestos a vivir y dormir en cualquier lugar. Pero como el amoroso y protector padre de sus discípulos, Prabhupāda tuvo mucho cuidado de establecer un gran templo y un dormitorio adecuado. Estaba construyendo un hogar para su familia. Ver que sus hijos espirituales tuvieran un lugar para vivir y practicar su servicio devocional era solo otro aspecto de su misión.
A special feature of the new temple was Śrīla Prabhupāda’s garden. The devotees had excavated a large patch of concrete behind the temple, filled it in with earth, surrounded it with a cinder-block wall, and planted a lawn with flower gardens all around.
Una característica especial del nuevo templo fue el jardín de Śrīla Prabhupāda. Los devotos levantaron un gran trozo de hormigón detrás del templo, lo rellenaron con tierra, lo rodearon con un muro de bloques de cemento y plantaron un césped con jardines de flores alrededor.
Karandhara: I had dug some beds along the inside perimeter and planted a plant here and a plant there. But Prabhupāda said, “No, plant something everywhere. Everywhere there should be something growing. Everywhere there is a place, you plant something. Let there be growing everywhere.” He wanted it overgrown like a jungle, a tropical area where plants just grow luxuriantly everywhere.
Karandhara: Cavé algunas camas a lo largo del perímetro interior y planté una planta aquí y una planta allá. Pero Prabhupāda dijo: “No, planta algo en todas partes. En todas partes debería haber algo creciendo. En todas partes hay un lugar, se planta algo. Que crezca por todas partes”. Lo quería cubierto de maleza como una jungla, una zona tropical donde las plantas crecieran exuberantemente por todas partes.
Śrīla Prabhupāda always enjoyed sitting in the garden in the evening with the fresh, cool evening air and the fragrance of the flowers. The topics of conversation in the garden were as varied as Śrīmad-Bhāgavatam – all different subjects. Sometimes there would be lively conversations with guests or devotees, and sometimes Prabhupāda would spend the entire time just chanting, with very little conversation. Sometimes Prabhupāda would just have somebody read from the Kṛṣṇa book.
Śrīla Prabhupāda siempre disfrutaba sentarse en el jardín al anochecer con el aire fresco de la tarde y la fragancia de las flores. Los temas de conversación en el jardín eran tan variados como el Śrīmad-Bhāgavatam, todos temas diferentes. Algunas veces había conversaciones animadas con invitados o devotos, algunas veces Prabhupāda pasaba todo el tiempo simplemente cantando, con muy poca conversación. A veces, Prabhupāda simplemente hacía que alguien leyera del libro de Kṛṣṇa.
Prabhupāda said that his mother maintained a garden on the roof of their house when he was young and that he would go up there in the evenings and play. He remembered that. He always remembered what he liked to do as a child. You would hear him reminisce with pleasure about it. Many times he would comment, “My mother maintained a garden on the roof of our residence, and as a child I would go there in the evening and play. Now I also have such a nice place to come.”
Prabhupāda dijo que su madre tenía un jardín en el techo de su casa cuando él era joven y que él subía allí por las tardes y jugaba. Recordó eso. Siempre recordaba lo que le gustaba hacer de niño. Lo oirías recordarlo con placer. Muchas veces comentaba: “Mi madre mantenía un jardín en el techo de nuestra residencia, cuando era niño, iba allí por la noche y jugaba. Ahora también tengo un lugar tan agradable para venir”.
Under Prabhupāda’s personal direction, the Los Angeles center became a model for the rest of ISKCON. At the morning Bhāgavatam class, for example, he had the devotees responsively chant the Sanskrit mantras after him, and he asked that this become the standard program in all his temples. In May 1970, he wrote to each of his twenty-six temple presidents throughout North America and Europe, inviting them to visit him at Los Angeles:
Bajo la dirección personal de Prabhupāda, el centro de Los Ángeles se convirtió en un modelo para el resto de ISKCON. En la clase del Bhāgavatam de la mañana, por ejemplo, hizo que los devotos cantaran los mantras en sánscrito en respuesta a él y pidió que esto se convirtiera en el programa estándar en todos sus templos. En mayo de 1970, escribió a cada uno de sus veintiséis presidentes de templos de América del Norte y Europa, invitándolos a visitarlo en Los Ángeles:
Now at the present moment, I am concentrating my energy in this Los Angeles Center as ideal for all other centers in respect of Deity worship, Arotrik, Kirtan and other necessary paraphernalia. As I have curtailed my moving program, I wish that you may come here at your convenience and stay here for a few days and see personally how things are going on; and by meeting with me personally for necessary instruction, I hope simultaneously in all Centers the activities will be of the same standard.
Ahora, en este momento, estoy concentrando mi energía en este Centro de Los Ángeles como ideal para todos los demás centros con respecto a la adoración de la Deidad, Arotrik, Kirtan y demás parafernalia necesaria. Como he reducido mi programa de mudanza, deseo que puedan venir aquí a su conveniencia y quedarse aquí por unos días para que vean personalmente cómo van las cosas; al reunirme personalmente conmigo para recibir la instrucción necesaria, espero que simultáneamente en todos los Centros las actividades sean del mismo nivel.
The temple presidents who visited Prabhupāda, most of them young men in their twenties, came with practical as well as philosophical questions. They came with their notebooks, writing down everything from the temple schedule to color schemes, noting the tunes used in the kīrtanas, learning how to manage a saṅkīrtana party. And perhaps most important of all, they would note the things Prabhupāda did and the words he spoke personally to them. The temple presidents would then return to their own centers – in Berkeley or Hamburg or Toronto or Sydney – glowing with ecstasy and ready to implement dozens of new standards they had imbibed from Prabhupāda at the Los Angeles world headquarters.
Los presidentes de los templos que visitaron a Prabhupāda, la mayoría de ellos jóvenes veinteañeros, vinieron con preguntas tanto prácticas como filosóficas. Vinieron con sus cuadernos, anotando todo, desde el horario del templo hasta los esquemas de colores, anotando las melodías usadas en los kīrtanas, aprendiendo cómo manejar una fiesta de saṅkīrtana. Y quizás lo más importante de todo, notarían las cosas que hizo Prabhupāda y las palabras que les habló personalmente. Los presidentes de los templos luego regresaban a sus propios centros, en Berkeley, Hamburgo, Toronto o Sydney, resplandecientes de éxtasis y listos para implementar docenas de nuevos estándares que absorvieron de Prabhupāda en la sede mundial de Los Ángeles.
Although Prabhupāda still spoke of expanding his movement more and more, he seemed content to stay in Los Angeles, reaching the rest of the world through his temple presidents, his saṅkīrtana parties, and his books. New plans were unfolding, however, and Prabhupāda again spoke of a governing body, twelve hand-picked disciples to manage all of ISKCON’s affairs. He also spoke of initiating more sannyāsīs and taking them with him to India to train as itinerant preachers. And to insure that his books were regularly and properly printed, he wanted to form a special committee in charge of book publication.
Aunque Prabhupāda todavía hablaba de expandir su movimiento más y más, parecía contento de quedarse en Los Ángeles, llegando al resto del mundo a través de los presidentes de sus templos, sus fiestas de saṅkīrtana y sus libros. Sin embargo, se estaban desarrollando nuevos planes y Prabhupāda volvió a hablar de un órgano de gobierno, doce discípulos cuidadosamente seleccionados para manejar todos los asuntos de ISKCON. También habló de iniciar a más sannyāsīs y llevarlos con él a la India para entrenarlos como predicadores itinerantes. Y para asegurarse de que sus libros se imprimieran regular y correctamente, quería formar un comité especial a cargo de la publicación de libros.
Sometimes managing his worldwide religious movement, sometimes leading the growing group of devotees in chanting Sanskrit mantras in the Los Angeles temple, and sometimes sitting alone and translating in the pre-dawn hours, Prabhupāda lived happily in Los Angeles.
A veces administrando su movimiento religioso mundial, a veces dirigiendo al creciente grupo de devotos en el canto de mantras en sánscrito en el templo de Los Ángeles y a veces sentado solo y traduciendo en las horas previas al amanecer, Prabhupāda vivía feliz en Los Ángeles.
One day a record arrived from London. The London devotees, who with George Harrison’s help had already produced an album, had now also released a new single, “Govinda.” The song consisted of verses Prabhupāda had taught them from Brahma-saṁhitā, each verse ending with the refrain govindam ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi. Prabhupāda asked that the record be played during the morning program in the temple. The next morning, after he had entered the temple room, bowed down before the Deity, and taken his seat on the vyāsāsana to begin the class, the record began.
Un día llegó un disco de Londres. Los devotos de Londres, que con la ayuda de George Harrison ya habían producido un álbum, ahora también lanzaron un nuevo sencillo, “Govinda”. La canción constaba de versos que Prabhupāda les enseñó del Brahma-saṁhitā, cada verso terminaba con el estribillo govindam ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi. Prabhupāda pidió que se reprodujera el disco durante el programa de la mañana en el templo. A la mañana siguiente, después de entrar en la sala del templo, inclinarse ante la Deidad y tomar asiento en la vyāsāsana para comenzar la clase, comenzó la grabación.
Suddenly, Prabhupāda became stunned with ecstasy. His body shivered, and tears streamed from his eyes. The devotees, feeling a glimmer of their spiritual master’s emotion, began to chant Hare Kṛṣṇa as if chanting japa. The moments seemed to pass slowly. Finally Prabhupāda spoke: Govindam ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi. He was again silent. Then he asked, Is everyone all right? The response was a huge roar: Jaya Prabhupāda! And he began the Śrīmad-Bhāgavatam class.
De repente, Prabhupāda quedó aturdido por el éxtasis. Su cuerpo se estremeció y las lágrimas brotaron de sus ojos. Los devotos, sintiendo un destello de la emoción de su maestro espiritual, comenzaron a cantar Hare Kṛṣṇa como si cantaran japa. Los momentos parecían pasar lentamente. Finalmente Prabhupāda habló: Govindam ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi. Volvió a guardar silencio. Luego preguntó: ¿Están todos bien? La respuesta fue un gran rugido: ¡Jaya Prabhupāda! Y comenzó la clase del Śrīmad-Bhāgavatam.
Vaiṣṇavera kriyā-mudrā vijñe nā bujhāya. No one can understand the mind of a Vaiṣṇava. Only a pure devotee can understand another pure devotee perfectly. But by observing the main activities of Prabhupāda’s life, we can see that whatever he did was pure service to Lord Kṛṣṇa and was a perfect example of how to surrender to Kṛṣṇa. He taught by precept and by example. Often encouraging, even praising his disciples, he always pushed them into more and more participation in the blissful saṅkīrtana movement of Lord Caitanya. But he also exposed the faults of his disciples, and these faults were sometimes great and painful to see, both for him and for his disciples.
Vaiṣṇavera kriyā-mudrā vijñe nā bujhāya. Nadie puede entender la mente de un vaiṣṇava. Sólo un devoto puro puede comprender perfectamente a otro devoto puro. Pero al observar las actividades principales de la vida de Prabhupāda, podemos ver que todo lo que hizo fue servicio puro al Señor Kṛṣṇa y fue un ejemplo perfecto de cómo rendirse a Kṛṣṇa. Enseñaba por precepto, por ejemplo, a menudo animaba a sus discípulos, e incluso los elogiaba y siempre los impulsaba a participar más y más en el dichoso movimiento de saṅkīrtana del Señor Caitanya. Pero también expuso las faltas de sus discípulos, estas faltas eran a veces grandes y dolorosas de ver, tanto para él como para sus discípulos.
One day, as Prabhupāda came into his quarters at the Los Angeles temple, he saw that one of the devotees cleaning his room had placed his picture upside down. A simple mistake. But it indicated something wrong in the disciple’s mentality. Every morning the devotees sing prayers to the spiritual master honoring him as the direct representative of God. How could any sincere disciple not notice that he is standing God’s representative upside down?
Un día, cuando Prabhupāda entró en su habitación en el templo de Los Ángeles, vio que uno de los devotos que limpiaba su habitación había colocado su imagen al revés. Un simple error. Pero indicaba que algo andaba mal en la mentalidad del discípulo. Cada mañana los devotos cantan oraciones al maestro espiritual honrándolo como representante directo de Dios. ¿Cómo podría un discípulo sincero no darse cuenta de que está colocando al representante de Dios boca abajo?
Then a more serious discrepancy. Prabhupāda went to the temple, greeted the Deities, and went to take caraṇāmṛta, the scented water from the bathing of the Deities. It was part of his daily schedule. After his morning walk, he would return to the temple and offer obeisances to the Deities while the “Govinda” record was being played. A devotee would then offer him a few drops of caraṇāmṛta in his right palm, and he would sip it. He had mentioned this item of devotional service in The Nectar of Devotion. Scented with perfumes and flowers, the water comes gliding down through His lotus feet and is collected and mixed with yogurt. In this way this caraṇāmṛta not only becomes very tastefully flavored, but also has tremendous spiritual value. … The devotees who come to visit and offer respects to the Deity take three drops of caraṇāmṛta very submissively and feel themselves happy in transcendental bliss.
Luego una discrepancia más seria. Prabhupāda fue al templo, saludó a las Deidades y fue a tomar caraṇāmṛta, el agua perfumada del baño de las Deidades. Era parte de su agenda diaria. Después de su caminata matutina, regresaba al templo y ofrecía reverencias a las Deidades mientras se tocaba el disco. “Govinda". Luego, un devoto le ofrecía unas gotas de caraṇāmṛta en la palma de su mano derecha y él las bebía a sorbos. Él había mencionado este elemento del servicio devocional en El néctar de la devoción. Aromatizada con perfumes y flores, el agua desciende deslizándose a través de Sus pies de loto y se recoge y se mezcla con yogur. De esta manera, este caraṇāmṛta no solo adquiere un sabor muy sabroso, sino que también tiene un tremendo valor espiritual. ...Los devotos que vienen a visitar y ofrecer sus respetos a la Deidad toman tres gotas de caraṇāmṛta con mucha sumisión y se sienten felices en la bienaventuranza trascendental.
On this particular morning, however, as Śrīla Prabhupāda took caraṇāmṛta, he frowned. Someone had put salt in it! He walked the length of the temple room, took his seat on the vyāsāsana, and before a room full of a hundred devotees, asked, Who has put salt in the caraṇāmṛta? A young girl in a sārī stood and with a nervous smile said she had done it.
Why have you done it? Prabhupāda asked gravely.
I don’t know, she giggled.
Prabhupāda turned to Gargamuni: Get someone responsible.
En esta mañana en particular, sin embargo, mientras Śrīla Prabhupāda tomaba caraṇāmṛta, frunció el ceño. ¡Alguien le había puesto sal! Caminó a lo largo de la sala del templo, se sentó en el vyāsāsana y ante una sala llena de cien devotos, preguntó: ¿Quién ha puesto sal en el caraṇāmṛta?. Una joven con un sārī se puso de pie y con una sonrisa nerviosa dijo que ella lo había hecho.
¿Por qué lo has hecho? Prabhupāda preguntó gravemente.
No lo sé, se rió.
Prabhupāda se dirigió a Gargamuni: Consigue a alguien responsable.
Everyone present felt Prabhupāda’s anger. The unpleasant moment marred the pure temple atmosphere. A disciple worships Kṛṣṇa by pleasing Kṛṣṇa’s representative, the spiritual master; therefore to displease the spiritual master was a spiritual disqualification. The spiritual master was not merely a principle; he was a person – Śrīla Prabhupāda.
Todos los presentes sintieron la ira de Prabhupāda. El momento desagradable estropeó la atmósfera pura del templo. Un discípulo adora a Kṛṣṇa complaciendo al representante de Kṛṣṇa, el maestro espiritual; por lo tanto, desagradar al maestro espiritual era una descalificación espiritual. El maestro espiritual no era simplemente un principio; él era una persona: Śrīla Prabhupāda.
When ISKCON Press in Boston misprinted Prabhupāda’s name on a new book, he became deeply disturbed. The small paperback chapter from the Second Canto of Śrīmad-Bhāgavatam bore his name on the cover as simply A. C. Bhaktivedanta. Omitted was the customary “His Divine Grace” as well as “Svāmī Prabhupāda.” Śrīla Prabhupāda’s name stood almost divested of spiritual significance. Another ISKCON Press publication described Prabhupāda as “ācārya” of ISKCON, although Prabhupāda had repeatedly emphasized that he was the founder-ācārya. There had been many ācāryas, or spiritual masters, and there would be many more; but His Divine Grace A. C. Bhaktivedanta Svāmī Prabhupāda was the sole founder-ācārya of the International Society for Kṛṣṇa Consciousness.
Cuando ISKCON Press en Boston imprimió mal el nombre de Prabhupāda en un nuevo libro, se sintió profundamente perturbado. El pequeño volumen de bolsillo del Segundo Canto del Śrīmad-Bhāgavatam llevaba su nombre en la portada simplemente como A. C.Bhaktivedanta. Se omitió el acostumbrado “Su Divina Gracia” así como “Svāmī Prabhupāda”. El nombre de Śrīla Prabhupāda estaba casi desprovisto de significado espiritual. Otra publicación de ISKCON Press describió a Prabhupāda como “ācārya” de ISKCON, aunque Prabhupāda ya había enfatizado repetidamente que él era el fundador-ācārya. Ha habido muchos ācāryas, o maestros espirituales y habrá muchos más; pero Su Divina Gracia A. C.Bhaktivedanta Svāmī Prabhupāda es el único fundador-ācārya de la Sociedad Internacional para la Conciencia de Kṛṣṇa.
To make matters worse, when Prabhupāda first opened the new Bhāgavatam chapter, the binding cracked and the pages fell out. Prabhupāda glowered.
Para empeorar las cosas, cuando Prabhupāda abrió por primera vez el nuevo volumen del Bhāgavatam, la encuadernación se rompió y las páginas se cayeron. Prabhupāda frunció el ceño.
The devotees in Boston, hearing of Prabhupāda’s anger, knew at once that their mistake in misprinting Śrīla Prabhupāda’s name was a serious oversight. Minimizing the spiritual master’s position was a grave offense, and they had even published the offense. The serious implications were difficult for the devotees to face, and they knew they would have to rectify their mentality before they could make spiritual progress. Prabhupāda criticized the mentality behind these mistakes, and his criticisms were instructive to his disciples. Unless he instructed them about the absolute position of the spiritual master, how would they learn?
Los devotos de Boston, al escuchar la ira de Prabhupāda, supieron de inmediato que su error al escribir mal el nombre de Śrīla Prabhupāda fue un grave descuido. Minimizar la posición del maestro espiritual era una ofensa grave, incluso habían impreso la ofensa. Las serias implicaciones fueron difíciles de enfrentar para los devotos, sabían que tendrían que rectificar su mentalidad antes de poder hacer algún progreso espiritual. Prabhupāda criticó la mentalidad detrás de estos errores, sus críticas fueron instructivas para sus discípulos. A menos que les instruyera sobre la posición absoluta del maestro espiritual, ¿cómo aprenderían?
At the beginning of the Śrīmad-Bhāgavatam class one morning, Prabhupāda called on one of the women devotees: Nandarāṇī. She stood respectfully. Do you chant sixteen rounds every day?
Well, I try to, Prabhupāda.
This is the problem, Prabhupāda said, turning to the temple president. If Nandarāṇī, one of the senior, responsible women, wasn’t chanting regularly, then certainly the new women under her weren’t either. This was the managers’ fault. Prabhupāda had praised and encouraged his disciples for laboring hard to renovate the temple and for going out daily into the streets to chant and distribute magazines. But for a devotee to not chant the prescribed rounds was to neglect the most important instruction.
Una mañana, al comienzo de la clase del Śrīmad-Bhāgavatam, Prabhupāda llamó a una de las devotas: Nandarāṇī. Ella se puso de pie respetuosamente. ¿Cantas dieciséis rondas todos los días?
Bueno, lo intento, Prabhupāda.
Este es el problema, dijo Prabhupāda, dirigiéndose al presidente del templo. Si Nandarāṇī, una de las mujeres mayores y responsables, no cantaba con regularidad, ciertamente las nuevas mujeres bajo su mando tampoco lo hacían. Esto fue culpa de los administradores. Prabhupāda elogiaba y alentaba a sus discípulos por trabajar arduamente para renovar el templo y por salir diariamente a las calles a cantar y distribuir revistas. Pero para un devoto no cantar las rondas prescritas era descuidar la instrucción más importante.
What Nandarāṇī hadn’t said was that the temple authorities had told her that chanting all her sixteen rounds wasn’t necessary, as long as she worked. They had told her this, even though Prabhupāda clearly instructed his disciples at initiation to always chant at least sixteen rounds daily.
Lo que Nandarāṇī no dijo es que las autoridades del templo le dijeron que no era necesario cantar todas sus dieciséis rondas, siempre y cuando trabajara. Ellos le dijeron eso, a pesar de que Prabhupāda instruyó claramente a sus discípulos en la iniciación de siempre cantar al menos dieciséis rondas diarias.
Then another incident. During the morning class, Prabhupāda was discussing Sārvabhauma Bhaṭṭācārya, an associate of Lord Caitanya. Looking among the devotees, he asked, “Who can tell me who is Sārvabhauma Bhaṭṭācārya?” No one spoke. Prabhupāda waited. “None of you can tell me who is Sārvabhauma Bhaṭṭācārya?” he asked. One girl raised her hand; she had “read something about him” – that was all.
Después otro incidente. Durante la clase de la mañana, Prabhupāda estaba hablando sobre Sārvabhauma Bhaṭṭācārya, un asociado del Señor Caitanya. Mirando entre los devotos, preguntó: ¿Quién puede decirme quién es Sārvabhauma Bhaṭṭācārya?. Nadie habló. Prabhupāda esperó. ¿Ninguno de ustedes puede decirme quién es Sārvabhauma Bhaṭṭācārya? preguntó. Una jóven levantó la mano; ella había leído algo sobre él – eso era todo.
Aren’t you ashamed? Prabhupāda looked at the men. You should be the leaders. If the men cannot advance, then the women cannot advance. You must be brāhmaṇas. Then your wives will be brāhmaṇas. But if you are not brāhmaṇas, then what can they do? Without improving their chanting and without reading Kṛṣṇa conscious literature, Prabhupāda said, they would never attain the purity necessary for preaching Lord Caitanya’s message.
¿No les da vergüenza? Prabhupāda miró a los hombres. Ustedes deberían ser los líderes. Si los hombres no pueden avanzar, entonces las mujeres no podrán avanzar. Deben ser brāhmaṇas. Entonces sus esposas serán brāhmaṇas. Pero si no son brāhmaṇas, entonces, ¿qué pueden hacer ellas?. Sin mejorar su canto y sin leer literatura de la Consciencia de Kṛṣṇa, dijo Prabhupāda, nunca alcanzarían la pureza necesaria para predicar el mensaje del Señor Caitanya.
While the local anomalies were weighing heavily on Śrīla Prabhupāda, he learned of strange things his disciples in India had written in their letters, and he became more disturbed. One letter to devotees in America reported that Prabhupāda’s Godbrothers in India objected to his title Prabhupāda. According to them, only Bhaktisiddhānta Sarasvatī should be called Prabhupāda, and they referred to Prabhupāda as “Svāmī Mahārāja.” Prabhupāda also learned that some of his disciples were saying he was not the only spiritual master. They were interested in reading Bhaktisiddhānta Sarasvatī’s books – as if to discover some new teaching Prabhupāda had not yet revealed.
Mientras las anomalías locales pesaban mucho sobre Śrīla Prabhupāda, se enteró de cosas extrañas que sus discípulos en la India estaban escribiendo en sus cartas y se sintió más perturbado. Una carta a los devotos en Estados Unidos informó que los hermanos espirituales de Prabhupāda en la India se opusieron a su título de Prabhupāda. Según ellos, solo Bhaktisiddhānta Sarasvatī debería ser llamado Prabhupāda, se refirieron a Prabhupāda como “Svāmī Mahārāja”. Prabhupāda también supo que algunos de sus discípulos decían que él no era el único maestro espiritual. Estaban interesados en leer los libros de Bhaktisiddhānta Sarasvatī, como para descubrir alguna nueva enseñanza que Prabhupāda aún no les había revelado.
Prabhupāda regarded these remarks as dangerous for ISKCON. Advancement in spiritual life was based on implicit faith in the spiritual master, and to Prabhupāda these new ideas indicated a relative conception, as opposed to the absolute conception, of the spiritual master. Such a conception could destroy all he had established; at least, it could destroy the spiritual life of anyone who held it.
Prabhupāda consideró estos comentarios como peligrosos para ISKCON. El avance en la vida espiritual se basa en la fe implícita en el maestro espiritual, para Prabhupāda estas nuevas ideas indicaban una concepción relativa, en oposición a la concepción absoluta, del maestro espiritual. Tal concepción podría destruir todo lo que él ya había establecido; al menos, podría destruir la vida espiritual de cualquiera que lo sostuviera.
Though sometimes ignorant, his disciples, he knew, were not malicious. Yet these letters from India carried a spiritual disease transmitted by several of Prabhupāda’s Godbrothers to his disciples there. Prabhupāda had already been troubled when some of his Godbrothers had refused to help him secure land in Māyāpur, the birthplace of Lord Caitanya. Although he had asked them to help his inexperienced disciples purchase land, they had not complied. In fact, some of them had worked against him. Prabhupāda had written to one of his Godbrothers, I am so sorry to learn that there is a sort of conspiracy by some of our Godbrothers as not to give me a place at Māyāpur.
Aunque a veces ignorantes, sabía que sus discípulos no eran maliciosos. Sin embargo, estas cartas de la India traían una enfermedad espiritual transmitida por varios de los hermanos espirituales de Prabhupāda a sus discípulos allí. Prabhupāda ya se había preocupado cuando algunos de sus hermanos espirituales se negaron a ayudarlo a asegurar la tierra en Māyāpur, el lugar de nacimiento del Señor Caitanya. Aunque les pidió que ayudaran a sus discípulos inexpertos a comprar tierras, no lo obedecieron. De hecho, algunos de ellos trabajaron en su contra. Prabhupāda escribió a uno de sus hermanos espirituales: Lamento mucho saber que hay una especie de conspiración por parte de algunos de nuestros hermanos espirituales para no darme un lugar en Māyāpur.
Prabhupāda was sensitive to any threat to ISKCON. His accepting the name Prabhupāda, his teaching that the disciple must approach the spiritual master as the direct representative of Kṛṣṇa, without attempting to jump over him to the previous spiritual masters – these things he had carefully explained to his disciples. But now a few irresponsibly spoken remarks in India were weakening the faith of some of his disciples. Perhaps this insidious contamination that was now spreading had precipitated the blunders at ISKCON Press and even the discrepancies in Los Angeles. Talks about the relative position of the spiritual master could only be the workings of māyā, the Lord’s illusory energy. Māyā was attempting to bewilder the devotees of ISKCON. That was her job: to lead the conditioned souls away from Kṛṣṇa’s service.
Prabhupāda era sensible a cualquier amenaza a ISKCON. Su aceptación del nombre Prabhupāda, su enseñanza de que el discípulo debe acercarse al maestro espiritual como el representante directo de Kṛṣṇa, sin intentar pasar por encima de él a los maestros espirituales anteriores: estas cosas ya las había explicado cuidadosamente a sus discípulos. Pero ahora algunos comentarios irresponsables en la India estaban debilitando la fe de algunos de sus discípulos. Quizás esta contaminación insidiosa que ahora se estaba extendiendo causó los errores en ISKCON Press e incluso las discrepancias en Los Ángeles. Las conversaciones sobre la posición relativa del maestro espiritual solo pueden ser obra de māyā, la energía ilusoria del Señor. Māyā estaba intentando desconcertar a los devotos de ISKCON. Ese era su trabajo: alejar a las almas condicionadas del servicio de Kṛṣṇa.
The recent events began to hamper Prabhupāda’s writing. He had been working quickly in Los Angeles and had recently finished the second and final volume of Kṛṣṇa. And on the very tape on which he had dictated the last chapter of Kṛṣṇa, he had immediately begun a summary of the Eleventh Canto of Śrīmad-Bhāgavatam. Gradually, however, his writing stopped.
Los eventos recientes comenzaron a obstaculizar la escritura de Prabhupāda. Estuvo trabajando rápidamente en Los Ángeles y recientemente había terminado el segundo y último volumen de Kṛṣṇa. En la misma cinta en la que dictó el último capítulo de Kṛṣṇa, inmediatamente comenzó un resumen del Undécimo Canto del Śrīmad-Bhāgavatam. Poco a poco, sin embargo, dejó de escribir.
Karandhara: Prabhupāda’s translating would require a great deal of concentration. He would have two or three of his big Bhāgavatam volumes opened up and sometimes a number of other small books, which he would refer to for something or other. He would sit, wearing his glasses and speaking into his dictating machine, and he would be completely absorbed in reading. Sometimes he would make a brief note, then look into one of his books, then open another book, turn back to another page, make a note, and then dictate. It required a great deal of concentration. I think that’s why Prabhupāda did most of it at night, after he would rise from his late evening nap. From one or two in the morning until six or seven in the morning he would be absorbed. It was quiet at that time, and he could become absorbed.
Karandhara: La traducción de Prabhupāda requeriría mucha concentración. Tendría dos o tres de sus grandes volúmenes de Bhāgavatam abiertos, a veces, una serie de otros libros pequeños, a los que se referiría para una cosa u otra. Se sentaba, usaba sus anteojos y hablaba en su máquina de dictar, estaba completamente absorto en la lectura. A veces, tomaba una breve nota, luego miraba uno de sus libros, luego abría otro libro, regresaba a otra página, tomaba una nota y luego dictaba. Requería mucha concentración. Creo que es por eso que Prabhupāda lo hizo la mayor parte de la noche, después de levantarse de su siesta nocturna. Desde la una o las dos de la mañana hasta las seis o las siete de la mañana estaba absorto. Estaba tranquilo en ese momento, él podía estar absorto.
But when Prabhupāda became disturbed about the problems in ISKCON, it inhibited his work. He was spending his time discussing with visiting devotees or myself or whoever was there. Then he would spend more time thinking matters over or pondering the problem, and he wouldn’t be able to concentrate on his translating. These difficulties disturbed him, and he would think about them and say, “I have not been able to concentrate. I have been thinking about this problem.”
Pero cuando Prabhupāda se inquietó por los problemas en ISKCON, inhibió su trabajo. Pasaba su tiempo discutiendo con los devotos visitantes o conmigo mismo o quienquiera que estuviera allí. Entonces pasaría más tiempo pensando en los asuntos o reflexionando sobre el problema y no era capaz de concentrarse en su traducción. Estas dificultades lo perturbaban, pensaba en ellas y decía: “No he podido concentrarme. He estado pensando en este problema”.
Although the spiritual master suffers for his disciples’ mistakes, Prabhupāda’s perspective was not simply negative. He continued chanting and lecturing in the temple and inviting the leaders of his movement to visit him in the ideal center of Los Angeles; but he also corrected the diseased mentality wherever it appeared. When, for example, Gurudāsa wrote from London to say that they had allowed an Indian guest to lecture in the temple while sitting on Prabhupāda’s vyāsāsana, Prabhupāda immediately wrote back, correcting him:
Aunque el maestro espiritual sufre por los errores de sus discípulos, la perspectiva de Prabhupāda no era simplemente negativa. Continuó cantando y dando conferencias en el templo e invitando a los líderes de su movimiento a visitarlo en el centro ideal de Los Ángeles; pero también corrigió la mentalidad enferma dondequiera que aparecía. Cuando, por ejemplo, Gurudāsa escribió desde Londres para decir que permitieron que un invitado indio diera una conferencia en el templo mientras estaba sentado en el vyāsāsana de Prabhupāda, Prabhupāda respondió de inmediato y lo corrigió:
“I am surprised how you allowed Mr. Parikh to sit on the Vyasasana. You know that Vyasasana is meant for the representative of Vyasadeva, the Spiritual Master, but Mr. Parikh does not come in the Parampara to become the representative of Vyas, neither does he have any sound knowledge of Vaisnava principles. I understand from your letter that sometimes discussions on Aurobindo philosophy are done by Mr. Parikh from the Vyasasana, so I am a little surprised how did you allow like this. I think you should rectify immediately all these mistakes as stated by you in the last two lines of your letter, “I think the best thing to do is to stop his class. Nonsense ought not to be tolerated.””
«Me sorprende cómo permitiste que el Sr. Parikh se sentara en Vyasasana. Sabes que el Vyasasana está destinado al representante de Vyasadeva, el Maestro Espiritual, pero el Sr. Parikh no viene del Parampara para convertirse en el representante de Vyasa, ni tiene ningún conocimiento sólido de los principios Vaisnavas. Entiendo por su carta que a veces el Sr. Parikh realiza sentado en el Vyasasana discusiones sobre la filosofía de Aurobindo, por lo que estoy un poco sorprendido de cómo se permitió esto. Pienso que deberías rectificar de inmediato todos estos errores como lo afirmas en las dos últimas líneas de tu carta: 'Creo que lo mejor que se puede hacer es detener su clase. Las tonterías no deberían ser toleradas'».
In a letter from Paris, Tamāla Kṛṣṇa asked Prabhupāda philosophical questions about the perfection of the spiritual master, and Prabhupāda answered fully, but sternly:
En una carta desde París, Tamāla Kṛṣṇa le hizo preguntas filosóficas a Prabhupāda acerca de la perfección del maestro espiritual, Prabhupāda respondió completamente, pero con severidad:
“A Spiritual Master is always liberated. In any condition of His life He should not be mistaken as an ordinary human being. This position of the Spiritual Master is achieved by three processes. One is called sadhan siddha. That means one who is liberated by executing the regulative principles of devotional service. Another is kripa siddha, one who is liberated by the mercy of Kṛṣṇa or His devotee. And another is nitya siddha who is never forgetful of Kṛṣṇa throughout his whole life. These are the three features of the perfection of life.
So far Narada Muni is concerned, in His previous life He was a maidservant’s son, but by the mercy of the devotees He later on became siddha and next life He appeared as Narada with complete freedom to move anywhere by the grace of the Lord. So even though he was in His previous life a maidservant’s son there was no impediment in the achievement of His perfect spiritual life. Similarly any living entity who is conditioned can achieve the perfectional stage of life by the above mentioned processes and the vivid example is Narada Muni.
So I do not know why you have asked about my previous life. Whether I was subjected to the laws of material nature? So, even though accepting that I was subjected to the laws of material nature, does it hamper in my becoming Spiritual Master? What is your opinion? From the life of Narada Muni it is distinct that although He was a conditioned soul in His previous life, there was no impediment of His becoming the Spiritual Master. This law is applicable not only to the Spiritual Master, but to every living entity.
So far I am concerned, I cannot say what I was in my previous life, but one great astrologer calculated that I was previously a physician and my life was sinless. Besides that, to corroborate the statement of Bhagavad-gita “sucinam srimatam gehe yogabhrasta ’bhijayate,” which means an unfinished yogi takes birth in rich family or born of a suci or pious father. By the grace of Kṛṣṇa I got these two opportunities in the present life to be born of a pious father and brought up in one of the richest, aristocratic families of Calcutta (Kasinatha Mullik). The Radha Kṛṣṇa Deity in this family called me to meet Him, and therefore last time when I was in Calcutta, I stayed in that temple along with my American disciples. Although I had immense opportunities to indulge in the four principles of sinful life because I was connected with a very aristocratic family, Kṛṣṇa always saved me, and throughout my whole life I do not know what is illicit sex, intoxication, meat-eating or gambling. So far my present life is concerned, I do not remember any part of my life when I was forgetful of Kṛṣṇa.”
«Un Maestro Espiritual siempre está liberado. En cualquier condición de Su vida, Él no debe ser confundido con un ser humano ordinario. Esta posición de Maestro Espiritual se logra mediante tres procesos. Uno se llama sadhan siddha. Eso significa alguien que se libera al ejecutar los principios regulativos del servicio devocional. Otro es kripa siddha, aquel que es liberado por la misericordia de Kṛṣṇa o Su devoto. El otro es nitya siddha que nunca se olvida de Kṛṣṇa durante toda su vida. Estas son las tres características de la perfección de la vida.
En lo que respecta a Narada Muni, en Su vida anterior fue el hijo de una sirvienta, pero por la misericordia de los devotos, más tarde se convirtió en siddha y en la siguiente vida apareció como Narada con total libertad para moverse a cualquier lugar por la gracia del Señor. Entonces, aunque en Su vida anterior fue hijo de una sirvienta, no hubo impedimento para lograr que Su vida espiritual fuera perfecta. De manera similar, cualquier entidad viviente que esté condicionada puede alcanzar la etapa perfecta de la vida mediante los procesos antes mencionados, el vívido ejemplo es Narada Muni.
Así que no sé por qué me has preguntado por mi vida anterior. ¿Estaba sujeto a las leyes de la naturaleza material? Entonces, a pesar de aceptar que estuviera sujeto a las leyes de la naturaleza material, ¿me impidediría convertirme en Maestro Espiritual? ¿Cuál es tu opinión? De la vida de Narada Muni se distingue que aunque Él era un alma condicionada en Su vida anterior, no hubo impedimento para que se convirtiera en Maestro Espiritual. Esta ley es aplicable no sólo al Maestro Espiritual, sino a toda entidad viviente.
En lo que a mí respecta, no puedo decir lo que fui en mi vida anterior, pero un gran astrólogo calculó que antes era médico y mi vida no tuvo pecado. Además de eso, para corroborar la declaración del Bhagavad-gita “sucinam srimatam gehe yogabhrasta 'bhijayate”, lo que significa que un yogui incompleto nace en una familia rica o nace de un padre suci o piadoso. Por la gracia de Kṛṣṇa obtuve estas dos oportunidades en la vida presente de nacer de un padre piadoso y crecer en una de las familias aristocráticas más ricas de Calcuta (Kasinatha Mullik). La Deidad de Radha Kṛṣṇa en esta familia me llamó a encontrarme con Él, por lo tanto, la última vez que estuve en Calcuta, me quedé en ese templo junto con mis discípulos estadounidenses. Aunque tuve inmensas oportunidades de complacerme en los cuatro principios de la vida pecaminosa porque estaba conectado con una familia muy aristocrática, Kṛṣṇa siempre me salvó y durante toda mi vida no sé qué es el sexo ilícito, la intoxicación, comer carne o apostar. . En lo que concierne a mi vida actual, no recuerdo ninguna parte de mi vida cuando me haya olvidado de Kṛṣṇa».
Prabhupāda thought some of his leaders had become entangled in ISKCON management and were trying to gain control for themselves. In the classes he would speak of this only indirectly, as he had when he had exposed that the devotees weren’t chanting and reading enough. Consequently, most devotees were unaware of Prabhupāda’s anxiety. But occasionally, while sitting in his room or in the garden, Prabhupāda would express his concern. He wanted his disciples to manage ISKCON, but to do so they must be pure. Only then would he be able to concentrate on writing books. In June he wrote to Brahmānanda:
Prabhupāda pensó que algunos de sus líderes se habían enredado con la administración de ISKCON y estaban tratando de obtener el control por sí mismos. En las clases, él hablaba de esto solo indirectamente, como lo hizo cuando expuso que los devotos no estaban cantando y leyendo lo suficiente. En consecuencia, la mayoría de los devotos desconocían la ansiedad de Prabhupāda. Pero ocasionalmente, mientras estaba sentado en su habitación o en el jardín, Prabhupāda expresaba su preocupación. Quería que sus discípulos administraran ISKCON, pero para hacerlo debían ser puros. Solo entonces podría concentrarse en escribir libros. En junio le escribió a Brahmānanda:
“Now my desire is that I completely devote my time in the matter of writing and translating books, and arrangement should now be done that our Society be managed automatically. I think we should have a central governing body for dealing with important matters. I have already talked with Gargamuni about this. So if you come back by the Rathayatra festival, we can have a preliminary meeting at San Francisco in this connection.”
«Ahora mi deseo es que dedique mi tiempo por completo a escribir y traducir libros, ahora se deben hacer arreglos para que nuestra Sociedad se administre automáticamente. Creo que deberíamos tener un órgano de gobierno central para tratar asuntos importantes. Ya he hablado con Gargamuni sobre esto. Entonces, si regresas para el festival Rathayatra, podemos tener una reunión preliminar en San Francisco a este respecto».
Returning to Los Angeles, Prabhupāda announced he would award several of his disciples the sannyāsa order. The devotee community excitedly prepared for the festival. The sannyāsīs, Prabhupāda said, would leave their temples to travel and preach. It was an unprecedented change for ISKCON, a sensation, and the devotees loved it.
Al regresar a Los Ángeles, Prabhupāda anunció que otorgaría a varios de sus discípulos la orden de sannyāsa. La comunidad de devotos se preparó con entusiasmo para el festival. Los sannyāsīs, dijo Prabhupāda, dejarían sus templos para viajar y predicar. Fue un cambio sin precedentes para ISKCON, una sensación, a los devotos les encantó.
Although Prabhupāda was awarding sannyāsa to some of his most advanced disciples, he also said the sannyāsa initiation was to purify these disciples and to rid them of their entanglement in material desires. He set the initiation for the end of July, two weeks later.
Aunque Prabhupāda estaba otorgando sannyāsa a algunos de sus discípulos más avanzados, también dijo que la iniciación de sannyāsa era para purificar a estos discípulos y librarlos de su enredo en los deseos materiales. Fijó la iniciación para fines de julio, dos semanas después.
One day in Los Angeles, a visiting devotee speaking with Prabhupāda in his room humbly asked why Prabhupāda hadn’t answered his questions in a recent letter. Prabhupāda remembered no such letter. Inquiring from his secretary, Prabhupāda discovered that his secretary often showed incoming letters to certain temple leaders, who at their discretion would sometimes withhold letters they considered petty or too disturbing.
Un día en Los Ángeles, un devoto visitante que hablaba con Prabhupāda en su habitación preguntó humildemente por qué Prabhupāda no había respondido sus preguntas en una carta reciente. Prabhupāda no recordaba tal carta. Al preguntarle a su secretario, Prabhupāda descubrió que su secretario a menudo mostraba las cartas entrantes a ciertos líderes del templo, quienes, a su discreción, a veces retenían las cartas que consideraban insignificantes o demasiado perturbadoras.
Prabhupāda was outraged. How dare they come between him and his other disciples? How could they presume to make such decisions on their own? How could a disciple censor his spiritual master’s mail?
Prabhupāda estaba indignado. ¿Cómo se atreven a interponerse entre él y sus otros discípulos? ¿Cómo podían atreverse a tomar tales decisiones por su cuenta? ¿Cómo puede un discípulo censurar el correo de su maestro espiritual?
Although Prabhupāda reprimanded the devotees involved, the incident only increased the already heavy burden on his mind. Again the thought of spiritual disease transmitted in letters from India disturbed him. He found no one close to him in Los Angeles with whom he could speak confidentially about this serious minimization of the spiritual master. As his anxiety affected him bodily, he fell ill and stopped eating.
Aunque Prabhupāda reprendió a los devotos involucrados, el incidente solo aumentó la carga que ya era pesada en su mente. Nuevamente lo perturbó el pensamiento de la enfermedad espiritual transmitida en cartas de la India. No encontró a nadie cercano a él en Los Ángeles con quien pudiera hablar confidencialmente sobre esta grave minimización del maestro espiritual. Como su ansiedad lo afectó corporalmente, enfermó y dejó de comer.
Karandhara: I’d heard some things, but in the spirit of “going on” it had all been glossed over. And Prabhupāda didn’t talk much about it either. One time, though, I was in his room, right after the sannyāsīs had left Los Angeles, and he asked me if I understood what had gone on. I said, “Well, I think so.” But I didn’t really know very much.
Karandhara: Escuché algunas cosas, pero con el espíritu de. “continuar", todo se había pasado por alto. Prabhupāda tampoco habló mucho al respecto. Una vez, sin embargo, estaba en su habitación, justo después de que los sannyāsīs se fueran de Los Ángeles, me preguntó si entendía lo que había sucedido. Dije: “Bueno, creo que sí”. Pero en realidad no sabía mucho.
At that time the devotees who were going out on saṅkīrtana were in the alleyway chanting, and Prabhupāda was at his desk. Hearing the kīrtana, he turned back, looking in the direction of the devotees below his window, and smiled. Then he turned to me. “They’re innocent,” he said. “Do not involve them in this business.”
En ese momento, los devotos que salían a saṅkīrtana estaban cantando en el callejón y Prabhupāda estaba en su escritorio. Al escuchar el kīrtana, se dio la vuelta, miró en dirección a los devotos debajo de su ventana y sonrió. Luego se volvió hacia mí. “Son inocentes”, dijo. “No los involucres en este asunto”.
Karandhara still didn’t understand, and he wondered what not to involve them in. He did know, however, that a shadow was hanging over the heads of the sannyāsīs.
Karandhara todavía no entendía y se preguntó en qué no involucrarlos. Sin embargo, sabía que una sombra se cernía sobre las cabezas de los sannyāsīs.
Prabhupāda requested three trusted disciples to come be with him in Los Angeles.
Prabhupāda pidió a tres discípulos de confianza que fueran con él a Los Ángeles.
Rūpānuga: I was in Buffalo and the phone rang. Someone said, “Śrīla Prabhupāda is on the telephone.” I said, “What? You’re kidding!” It wasn’t Śrīla Prabhupāda, but it was his servant, Devānanda. Devānanda said, “Śrīla Prabhupāda wants you to come to Los Angeles.” I said, “What’s wrong?” He said, “Well, he doesn’t want...” Then he said, “Śrīla Prabhupāda wants to talk about it now.”
Rūpānuga: Estaba en Buffalo, sonó el teléfono. Alguien dijo, “Śrīla Prabhupāda está al teléfono”. ¿Dije que? ¡Estás bromeando! No era Śrīla Prabhupāda, era su sirviente, Devānanda. Devānanda dijo: “Śrīla Prabhupāda quiere que vengas a Los Ángeles”. Dije: “¿Qué pasa?.” Él dijo: “Bueno, él no quiere...”. Luego dijo: “Śrīla Prabhupāda quiere hablar de eso ahora”.
So Śrīla Prabhupāda got on the phone, and as soon as I heard him on the line, I paid my obeisances. Then I said, “Śrīla Prabhupāda, what’s wrong?” He said, “You didn’t know I was ill?” I said, “No!” He said, “You should come immediately.”
Así que Śrīla Prabhupāda se puso al teléfono, tan pronto como lo escuché en la línea, le ofrecí mis reverencias. Entonces dije: “Śrīla Prabhupāda, ¿qué pasa?”. Él dijo: “¿No sabías que estuve enfermo?.” ¡Dije que no!.” Él dijo: “Debes venir de inmediato".
Then I said, “Uh... uh... Śrīla Prabhupāda, let me speak to Devānanda.” I didn’t know what was going on, so I asked Devānanda, “Tell me what’s going on.” Then he said, “Śrīla Prabhupāda said he will talk with you when you come. He will explain everything.”
Entonces dije: “Uh... uh... Śrīla Prabhupāda, déjame hablar con Devānanda”. No sabía qué estaba pasando, así que le pregunté a Devānanda: “Dime qué está pasando”. Luego dijo: “Śrīla Prabhupāda dijo que hablará contigo cuando vengas. Él te explicará todo.”
Bhagavān dāsa: One day after coming back from saṅkīrtana, I received a call from Rūpānuga, who told me he was on his way to Los Angeles, having received a call from Prabhupāda that there was some disturbance there. He couldn’t tell me more, but he said he would call me when he returned.
Bhagavān dāsa: Un día después de regresar de saṅkīrtana, recibí una llamada de Rūpānuga, quien me dijo que estaba en camino a Los Ángeles, después de haber recibido una llamada de Prabhupāda de que había algún disturbio allí. No pudo decirme más, pero dijo que me llamaría cuando regresara.
This set my mind reeling. I sat in the chair, hot and sweaty after coming back from saṅkīrtana, my mind absorbed in thinking of Prabhupāda and what could be going on. I called Los Angeles to talk to Prabhupāda’s secretary, Devānanda, who told me he couldn’t really say anything at that point. I was hoping somehow or other I would get more information of the situation, but after waiting some time, I went in to take my shower.
Esto hizo tambalear mi mente. Me senté en la silla, caliente y sudoroso después de regresar de saṅkīrtana, mi mente absorta pensando en Prabhupāda y lo que podría estar pasando. Llamé a Los Ángeles para hablar con el secretario de Prabhupāda, Devānanda, quien me dijo que en realidad no podía decir nada en ese momento. Tenía la esperanza de que de alguna manera obtendría más información de la situación, pero después de esperar un tiempo, entré a tomar mi ducha.
I was in the shower when all of a sudden someone banged on the door. “Prabhupāda is on the telephone. He wants to speak with you.” I was sure there was some misunderstanding – how is it possible that the spiritual master could be on the telephone? Anyway, I ran out of the shower, all wet, and picked up the telephone and said, “Hello?”
Estaba en la ducha cuando de repente alguien golpeó la puerta. “Prabhupāda está al teléfono. Quiere hablar contigo. Estaba seguro de que había algún malentendido: ¿cómo es posible que el maestro espiritual esté hablando por teléfono? De todos modos, salí corriendo de la ducha, todo mojado, cogí el teléfono y dije: “¿Hola?"
There was a long pause. Then all of a sudden I heard Śrīla Prabhupāda’s voice on the other end: “Bhagavān dāsa?”
Hubo una larga pausa. Entonces, de repente, escuché la voz de Śrīla Prabhupāda en el otro extremo: “¿Bhagavān dāsa?”.
“Yes,” I said. “Śrīla Prabhupāda, please accept my humble obeisances. How can I serve you?” I was completely stunned. Then Prabhupāda’s voice came slowly on the phone, “There are many things that you will do, but the first thing is that you must come here immediately.” I said, “Of course, Śrīla Prabhupāda, I will be there right away.” And with that we both hung up.
"Sí”, dije. “Śrīla Prabhupāda, por favor acepte mis humildes reverencias. ¿Como puedo servirle?.” Estaba completamente aturdido. Luego, la voz de Prabhupāda llegó lentamente al teléfono: “Hay muchas cosas que harás, pero lo primero es que debes hacer es venir aquí de inmediato". Dije: “Por supuesto, Śrīla Prabhupāda, estaré allí de inmediato”. Con eso ambos colgamos.
I managed to gather the money together to take the flight to Los Angeles. And when I got on the plane in Detroit, it just so happened that Rūpānuga was also on the same plane. We sat together and discussed what could possibly be happening in Los Angeles to cause Śrīla Prabhupāda so much distress.
Logré juntar el dinero para tomar el vuelo a Los Ángeles. Cuando subí al avión en Detroit, resultó que Rūpānuga también estaba en el mismo avión. Nos sentamos juntos y hablamos sobre lo que podría estar sucediendo en Los Ángeles para causar tanta angustia a Śrīla Prabhupāda.
When we arrived at the airport, Karandhara picked us up and told us that some of the older devotees had been plotting against Prabhupāda and that that day Prabhupāda had given several of the men sannyāsa and sent them away to preach. This was all quite amazing to me, and I didn’t really know what to make of it.
Cuando llegamos al aeropuerto, Karandhara nos recogió y nos dijo que algunos de los devotos mayores estuvieron conspirando contra Prabhupāda y que ese día Prabhupāda les había dado sannyāsa a varios de ellos y los había enviado a predicar. Todo esto fue bastante sorprendente para mí y realmente no sabía qué hacer con eso.
When we came into Prabhupāda’s room, he looked distressed and was rubbing his head, complaining of the blood pressure that was caused by the conspiracy.
Cuando entramos en la habitación de Prabhupāda, se veía angustiado y se frotaba la cabeza, quejándose de la presión arterial causada por la conspiración.
Tamāla Kṛṣṇa: I had written Śrīla Prabhupāda a lengthy letter from Paris, describing how we wanted to expand our preaching efforts in Europe, and suddenly I received a telegram from His Divine Grace that said, “Received your letter 26 July. Come Los Angeles immediately.” I was quite surprised, and I remember disentangling myself that very day and leaving that night, even though I was in charge of the activities there.
Tamāla Kṛṣṇa: Le había escrito a Śrīla Prabhupāda una larga carta desde París, describiendo cómo queríamos expandir nuestros esfuerzos de prédica en Europa, y de repente recibí un telegrama de Su Divina Gracia que decía: “Recibí su carta el 26 de julio. Ven a Los Ángeles inmediatamente. Me sorprendió bastante, recuerdo que me desenredé ese mismo día y me fui esa noche, a pesar de que yo estaba a cargo de las actividades de allí.
When I arrived in Los Angeles, I found Rūpānuga, Bhagavān, Kīrtanānanda Svāmī, and Karandhara. I was in a very enthusiastic, blissful mood from having done so much saṅkīrtana, and I had no idea of any difficulty. But these devotees were all in a heavy, sober, somber mood, and they tried to explain to me what was going on. But actually I could not get a very clear understanding. I had arrived in the late afternoon, and I could not see Śrīla Prabhupāda.
Cuando llegué a Los Ángeles, encontré a Rūpānuga, Bhagavān, Kīrtanānanda Svāmī y Karandhara. Estaba en un estado de ánimo muy entusiasta y dichoso por haber hecho tanto saṅkīrtana, y no tenía idea de ninguna dificultad. Pero estos devotos estaban todos de un humor pesado, sobrio y sombrío, trataron de explicarme lo que estaba pasando. Pero en realidad no pude obtener una comprensión muy clara. Había llegado al final de la tarde y no podría ver a Śrīla Prabhupāda.
Early the next morning, when Prabhupāda was informed that I had arrived, he called for me before maṅgala-ārati. I went up to his quarters, and when I came through the door, Prabhupāda was sitting in his room with his head downward. He looked up, and he appeared to be almost ill. He was gaunt and looked very sorrowful. He said meekly, just as I was bowing down, “Have they told you?”
Temprano a la mañana siguiente, cuando se le informó a Prabhupāda que yo había llegado, me llamó antes de maṅgala-ārati. Subí a sus habitaciones, cuando crucé la puerta, Prabhupāda estaba sentado en su habitación con la cabeza hacia abajo. Levantó la vista y parecía estar casi enfermo. Estaba demacrado y parecía muy triste. Él dijo mansamente, justo cuando me inclinaba: “¿Te lo han dicho?"
Of course, I hadn’t really understood everything, but in reply to his question I said, “Yes, they have told me some things.” And Prabhupāda said, “Can you help me?” So I answered, “Yes, Śrīla Prabhupāda.” He said, “Can you take me out of here?” I said, “Yes, Śrīla Prabhupāda.”
Por supuesto, en realidad no había entendido todo, pero en respuesta a su pregunta dije: “Sí, me han dicho algunas cosas”. Prabhupāda dijo: “¿Puedes ayudarme?.” Así que respondí: “Sí, Śrīla Prabhupāda”. Él dijo: “¿Puedes sacarme de aquí?.” Dije: “Sí, Śrīla Prabhupāda”.
Of course, I didn’t feel that I could help Śrīla Prabhupāda, but I could understand that I had to say yes. How can you say, “No, I won’t”? But how far could I help? It’s like lifting the heaviest object in the world. The guru is so heavy, and yet I had to say yes.
Por supuesto, no sentí que pudiera ayudar a Śrīla Prabhupāda, pero pude entender que tenía que decir que sí. ¿Cómo puedes decir: “No, no lo haré”? Pero, ¿hasta dónde podría ayudar? Es como levantar el objeto más pesado del mundo. El guru es tan pesado y sin embargo, tuve que decir que sí.
So Prabhupāda asked me next, “Where will you take me?” And I said, “Well, we can go to Florida.” He said, “No, that is not far enough.” I said, “I could take you to Europe.” He said, “No, that also will not be good. The problem may be there also.” So anyway, we didn’t conclude where to go at that time. But Prabhupāda said, “It is like a fire here. I must leave at once. It has become like a fire.”
Así que Prabhupāda me preguntó a continuación: “¿Adónde me llevarás?.” Le dije: “Bueno, podemos ir a Florida”. Él dijo: “No, eso no es suficiente”. Dije: “Podría llevarte a Europa”. Él dijo: “No, eso tampoco será bueno. El problema también puede estar ahí”. Entonces, de todos modos, no concluimos a dónde ir en ese momento. Pero Prabhupāda dijo: “Es como un fuego aquí. Debo irme de una vez. Se ha vuelto como un fuego”.
Prabhupāda confided in Rūpānuga, Tamāla Kṛṣṇa, and Bhagavān about the various incidents: his mail withheld, his name misprinted, his riding in the Ratha-yātrā parade restricted. He mentioned these and other indications that certain persons wanted to move him into the background, out of the reach of his disciples. He didn’t want to stay in Los Angeles, he didn’t want to stay in the United States, he didn’t even want to go to Europe. He wanted to leave the arena of his disciples’ offenses. But before leaving, he wanted to complete his plans for establishing a governing body to manage ISKCON. To this end he dictated the following on July 28:
Prabhupāda les confió a Rūpānuga, Tamāla Kṛṣṇa y Bhagavān los diversos incidentes: su correo retenido, su nombre mal impreso, su participación en el desfile de Ratha-yātrā restringida. Mencionó estos y otros indicios de que ciertas personas querían pasarlo a un segundo plano, fuera del alcance de sus discípulos. No quería quedarse en Los Ángeles, no quería quedarse en los Estados Unidos, ni siquiera quería ir a Europa. Quería abandonar la arena de las ofensas de sus discípulos. Pero antes de irse, quería completar sus planes para establecer un órgano de gobierno para administrar ISKCON. Al efecto dictó lo siguiente el 28 de julio:
“I, the undersigned, A. C. Bhaktivedanta Svāmī, disciple of Om Visnupad Paramhansa 108 Sri Srimad Bhaktisiddhanta Sarasvati Gosvami Maharaj Prabhupada, came in the United States in 1965 on September 18th for the purpose of starting Kṛṣṇa Consciousness Movement. For one year I had no shelter. I was travelling in many parts of this country. Then in 1966, July, I incorporated this Society under the name and style the International Society for Kṛṣṇa Consciousness, briefly ISKCON. … Gradually the Society increased, and one after another branches were opened. Now we have got thirty-four (34) branches enlisted herewith. As we have increased our volume of activities, now I think a Governing Body Commission (hereinafter referred to as the GBC) should be established. I am getting old, 75 years old, therefore at any time I may be out of the scene, therefore I think it is necessary to give instruction to my disciples how they shall manage the whole institution. They are already managing individual centers represented by one president, one secretary and one treasurer, and in my opinion they are doing nice. But we want still more improvement in the standard of Temple management, propaganda for Kṛṣṇa consciousness, distribution of books and literatures, opening of new centers and educating devotees to the right standard. Therefore, I have decided to adopt the following principles and I hope my beloved disciples will kindly accept them.”
«Yo, el abajo firmante, A. C.Bhaktivedanta Svāmī, discípulo de Om Visnupad Paramhansa 108 Sri Srimad Bhaktisiddhanta Sarasvati Gosvami Maharaj Prabhupada, vine a los Estados Unidos en 1965 el 18 de septiembre con el propósito de iniciar el Movimiento para la Conciencia de Kṛṣṇa. Durante un año no tuve refugio. Estuve viajando por muchas partes de este país. Luego, en julio de 1966, incorporé esta Sociedad bajo el nombre y el estilo de Sociedad Internacional para la Conciencia de Kṛṣṇa, abreviadamente ISKCON. ... Gradualmente, la Sociedad aumentó, se abrieron sucursales una tras otra. Ahora tenemos treinta y cuatro (34) sucursales registradas aquí. Como hemos aumentado nuestro volumen de actividades, ahora creo que se debe establecer una Comisión del Cuerpo Gobernante (en lo sucesivo, el GBC). Estoy envejeciendo, 75 años, por lo tanto en cualquier momento puedo estar fuera de escena, por lo que creo que es necesario instruir a mis discípulos sobre cómo deben manejar toda la institución. Ya están administrando centros individuales representados por un presidente, un secretario y un tesorero, en mi opinión lo están haciendo bien. Pero queremos aún más mejoras en el estándar de administración del Templo, propaganda para la Conciencia de Kṛṣṇa, distribución de libros y literatura, apertura de nuevos centros y educación de los devotos en el estándar correcto. Por lo tanto, he decidido adoptar los siguientes principios y espero que mis amados discípulos los acepten amablemente».
Prabhupāda then listed the names of the twelve persons who would form the G.B.C.:
“1. Sriman Rupanuga Das Adhikary
2. Sriman Bhagavandas Adhikary
3. Sriman Syamsundar Das Adhikary
4. Sriman Satsvarupa Das Adhikary
5. Sriman Karandhar Das Adhikary
6. Sriman Hansadutta Das Adhikary
7. Sriman Tamala Kṛṣṇa Das Adhikary
8. Sriman Sudama Das Adhikary
9. Sriman Bali Mardan Das Brahmacary
10. Sriman Jagadisa Das Adhikary
11. Sriman Hayagriva Das Adhikary
12. Sriman Kṛṣṇadas Adhikary
These personalities are now considered as my direct representatives. While I am living they will act as my zonal secretaries and after my demise they will be know as Executors.”
Entonces Prabhupāda enumeró los nombres de las doce personas que formarían el GBC:
«1. Sriman Rupanuga Das Adhikary
2. Sriman Bhagavandas Adhikary
3. Sriman Syamsundar Das Adhikary
4. Sriman Satsvarupa Das Adhikary
5. Sriman Karandhar Das Adhikary
6. Sriman Hansadutta Das Adhikary
7. Sriman Tamala Kṛṣṇa Das Adhikary
8. Sriman Sudama Das Adhikary
9. Sriman Bali Mardan Das Brahmacary
10. Sriman Jagadisa Das Adhikary
11. Sriman Hayagriva Das Adhikary
12. Sriman Kṛṣṇadas Adhikary
Estas personalidades ahora son consideradas como mis representantes directos. Mientras viva, actuarán como mis secretarios zonales y, después de mi fallecimiento, serán conocidos como albaceas».
Prabhupāda further described the role of the sannyāsīs:
“I have already awarded Sannyas or the renounced order of life to some of my students and they have also got very important duties to perform in this connection. The Sannyasis will travel to our different centers for preaching purpose as well as enlightening the members of the center for spiritual advancement.”
Prabhupāda describió además el papel de los sannyāsīs:
«Ya he otorgado Sannyas o la orden de vida de renuncia a algunos de mis alumnos, ellos también tienen deberes muy importantes que realizar en este sentido. Los Sannyasis viajarán a nuestros diferentes centros con el propósito de predicar e iluminar a los miembros del centro para el avance espiritual».
Prabhupāda’s legal document went on to set forth general directions for the G.B.C. secretaries. They should travel regularly to the temples in their respective zones to insure that each devotee chanted sixteen rounds and followed a regulated schedule and that the temples were clean. His twelve G.B.C. secretaries would relieve him of management, and they would rectify present and future difficulties within the society. That rectification, Prabhupāda’s document explained, would be possible only when the devotees in each temple engaged fully in regulated devotional service: rising early for maṅgala-ārati at four-thirty, attending Śrīmad-Bhāgavatam class and reciting the Sanskrit verses, and chanting in the streets and distributing Back to Godhead magazines and other Kṛṣṇa conscious literature. This emphasis on strictly following Kṛṣṇa conscious principles would supersede all material formulas for management. The G.B.C. would insure that in their appointed zones all the devotees were properly engaged. There would be no māyā.
El documento legal de Prabhupāda pasó a establecer direcciones generales para el GBC, los secretarios deben viajar regularmente a los templos en sus respectivas zonas para asegurarse de que cada devoto cante dieciséis rondas, siga un horario regulado y que los templos estén limpios. Sus doce GBC, los secretarios lo relevarían de la administración y rectificarían las dificultades presentes y futuras dentro de la sociedad. Esa rectificación, explica el documento de Prabhupāda, sólo sería posible cuando los devotos de cada templo se dedicaran plenamente al servicio devocional regulado: levantarse temprano para el maṅgala-ārati a las cuatro y media, asistir a la clase del Śrīmad-Bhāgavatam, recitar los versos en sánscrito, cantar en el calles y distribuyendo revistas De vuelta al Supremo y otra literatura de la Consciencia de Kṛṣṇa. Este énfasis en seguir estrictamente los principios de la Consciencia de Kṛṣṇa reemplazaría todas las fórmulas materiales de administración. El GBC se aseguraría de que en sus zonas designadas todos los devotos estuvieran debidamente ocupados. No habría māyā.
The next day Prabhupāda drafted another significant statement, naming Bhagavān, Rūpānuga, and Karandhara trustees of his Bhaktivedanta Book Trust.
Al día siguiente, Prabhupāda redactó otra declaración significativa, nombrando a Bhagavān, Rūpānuga y Karandhara fideicomisarios de su Bhaktivedanta Book Trust.
“The Bhaktivedanta Book Trust account will be used to publish my books and literature and to establish Temples throughout the world, specifically three temples are to be established, one each in Mayapur, Vrndavana, and Jagannath Puri.”
«La cuenta del Bhaktivedanta Book Trust se utilizará para publicar mis libros y literatura y para establecer templos en todo el mundo, específicamente se establecerán tres templos, uno en Mayapur, Vrndavana y otro en Jagannath Puri».
Since returning to America in 1967, Prabhupāda had often said he would stay permanently in America as the adopted son of his disciples. Now he revealed new plans. He spoke of going to India to preach and to establish large ISKCON temples. For the devotees, who based their activities mostly in small rented houses, Prabhupāda’s constructing cathedral-like buildings in India was inconceivable. In India, Prabhupāda said, he would teach his disciples how to preach and how to establish temples.
Desde que regresó a Norteamérica en 1967, Prabhupāda dijo a menudo que se quedaría permanentemente en Norteamérica como hijo adoptivo de sus discípulos. Ahora reveló nuevos planes. Habló de ir a la India a predicar y establecer grandes templos de ISKCON. Para los devotos, que basaban sus actividades principalmente en pequeñas casas alquiladas, la construcción de edificios tipo catedral por parte de Prabhupāda en la India era inconcebible. En la India, dijo Prabhupāda, enseñaría a sus discípulos cómo predicar y cómo establecer templos.
Prabhupāda picked a team, including two newly initiated sannyāsīs, to accompany him to India. In the future, he said, more disciples could join him, for India would become an important field for Kṛṣṇa consciousness. Prabhupāda wrote Satsvarūpa and Uddhava in Boston:
Prabhupāda eligió un equipo, incluidos dos sannyāsīs recién iniciados, para que lo acompañaran a la India. En el futuro, dijo, más discípulos podrían unirse a él, porque la India se convertiría en un campo importante para la Conciencia de Kṛṣṇa. Prabhupāda les escribió a Satsvarūpa y Uddhava en Boston:
“You are all my children, and I love my American boys and girls who are sent to me by my spiritual master and I have accepted them as my disciples. Before coming to your country I took sannyas in 1959. I was publishing B.T.G. since 1944. After taking sannyas I was more engaged in writing my books without any attempt to construct temples or to make disciples like my other God-brothers in India.”
«Todos ustedes son mis hijos, amo a mis jóvenes estadounidenses que me son enviados por mi maestro espiritual y los he aceptado como mis discípulos. Antes de venir a su país tomé sannyasa en 1959. Estuve publicando el BTG desde el año de 1944. Después de tomar sannyasa, me dediqué más a escribir mis libros sin ningún intento de construir templos o hacer discípulos como mis otros hermanos espirituales en la India».
I was not very much interested in these matters because my Guru Maharaj liked very much publication of books than constructing big, big temples and creating some neophyte disciples. As soon as He saw that His neophyte disciples were increasing in number, He immediately decided to leave this world. To accept disciples means to take up the responsibility of absorbing the sinful reaction of life of the disciple.
No estaba muy interesado en estos asuntos porque a mi Guru Maharaj le gustaba más la publicación de libros que la construcción de grandes templos y la creación de algunos discípulos neófitos. Tan pronto como vio que sus discípulos neófitos aumentaban en número, inmediatamente decidió dejar este mundo. Aceptar discípulos significa asumir la responsabilidad de absorber la reacción pecaminosa de la vida del discípulo.
At the present moment in our ISKCON campus politics and diplomacy has entered. Some of my beloved students on whom I counted very, very much have been involved in this matter influenced by Maya. As such there has been some activity which I consider as disrespectful. So I have decided to retire and divert attention to book writing and nothing more.
En el momento presente en nuestro campus de ISKCON ha entrado la política y la diplomacia. Algunos de mis queridos alumnos con los que contaba mucho, mucho, se han involucrado en este asunto influenciados por Maya. Como tal, ha habido actividades que considero una falta de respeto. Así que he decidido retirarme y desviar la atención a escribir libros y nada más.
On July 31 Prabhupāda wrote Brahmānanda and Gargamuni, explaining why he was leaving for India:
El 31 de julio, Prabhupāda escribió a Brahmānanda y Gargamuni, explicando por qué se iba a la India:
“In order to set example to my other Sannyasi students I am personally going to Japan with a party of three other Sannyasi students. Although it is beyond my physical condition, still I am going out so that you may learn the responsibility of Sannyas.
I am fervently appealing to you all not to create fracture in the solid body of the Society. Please work conjointly, without any personal ambition. That will help the cause.
It is the injunction of the Vedas that the Spiritual Master should not be treated as ordinary man even sometimes the Spiritual Master behaves like ordinary man. It is the duty of the disciple to accept Him as a Superhuman Man. In the beginning of your letter your comparison of the soldier and the commander is very appropriate. We are on the Battlefield of Kurukshetra – one side Maya, the other side Kṛṣṇa. So the regulative principles of a battlefield, namely to abide by the order of the commander, must be followed. Otherwise it is impossible to direct the fighting capacity of the soldiers and thus defeat the opposing elements. Kindly therefore take courage. Let things be rightly done so that our mission may be correctly pushed forward to come out victorious.”
«Con el fin de dar ejemplo a mis otros estudiantes Sannyasi, voy personalmente a Japón con un grupo de otros tres estudiantes Sannyasis. Aunque está más allá de mi condición física, todavía estoy saliendo para que puedas aprender la responsabilidad de Sannyasa.
Hago un llamamiento ferviente a todos ustedes para que no creen fracturas en el cuerpo sólido de la Sociedad. Por favor trabajen en conjunto, sin ninguna ambición personal. Eso ayudará a la causa.
Es el mandato de los Vedas que el Maestro Espiritual no debe ser tratado como un hombre común, incluso aunque a veces el Maestro Espiritual se comporte como un hombre común. Es deber del discípulo aceptarlo como un Hombre Sobrehumano. Al comienzo de tu carta, tu comparación del soldado y el comandante es muy apropiada. Estamos en el campo de batalla de Kurukshetra, de un lado Maya, del otro lado Kṛṣṇa. Por lo tanto, se deben seguir los principios regulativos de un campo de batalla, es decir, acatar la orden del comandante. De lo contrario es imposible dirigir la capacidad de combate de los soldados y así derrotar a los elementos contrarios. Amablemente, por lo tanto, toma valor. Que se hagan bien las cosas para que nuestra misión sea correctamente impulsada para salir victoriosos».
Prabhupāda wrote other letters revealing his plans to travel to India:
Prabhupāda escribió otras cartas revelando sus planes de viajar a la India:
“Our life is very short. The Kṛṣṇa consciousness movement is not meant for fulfilling one’s personal ambition, but it is a serious movement for the whole world. I am therefore going to the Eastern hemisphere, beginning from Japan. We are going four in a party and all of us are Sannyasis. In this old age I am going with this party just to set an example to my disciples who have taken recently the Sannyas order.”
«Nuestra vida es muy corta. El Movimiento de la Conciencia de Kṛṣṇa no está destinado a cumplir la ambición personal de uno, más bien es un movimiento serio para todo el mundo. Por lo tanto, voy al hemisferio oriental, comenzando desde Japón. Vamos cuatro en un grupo y todos somos Sannyasis. En esta vejez me voy con este grupo sólo para dar un ejemplo a mis discípulos que han tomado recientemente la orden de Sannyas».
In preparation for Prabhupāda’s trip to India, Prabhupāda’s secretary, Devānanda, now Devānanda Svāmī, asked him questions from the immigration form, mechanically reading the questions and filling in the answers as Prabhupāda replied. Have you ever committed any criminal acts? Devānanda asked, reading from the form.
En preparación para el viaje de Prabhupāda a la India, el secretario de Prabhupāda, Devānanda, ahora Devānanda Svāmī, le hizo preguntas del formulario de inmigración, leyó mecánicamente las preguntas y completó las respuestas a medida que Prabhupāda respondía. ¿Alguna vez ha cometido algún acto delictivo? preguntó Devānanda, leyendo el formulario.
Prabhupāda’s eyes widened: You are asking your spiritual master if he did anything criminal? And he turned to Bhagavān: You see, I am simply surrounded by people I cannot trust. It is a dangerous situation.
Los ojos de Prabhupāda se abrieron: ¿Le estás preguntando a tu maestro espiritual si hizo algo criminal? Se volvió hacia Bhagavān: Ves, simplemente estoy rodeado de gente en la que no puedo confiar. Es una situación peligrosa.
Prabhupāda sat in his garden the night before his departure. Don’t be disturbed, he told the disciples with him. We are not going backward. We are going forward. I will reveal everything to you. I will rectify. His strong words and criticisms, he said, had been to enlighten his disciples, to warn them and show them the subtleties of māyā.
Prabhupāda se sentó en su jardín la noche anterior a su partida. No se perturben, les dijo a los discípulos que estaban con él. No vamos a retroceder. vamos adelante Les revelaré todo. Rectificaré. Dijo que sus fuertes palabras y críticas fueron para iluminar a sus discípulos, advertirles y mostrarles las sutilezas de māyā.
Karandhara mentioned that the temple leaders had arranged that only a few devotees go with Prabhupāda the next day to the airport. Where did this idea come from? Prabhupāda asked. Śrīmad-Bhāgavatam instructs that when a saintly person leaves your company, all present should follow the departing vehicle as far as possible, until it is out of sight.
Karandhara mencionó que los líderes del templo arreglaron que solo unos pocos devotos fueran con Prabhupāda al día siguiente al aeropuerto. ¿De dónde vino esta idea? preguntó Prabhupada. El Śrīmad-Bhāgavatam instruye que cuando una persona santa se va de su compañía, todos los presentes deben seguir al vehículo que se aleja lo más lejos posible, hasta que se pierda de vista.
So the next day the devotees all accompanied Prabhupāda, chanting and dancing behind him through the long corridors of Los Angeles International Airport. After many months with them, he was now leaving. Devotees cried.
Así que al día siguiente todos los devotos acompañaron a Prabhupāda, cantando y bailando detrás de él a través de los largos pasillos del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles. Después de muchos meses con ellos, ahora se iba. Los devotos lloraron.
Prabhupāda, dressed in new garments, his head freshly shaven, looked effulgent. He sat in the departure lounge, head held high, as grave and unfathomable as ever. He was embarking on a new adventure for Lord Caitanya. He was old and might not return, he said, but his disciples should continue the Kṛṣṇa consciousness movement seriously. If you follow this new schedule, he said, you will keep māyā from attacking. And then he left them.
Prabhupāda, vestido con ropa nueva, su cabeza recién afeitada, lucía resplandeciente. Estaba sentado en la sala de embarque, con la cabeza en alto, tan grave e insondable como siempre. Se estaba embarcando en una nueva aventura para el Señor Caitanya. Era viejo y tal vez no regresara, dijo, pero sus discípulos deberían continuar con el Movimiento de la Conciencia de Kṛṣṇa con seriedad. Si sigues este nuevo programa, dijo, evitarás que māyā ataque. Y luego los dejó.
En route to Japan Prabhupāda stopped overnight in Hawaii. He stayed in a motel, and Gaurasundara and Govinda dāsī came to talk with him. Govinda dāsī wanted Prabhupāda to stay and install their Deities of Rādhā and Kṛṣṇa in the temple. If Gaurasundara agreed, Prabhupāda said, he would stay a few days longer to perform the Deity installation. Let me consult, Gaurasundara replied. And the next day Prabhupāda flew on to Japan. From Japan Prabhupāda wrote Govinda dāsī:
De camino a Japón, Prabhupāda pasó la noche en Hawái. Se quedó en un motel, Gaurasundara y Govinda dāsī vinieron a hablar con él. Govinda dāsī quería que Prabhupāda se quedara e instalara sus Deidades de Rādhā y Kṛṣṇa en el templo. Si Gaurasundara estaba de acuerdo, dijo Prabhupāda, se quedaría unos días más para realizar la instalación de la Deidad. Déjame consultar, respondió Gaurasundara. Y al día siguiente, Prabhupāda voló a Japón. Desde Japón, Prabhupāda escribió Govinda dāsī:
“It is very encouraging to learn that people inquired about me and were eager to hear my speaking. I could have stayed one or two more days, there was no hurry, but you did not make any arrangement. I personally proposed to Gaurasundara that I shall install the Deities, and he replied that, “Let me consult.” But he never informed me of the result of that consultation and with whom he had to consult. So this is the present situation in our ISKCON Society. It is clear that a great mischievous propaganda was lightly made and the effect has created a very unfavorable situation and I am very much afflicted in this connection. Still there is time to save the Society out of this mischievous propaganda and I hope all of you combine together to do the needful.”
«Es muy alentador saber que las personas preguntaron por mí y estaban ansiosas por escuchar mi discurso. Podría haberme quedado uno o dos días más, no había prisa, pero no hiciste ningún arreglo. Yo personalmente le propuse a Gaurasundara que instalaría las Deidades y él contestó, “Déjame consultar”. Pero nunca me informó del resultado de esa consulta o con quién tenía que consultar. Así que esta es la situación actual en nuestra Sociedad de ISKCON. Está claro que se hizo a la ligera una gran propaganda maliciosa y el efecto ha creado una situación muy desfavorable, estoy muy afligido en este sentido. Todavía hay tiempo para salvar a la Sociedad de esta propaganda maliciosa y espero que todos ustedes se unan para hacer lo necesario».
At the Tokyo airport Prabhupāda was greeted by executives of Dai Nippon Printing Company, the printers of Kṛṣṇa, the Supreme Personality of Godhead and the twenty thousand monthly copies of Back to Godhead. Prabhupāda and his entourage rode in a limousine, courtesy of Dai Nippon, to a small private apartment about forty-five minutes from the temple.
En el aeropuerto de Tokio, Prabhupāda fue recibido por los ejecutivos de Dai Nippon Printing Company, los impresores de Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios y los veinte mil ejemplares mensuales de De vuelta al Supremo. Prabhupāda y su séquito viajaron en una limusina, cortesía de Dai Nippon, a un pequeño apartamento privado a unos cuarenta y cinco minutos del templo.
Prabhupāda had developed a severe cough and several other symptoms of ill health, due, he said, to his disciples’ behavior. Yet despite his illness he would talk for hours of his concern for ISKCON, especially with his traveling G.B.C. secretary, Tamāla Kṛṣṇa.
Prabhupāda había desarrollado una tos severa y varios otros síntomas de mala salud, debido, dijo, al comportamiento de sus discípulos. Sin embargo, a pesar de su enfermedad, hablaba durante horas de su preocupación por ISKCON, especialmente con su secretario del GBC, Tamala Kṛṣṇa.
Soon after their arrival in Japan, Prabhupāda’s secretary received a disturbing call from a devotee attending the society-wide Janmāṣṭamī celebration at New Vrindaban. Four of the newly initiated sannyāsīs had arrived, the devotee said, and were teaching a strange philosophy. Devotees were confused. Prabhupāda had left America, the sannyāsīs were saying, because he had rejected his disciples. The sannyāsīs were blaming themselves and other disciples for not realizing that Prabhupāda was actually Kṛṣṇa!
Poco después de su llegada a Japón, el secretario de Prabhupāda recibió una inquietante llamada de un devoto que asistía a la celebración de Janmāṣṭamī para toda la sociedad en Nueva Vrindaban. Cuatro de los sannyāsīs recién iniciados llegaron, dijo el devoto y estaban enseñando una extraña filosofía. Los devotos estaban confundidos. Prabhupāda dejó Norteamérica, decían los sannyāsīs, porque rechazó a sus discípulos. ¡Los sannyāsīs se culpaban a sí mismos ya otros discípulos por no darse cuenta de que Prabhupāda era en realidad Kṛṣṇa!
When Prabhupāda heard this, he said, That is why I did not go. I knew this would happen. This is impersonalism. He defined the Māyāvāda (impersonal) misconception of the guru and Kṛṣṇa. If one says that the guru is God, or if the guru himself says that he is God, that is Māyāvāda philosophy.
Cuando Prabhupāda escuchó esto, dijo: Es por eso que no fui. Sabía que esto pasaría. Esto es impersonalismo. Él definió el concepto erróneo māyāvāda (impersonal) del guru y Kṛṣṇa. Si uno dice que el guru es Dios, o si el mismo guru dice que es Dios, eso es filosofía māyāvāda.
For the Māyāvādīs, spiritual realization is realization of one’s identity with Brahman, the all-pervading spirit. Despite their austerities and their detachment from materialistic society, and despite their study of Vedānta-sūtra and the commentaries of Śaṅkara, they mistakenly think that Kṛṣṇa’s body, name, pastimes, service, and devotees are all facets of māyā, or illusion; therefore they are called Māyāvādīs. A Māyāvāda spiritual master does not reveal to his disciple the holy name of Kṛṣṇa, the holy pastimes of Kṛṣṇa, or the transcendental form of Kṛṣṇa, since the Māyāvādī considers all these māyā. Instead, the guru explains the oneness of all things, teaching the disciple that the concept of separate existence and ego is illusion. The Māyāvādīs sometimes compare the guru to a ladder. One uses the ladder to reach a higher position, but if the ladder is no longer needed one kicks it away.
Para los māyāvādīs, la realización espiritual es la realización de la propia identidad con el Brahman, el espíritu omnipresente. A pesar de sus austeridades y su desapego de la sociedad materialista y a pesar de su estudio del Vedānta-sūtra y los comentarios de Śaṅkara, piensan erróneamente que el cuerpo, el nombre, los pasatiempos, el servicio y los devotos de Kṛṣṇa son facetas de māyā, o la ilusión; por eso se les llama māyāvādīs. Un maestro espiritual Māyāvāda no revela a su discípulo el santo nombre de Kṛṣṇa, los santos pasatiempos de Kṛṣṇa o la forma trascendental de Kṛṣṇa, ya que el Māyāvādī considera todos estos como māyā. En cambio, el guru explica la unidad de todas las cosas, enseñando al discípulo que el concepto de existencia separada y ego es una ilusión. Los māyāvādīs a veces comparan al guru con una escalera. Uno usa la escalera para alcanzar una posición más alta, pero si la escalera ya no es necesaria, la patea.
Coughing intermittently and speaking with physical discomfort, Prabhupāda explained the Māyāvādīs’ dangerous misconceptions. The impersonalists held a cheap, mundane view of the guru, the guru’s worship, and the guru’s instructions. If one says that the guru is God and God is not a person, then it follows logically that the guru has no eternal personal relationship with his disciples. Ultimately the disciple will become equal to the guru, or in other words he will realize that he, too, is God.
Tosiendo intermitentemente y hablando con malestar físico, Prabhupāda explicó los peligrosos conceptos erróneos de los māyāvādīs. Los impersonalistas tenían una visión barata y mundana del guru, la adoración del guru y las instrucciones del guru. Si uno dice que el guru es Dios y que Dios no es una persona, entonces se sigue lógicamente que el guru no tiene una relación personal eterna con sus discípulos. En última instancia, el discípulo se volverá igual al guru, o en otras palabras, se dará cuenta de que él también es Dios.
Arguing from the Vedic scripture, Prabhupāda refuted the Māyāvādīs’ claims. The individual souls, he said, are Kṛṣṇa’s eternal servants, and this master-servant relationship is eternal. Service to Kṛṣṇa, therefore, is spiritual activity. Only by serving the guru, however, can a disciple fully revive his eternal relationship with Kṛṣṇa. The Vedic literature gives paramount importance to serving the spiritual master. He is the representative of God, the direct, manifest link to God. No one can approach God but through him. Lord Kṛṣṇa says, Those who are directly My devotees are actually not My devotees. But those who are devotees of My servant (the spiritual master) are factually My devotees.
Argumentando a partir de las escrituras védicas, Prabhupāda refutó las afirmaciones de los māyāvādīs. Las almas individuales, dijo, son los sirvientes eternos de Kṛṣṇa, y esta relación amo-sirviente es eterna. El servicio a Kṛṣṇa, por lo tanto, es una actividad espiritual. Sin embargo, solo sirviendo al guru, un discípulo puede revivir completamente su relación eterna con Kṛṣṇa. La literatura védica otorga suma importancia al servicio al maestro espiritual. Él es el representante de Dios, el vínculo directo y manifiesto con Dios. Nadie puede acercarse a Dios sino a través de él. El Señor Kṛṣṇa dice: Aquellos que son directamente Mis devotos, en realidad no son Mis devotos. Pero aquellos que son devotos de Mi sirviente (el maestro espiritual) son de hecho Mis devotos.
For hours Prabhupāda drilled his disciples. He would pose a Māyāvāda argument, then ask his disciples to defeat it. If they failed, he would defeat it himself. He stressed that the relationship between the spiritual master and disciple was eternal – not because the guru was Kṛṣṇa, but because he was the confidential servant of Kṛṣṇa, eternally. A bona fide spiritual master never says that he is Kṛṣṇa or that Kṛṣṇa is impersonal.
Durante horas, Prabhupāda instruyó a sus discípulos. Planteaba un argumento de Māyāvāda y luego pedía a sus discípulos que lo derrotaran. Si fallaban, él mismo lo derrotaría. Hizo hincapié en que la relación entre el maestro espiritual y el discípulo era eterna, no porque el guru fuera Kṛṣṇa, sino porque él es el sirviente confidencial de Kṛṣṇa, eternamente. Un maestro espiritual genuino nunca dice que él es Kṛṣṇa o que Kṛṣṇa es impersonal.
The devotees began to understand how the offenses of minimizing Śrīla Prabhupāda’s position were products of Māyāvāda philosophy. For the Māyāvādī, to increase devotion to the guru is unnecessary; if individual relationships are all ultimately illusion, why increase the illusion? If the master-servant relationship is ultimately illusion, then the less the disciple sees his guru as master and himself as servant, the more he is advancing. The Māyāvāda philosophy was a subtle and insidious poison.
Los devotos comenzaron a comprender cómo las ofensas de minimizar la posición de Śrīla Prabhupāda eran producto de la filosofía Māyāvāda. Para los māyāvādīs, aumentar la devoción al guru es innecesario; si las relaciones individuales son todas, en última instancia, una ilusión, ¿por qué aumentar la ilusión? Si la relación maestro-sirviente es, en última instancia, una ilusión, entonces cuanto menos vea el discípulo a su guru como maestro y a sí mismo como sirviente, más avanzará. La filosofía Māyāvāda era un veneno sutil e insidioso.
At least Prabhupāda had been spared the pain of being personally present in New Vrindaban to witness the Māyāvāda rantings of certain of his disciples and the appalling display of ignorance of most of the others. He had his small entourage and was on his way to preach in India. While here in Tokyo, he would try to obtain many Back to Godhead magazines and Kṛṣṇa books to take with him.
Al menos a Prabhupāda se le ahorró el dolor de estar personalmente presente en Nueva Vrindaban para presenciar los desvaríos Māyāvādis de algunos de sus discípulos y la terrible demostración de ignorancia de la mayoría de los demás. Tenía su pequeño séquito y se dirigía a predicar en la India. Mientras estaba aquí en Tokio, trataba de obtener muchas revistas De vuelta al Supremo y libros de Kṛṣṇa para llevar con él.
Prabhupāda observed Janmāṣṭamī at his apartment by having disciples read aloud to him from Kṛṣṇa, the Supreme Personality of Godhead throughout the day. If they kept reading, he said, they might be able to finish the book in one day. The devotees had decorated Prabhupāda’s room with leaves and flowers strung from the ceiling and along the walls, and Prabhupāda sat on a thin mattress behind his low desk, hearing the pastimes of Kṛṣṇa. At 9 P.M., after fasting all day, the devotees were still reading to him when he asked if they would be able to finish the book by midnight. The devotees replied that they would not.
Prabhupāda observó Janmāṣṭamī en su apartamento haciendo que los discípulos le leyeran en voz alta Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, durante todo el día. Si seguían leyendo, dijo, podrían terminar el libro en un día. Los devotos decoraron la habitación de Prabhupāda con hojas y flores colgadas del techo y a lo largo de las paredes, Prabhupāda se sentó en un colchón delgado detrás de su escritorio bajo, escuchando los pasatiempos de Kṛṣṇa. A las 9:00 PM, después de ayunar todo el día, los devotos aún leían cuando les preguntó si podrían terminar el libro para la medianoche. Los devotos respondieron que no lo harían.
Then you stop, and I will read. Prabhupāda opened a Sanskrit volume of the Tenth Canto of Śrīmad-Bhāgavatam and, for the next two hours, chanted the Sanskrit verses. You cannot understand the Sanskrit,” he said, “but I know you can feel. The verses are so potent that just by hearing one can be purified.
Entonces detente, yo leeré. Prabhupāda abrió un volumen en sánscrito del Décimo Canto del Śrīmad-Bhāgavatam y durante las siguientes dos horas, cantó los versos en sánscrito. No puedes entender el sánscrito, dijo, pero sé que puedes sentir. Los versos son tan potentes que con solo escucharlos, uno puede purificarse.
During the reading, Kīrtanānanda Svāmī and Kārttikeya Svāmī cooked a feast in the kitchen. At midnight the devotees served Śrīla Prabhupāda the Janmāṣṭamī feast. Taking only a few bites, he watched his disciples eat heartily.
Durante la lectura, Kīrtanānanda Svāmī y Kārttikeya Svāmī prepararon un festín en la cocina. A medianoche, los devotos sirvieron a Śrīla Prabhupāda el festín de Janmāṣṭamī. Tomando solo unos pocos bocados, vio a sus discípulos comer con entusiasmo.
The next day was Vyāsa-pūjā, Prabhupāda’s seventy-fourth birthday, and he went to the Tokyo ISKCON temple. The temple was only two rooms – one for living, one for worshiping – with Japanese grass mats on the floor. Prabhupāda sat to the right of the altar, looking at Lord Jagannātha, while his disciples sat on the floor before him, singing Gurv-aṣṭaka prayers glorifying the spiritual master. None of them, however, knew exactly how to conduct the Vyāsa-pūjā ceremony, and after a while they ended the kīrtana. In the painfully awkward moments that followed, the devotees realized they were supposed to do something special. But what?
Al día siguiente era su Vyāsa-pūjā, el setenta y cuatroavo cumpleaños de Prabhupāda, él fue al templo ISKCON de Tokio. El templo tenía solo dos habitaciones, una para vivir y otra para la adoración, con esteras japonesas de hierba en el piso. Prabhupāda se sentó a la derecha del altar, mirando al Señor Jagannātha, mientras sus discípulos se sentaban en el suelo frente a él, cantando las oraciones Gurv-aṣṭaka para glorificar al maestro espiritual. Sin embargo, ninguno de ellos sabía exactamente cómo llevar a cabo la ceremonia de Vyāsa-pūjā y después de un tiempo terminaron el kīrtana. En los momentos dolorosamente incómodos que siguieron, los devotos se dieron cuenta de que se suponía que debían hacer algo especial. ¿Pero que?
Prabhupāda appeared angry: Don’t you have puṣpa-yātrā? Isn’t prasādam ready? The devotees looked at one another. This is not Vyāsa-pūjā, Prabhupāda said. You have not been to Vyāsa-pūjā before? Don’t you know how to celebrate the Vyāsa-pūjā, how to honor the spiritual master? One of the sannyāsīs began to cry. Tamāla Kṛṣṇa, Prabhupāda said, didn’t you see how I observed my Guru Mahārāja’s birthday? Where is puṣpa? (Puṣpa is Sanskrit for “flowers.”)
Prabhupāda pareció enojado: ¿No tienes puṣpa-yātrā? ¿No está listo el prasadam? Los devotos se miraron unos a otros. Esto no es Vyāsa-pūjā, dijo Prabhupāda. ¿No han estado en un Vyāsa-pūjā antes? ¿No saben cómo celebrar el Vyāsa-pūjā, cómo honrar al maestro espiritual? Uno de los sannyāsīs comenzó a llorar. Tamāla Kṛṣṇa, dijo Prabhupāda, ¿no viste cómo celebré el cumpleaños de mi Guru Mahārāja? ¿Dónde está puṣpa? (Puṣpa en sánscrito significa “flores”).
Puṣpa? Puṣpa? Tamāla Kṛṣṇa decided Prabhupāda must mean puṣpānna, a fancy rice dish. I’m not sure, he said.
What kind of Vyāsa-pūjā is this with no puṣpa? Prabhupāda asked.
We can get some, Prabhupāda, Tamāla Kṛṣṇa offered.
Tamāla Kṛṣṇa grabbed Sudāmā. Prabhupāda wants prasādam. He wants puṣpānna rice. They ran into the kitchen and hurriedly started the rice.
¿Puṣpa? ¿Puṣpa? Tamāla Kṛṣṇa decidió que Prabhupāda debía significar puṣpānna, un elegante plato de arroz. No estoy seguro, dijo.
¿Qué clase de Vyāsa-pūjā es esta sin puṣpa? preguntó Prabhupada.
Podemos conseguir un poco, Prabhupāda, ofreció Tamala Kṛṣṇa.
Tamāla Kṛṣṇa agarró a Sudāmā. Prabhupāda quiere prasādam. Quiere arroz puṣpānna. Corrieron a la cocina y rápidamente empezaron a preparar el arroz.
Meanwhile, in the temple the devotees struggled through their version of a Vyāsa-pūjā ceremony. Kīrtanānanda Svāmī stood and began to read aloud from the introduction of Kṛṣṇa, the Reservoir of Pleasure, which included a short biography of Prabhupāda. But Prabhupāda interrupted, scolding his disciples for concocting and for acting improperly. If you don’t know, he said, then why didn’t you ask me how to do this properly?
Mientras tanto, en el templo, los devotos luchaban con su versión de una ceremonia de Vyāsa-pūjā. Kīrtanānanda Svāmī se puso de pie y comenzó a leer en voz alta la introducción de Kṛṣṇa, la Reserva del Placer, que incluía una breve biografía de Prabhupāda. Pero Prabhupāda interrumpió, regañando a sus discípulos por inventar y por actuar incorrectamente. Si no saben, dijo, entonces, ¿por qué no me preguntaron cómo hacer esto correctamente?
The Japanese guests present didn’t understand English, but they could see the spiritual master was disturbed. Prabhupāda explained that in devotional service everything must be done properly, according to the paramparā method, without concocting. We will observe Vyāsa-pūjā again tomorrow, he said. Come to my room. I will tell you what to do.
Los invitados japoneses presentes no entendían inglés, pero podían ver que el maestro espiritual estaba perturbado. Prabhupāda explicó que en el servicio devocional todo debe hacerse correctamente, de acuerdo con el método paramparā, sin inventar. Observaremos Vyāsa-pūjā nuevamente mañana, dijo. Ven a mi cuarto. Te diré qué hacer.
The next day, after a simple, traditional ceremony, the devotees felt ecstatic. Afterward they agreed: when one displeases his spiritual master, there is no happiness; but as soon as the spiritual master is pleased, the disciple becomes blissful.
Al día siguiente, después de una ceremonia sencilla y tradicional, los devotos se sintieron extasiados. Entonces entendieron que cuando uno desagrada a su maestro espiritual, no hay felicidad; pero tan pronto como el maestro espiritual está complacido, el discípulo se vuelve dichoso.
The Janmāṣṭamī–Vyāsa-pūjā festival in New Vrindaban had become a nightmare. Hundreds of devotees had converged there from the East Coast, with many others from California and even Europe. They had come for a blissful festival but instead had found Śrīla Prabhupāda’s newly initiated sannyāsīs expounding a devastating philosophy.
El festival Janmāṣṭamī–Vyāsa-pūjā en Nueva Vrindaban se convirtió en una pesadilla. Cientos de devotos habían convergido allí desde la costa este, con muchos otros de California e incluso de Europa. Fueron para un festival dichoso, pero en cambio encontraron a los sannyāsīs recién iniciados de Śrīla Prabhupāda exponiendo una filosofía devastadora.
The sannyāsīs, speaking informally to groups here and there, would explain how the devotees had offended Prabhupāda and how he had subsequently withdrawn his mercy. The sannyāsīs revealed their special insights that Prabhupāda was actually God, that none of his disciples had recognized him as such, and that all of them, therefore, beginning with the sannyāsīs, were guilty of minimizing his position. And that was why Prabhupāda had left for India; he had “withdrawn his mercy” from his disciples.
Los sannyāsīs, hablando informalmente a grupos aquí y allá, explicaban cómo los devotos habían ofendido a Prabhupāda y cómo él posteriormente les retiró su misericordia. Los sannyāsīs revelaron sus conocimientos especiales de que Prabhupāda era en realidad Dios, que ninguno de sus discípulos lo había reconocido como tal y que, por lo tanto, todos ellos, comenzando por los sannyāsīs, eran culpables de minimizar su posición. Por eso Prabhupāda se fue a la India; había “retirado su misericordia” a sus discípulos.
The devotees were devastated. None of them knew what to say in reply. The sannyāsīs, by their preaching, had projected gloom everywhere, which was proper, they said; everyone should feel guilty and realize that they had lost the grace of their spiritual master. No use trying to cheer one another up by chanting Hare Kṛṣṇa or eating a feast; everyone should accept the bitter medicine.
Los devotos estaban devastados. Ninguno de ellos sabía qué decir en respuesta. Los sannyāsīs, con su prédica, proyectaron tristeza por todas partes, lo cual decían que era correcto, todos deberían sentirse culpables y darse cuenta de que habían perdido la gracia de su maestro espiritual. No sirve tratar de animarse unos a otros cantando Hare Kṛṣṇa o comiendo un festín; todos deberían aceptar la amarga medicina.
Although Prabhupāda had given his disciples three volumes of Śrīmad-Bhāgavatam, as well as Bhagavad-gītā As It Is, The Nectar of Devotion, Teachings of Lord Caitanya, and other literature, none of the devotees were well-versed in them. Many devotees wondered if the philosophy the sannyāsīs were preaching was correct, but none of them knew enough of the scriptures to immediately refute it. The devotees turned to the new G.B.C. men, Prabhupāda’s appointed leaders and guardians of ISKCON. The G.B.C., along with other senior devotees, began carefully searching through Prabhupāda’s books to ascertain exactly what he had said about the position of the spiritual master.
Aunque Prabhupāda les había dado a sus discípulos tres volúmenes del Śrīmad-Bhāgavatam, así como el Bhagavad-gītā tal como es, El néctar de la devoción, Enseñanzas del Señor Caitanya y otra literatura, ninguno de los devotos estaba bien versado en ellos. Muchos devotos se preguntaban si la filosofía que predicaban los sannyāsīs era correcta, pero ninguno de ellos sabía lo suficiente de las escrituras como para refutarla de inmediato. Los devotos recurrieron al nuevo GBC, líderes designados por Prabhupāda y guardianes de ISKCON. El GBC, junto con otros devotos mayores, comenzaron a buscar cuidadosamente en los libros de Prabhupāda para determinar exactamente lo que él dijo sobre la posición del maestro espiritual.
Then Hayagrīva announced that a letter had just arrived from Śrīla Prabhupāda in Tokyo. As soon as the devotees all gathered under the pavilion roof to hear, Hayagrīva read aloud: My dear Sons and Daughters... and then Prabhupāda listed almost all the New Vrindaban residents. The devotees immediately felt a wave of hope. Just to hear Prabhupāda say My dear Sons and Daughters was a great relief.
Entonces Hayagrīva anunció que acababa de llegar una carta de Śrīla Prabhupāda de Tokio. Tan pronto como todos los devotos se reunieron bajo el techo del pabellón para escuchar, Hayagrīva leyó en voz alta: Mis queridos hijos e hijas... entonces Prabhupāda enumeró a casi todos los residentes de Nueva Vrindaban. Los devotos inmediatamente sintieron una ola de esperanza. Solo escuchar a Prabhupāda decir Mis queridos hijos e hijas fue un gran alivio.
Hayagrīva continued to read: Please accept my blessings.
Prabhupāda hadn’t rejected them!
Hayagrīva continuó leyendo: Por favor, acepten mis bendiciones.
¡Prabhupāda no los había rechazado!
The letter went on to say that Śrīla Prabhupāda was pleased with the work of the New Vrindaban devotees, and he promised to come and visit them. Soon he would send for other devotees to join him in India, he said. As he described what preaching in India would be like, the devotees became caught up in the momentum of Śrīla Prabhupāda’s preaching spirit. They cheered. They felt blissful.
La carta continuaba diciendo que Śrīla Prabhupāda estaba complacido con el trabajo de los devotos de Nueva Vrindaban y prometió ir a visitarlos. Pronto enviaría a buscar a otros devotos para que se unieran a él en la India, dijo. Mientras describía cómo sería la prédica en la India, los devotos quedaron atrapados en el impulso del espíritu de prédica de Śrīla Prabhupāda. vitorearon. Se sintieron dichosos.
Then Prabhupāda specifically referred to the difficulty facing ISKCON: Purge out of New Vrindaban the non-Vrindaban atmosphere that has entered. His letter turned the tide against the Māyāvāda teachings.
Entonces Prabhupāda se refirió específicamente a la dificultad que enfrenta ISKCON: Purgar fuera de Nueva Vrindaban la atmósfera que ha entrado y que no es de Vrindaban. Su carta cambió el rumbo de las enseñanzas Māyāvādis.
The G.B.C. then called a meeting of all disciples in the temple room. Reading selections from The Nectar of Devotion, they established that the spiritual master, although not God, should be honored as much as God because he is the confidential servant of God. Several senior devotees spoke their heart’s convictions, citing examples from their association with Prabhupāda to prove that he had not rejected them – he was too kind. The sannyāsīs might feel rejected because of their own guilt, someone said, but they should not project their guilt on others.
Entonces el GBC convocó una reunión de todos los discípulos en el salón del templo. Al leer selecciones de El néctar de la devoción, establecieron que el maestro espiritual, aunque no es Dios, debe ser honrado igual que a Dios porque es el servidor confidencial de Dios. Varios devotos mayores expresaron las convicciones de su corazón, citando ejemplos de su asociación con Prabhupāda para demostrar que él no los había rechazado: era demasiado amable. Los sannyāsīs pueden sentirse rechazados por su propia culpa, dijo alguien, pero no deben proyectar su culpa en los demás.
The false teachings, however, had dealt a blow from which many devotees would need time to recover. Newcomers at the festival were especially unsettled. But the cloud of gloom that had hung over New Vrindaban now lifted, thanks to Śrīla Prabhupāda’s timely letter.
Sin embargo, las falsas enseñanzas asestaron un golpe del que muchos devotos necesitarían tiempo para recuperarse. Los recién llegados al festival estaban especialmente inquietos. Pero la nube de tristeza que se cirnió sobre Nueva Vrindaban se disipó, gracias a la oportuna carta de Śrīla Prabhupāda.
The sannyāsīs admitted their confusion. The G.B.C. then phoned Kīrtanānanda Svāmī in Tokyo and told him that Prabhupāda’s letter had resolved most of the problems, but that the sannyāsīs still held their misconceptions. Hearing this, Prabhupāda felt his suspicions confirmed.
Los sannyāsīs admitieron su confusión. El GBC telefoneó a Kīrtanānanda Svāmī en Tokio y le dijo que la carta de Prabhupāda resolvió la mayoría de los problemas, pero que los sannyāsīs todavía tenían sus conceptos erróneos. Al escuchar esto, Prabhupāda sintió confirmadas sus sospechas.
Certain disciples had been contaminated by the poisonous philosophy from India. Consequently, material desires for power and control had overwhelmed them, even in Prabhupāda’s presence.
Ciertos discípulos fueron contaminados por la venenosa filosofía de la India. En consecuencia, los deseos materiales de poder y control los abrumaron, incluso en la presencia de Prabhupāda.
Turning to Tamāla Kṛṣṇa, Sudāmā, and the three sannyāsīs with him, Prabhupāda asked what they thought should be done. With the previous day’s philosophic drilling still sharp in their minds, they suggested that anyone teaching Māyāvāda philosophy should not be allowed to stay within ISKCON. Prabhupāda agreed. If these sannyāsīs continued to preach Māyāvāda philosophy, he said, they should not be allowed to stay in his temples but should go out and “preach” on their own. Tamāla Kṛṣṇa conveyed this message to the G.B.C. in the U.S., and Prabhupāda was satisfied that the problem would be adjusted. He had created his G.B.C. to handle such matters.
Dirigiéndose a Tamala Kṛṣṇa, Sudāmā y los tres sannyāsīs que estaban con él, Prabhupāda les preguntó qué pensaban que debía hacerse. Con la instrucción filosófica del día anterior todavía aguda en sus mentes, sugirieron que a cualquiera que enseñe filosofía Māyāvāda no se le debe permitir permanecer dentro de ISKCON. Prabhupāda estuvo de acuerdo. Dijo que si estos sannyāsīs continuaban predicando la filosofía māyāvāda, no se les debería permitir quedarse en sus templos, sino que deberían salir y “predicar” por su cuenta. Tamāla Kṛṣṇa transmitió este mensaje al GBC en EEUU, Prabhupāda estaba satisfecho de que el problema se ajustaría. Creó al GBC para manejar tales asuntos.
On September 2 Prabhupāda wrote Haṁsadūta in Germany:
“Regarding the poisonous effect in our Society, it is a fact and I know where from this poison tree has sprung up and how it affected practically the whole Society in a very dangerous form. But it does not matter. Prahlad Maharaj was administered poison, but it did not act. Similarly Lord Kṛṣṇa and the Pandavas were administered poison and it did not act. I think in the same parampara system that the poison administered to our Society will not act if some of our students are as good as Prahlad Maharaj. I have therefore given the administrative power to the Governing Body Commission.”
El 2 de septiembre, Prabhupāda le escribió a Haṁsadūta en Alemania:
«En cuanto al efecto venenoso en nuestra Sociedad, es un hecho y sé de dónde ha brotado este árbol venenoso y cómo afectó prácticamente a toda la Sociedad de forma muy peligrosa. Pero no importa. A Prahlad Maharaja se le administró veneno, pero este no actuó. De manera similar, al Señor Kṛṣṇa y los Pandavas se les administró veneno y no actuó. Pienso en el mismo sistema parampara que el veneno administrado a nuestra Sociedad no actuará si algunos de nuestros estudiantes son tan buenos como Prahlad Maharaj. Por lo tanto, he dado el poder administrativo a la Comisión del Consejo de Administración».
To Hayagrīva in New Vrindaban Prabhupāda wrote:
“I am very glad to know that the GBC is actively working to rectify the subversive situation which has been weakening the very foundation of our Society. All you members of the GBC please always remain very vigilant in this connection so that our Society’s growth may go on unimpeded by such poisonous elements. Your preaching in New Vrindaban as well as intensified study of our literatures with seriousness is very much encouraging. Please continue this program with vigour and reestablish the solidity of our movement.
From the beginning I was strongly against the impersonalists, and all my books stressed on this point. So my oral instruction as well as my books are all at your service. Now you GBC consult them and get a clear and strong idea. Then there will be no more disturbance. The four Sannyasis may bark, but still the caravan will pass.”
Prabhupāda le escribió a Hayagrīva en Nueva Vrindaban:
«Estoy muy contento de saber que el GBC está trabajando activamente para rectificar la situación subversiva que ha estado debilitando los cimientos de nuestra Sociedad. Todos ustedes, miembros del GBC, permanezcan siempre muy atentos a este respecto para que el crecimiento de nuestra Sociedad pueda continuar sin obstáculos por elementos tan venenosos. Su prédica en Nueva Vrindaban, así como el estudio intensificado de nuestras literaturas con seriedad, es muy alentador. Por favor continúen este programa con vigor y restablezcan la solidez de nuestro movimiento.
Desde el principio estuve fuertemente en contra de los impersonalistas, todos mis libros enfatizaron este punto. Así que mi instrucción oral así como mis libros están todos a tu servicio. Ahora el GBC debe consultarlos y obtener una idea clara y sólida. Entonces no habrá más disturbios. Los cuatro Sannyasis podrán ladrar, pero aun así la caravana pasará».
Prabhupāda wrote Satsvarūpa in Boston:
“I am very glad to know that you are not affected by the propaganda of the Sannyasis that I am displeased with all the members of the Society – I am never displeased with any member.”
Prabhupāda le escribió a Satsvarūpa en Boston:
«Estoy muy contento de saber que no te afecta la propaganda de los Sannyasis de que estoy disgustado con todos los miembros de la Sociedad; nunca estoy disgustado con ningún miembro».
The worst was over, Prabhupāda thought. For months this problem had upset him and his writing. Relentlessly he had instructed his disciples, for their own benefit and for the benefit of his movement. The disease had taken its toll, and that was unfortunate. But the devotees were being forced to turn to Prabhupāda’s books and apply their teachings, and that was the positive outcome. Now they should clearly understand the position of the spiritual master and never again be led astray by false philosophies or sentiment.
Lo peor ya había pasado, pensó Prabhupāda. Durante meses este problema lo trastornó a él y a su escritura. Instruyó incansablemente a sus discípulos, para su propio beneficio y para el beneficio de su movimiento. La enfermedad se cobró su precio y eso era desafortunado. Pero los devotos se vieron obligados a recurrir a los libros de Prabhupāda y aplicar sus enseñanzas, ese fue el resultado positivo. Ahora deben entender claramente la posición del maestro espiritual y nunca más ser descarriados por falsas filosofías o sentimientos.
Prabhupāda’s main business in Tokyo was with Dai Nippon. Considering him an important author and a venerable religious monk, they had provided him a car and apartment. Each morning they sent a private car to drive Prabhupāda to Imperial Palace Park, where he could take his morning walk. Prabhupāda liked the neatly planted trees and gravel walks, and he appreciated the habits of the Japanese people. As he would pass, elderly ladies would bow to him from the waist, and others would fold their hands respectfully, acknowledging his being a holy man.
El negocio principal de Prabhupāda en Tokio era con Dai Nippon. Al considerarlo un autor importante y un monje religioso venerable, le proporcionaron un automóvil y un apartamento. Cada mañana enviaban un automóvil privado para llevar a Prabhupāda al Parque del Palacio Imperial, donde podía dar su paseo matutino. A Prabhupāda le gustaban los árboles bien plantados y los caminos de grava, también apreciaba los hábitos de los japoneses. A su paso, las ancianas se inclinaban ante él desde la cintura, otras juntaban las manos respetuosamente, reconociendo que era un hombre santo.
On the morning of Prabhupāda’s meeting with Dai Nippon, he came out of his apartment with Tamāla Kṛṣṇa and Devānanda Mahārāja and got into the back seat of a Dai Nippon company car. The car proceeded through the early-morning streets, and Prabhupāda chanted his Gāyatrī mantra silently.
En la mañana de la reunión de Prabhupāda con Dai Nippon, él salió de su departamento con Tamāla Kṛṣṇa y Devānanda Mahārāja y se subió al asiento trasero de un auto de la compañía Dai Nippon. El automóvil avanzó por las calles de la madrugada y Prabhupāda cantó su mantra Gāyatrī en silencio.
A Dai Nippon junior executive escorted Prabhupāda and his two disciples into an elevator and up to a spacious room with a long conference table. Prabhupāda’s guide cordially offered him a seat at the table, and Prabhupāda sat down, with Tamāla Kṛṣṇa and Devānanda Mahārāja on either side. Soon there entered Dai Nippon’s six top executives, including the corporation president. Each stood behind his respective chair, and each in turn, beginning with the president, bowed slightly from the waist and presented his calling card. Addressing Prabhupāda as “Your Divine Grace,” they introduced themselves, announced their posts, and took their seats.
Un ejecutivo subalterno de Dai Nippon acompañó a Prabhupāda y sus dos discípulos a un ascensor y a una espaciosa habitación con una gran mesa de conferencias. El guía de Prabhupāda le ofreció cordialmente un asiento en la mesa y Prabhupāda se sentó, con Tamala Kṛṣṇa y Devānanda Mahārāja a cada lado. Pronto entraron los seis altos ejecutivos de Dai Nippon, incluido el presidente de la corporación. Cada uno se paró detrás de su respectiva silla, cada uno por turno, comenzando por el presidente, hicieron una leve reverencia desde la cintura y entregaron su tarjeta de presentación. Dirigiéndose a Prabhupāda como “Su Divina Gracia”, se presentaron, anunciaron sus puestos y tomaron asiento.
We are very honored to have you here, the president began. You are a great religious author, and it is our great privilege to be publishing your books. After the president had spoken briefly, tea was served. Prabhupāda requested hot milk. Conversation was informal, and Prabhupāda spoke of the importance of his mission and his Kṛṣṇa conscious literature. No one discussed business, however, and the Dai Nippon executives soon excused themselves. They would meet again the next morning.
Nos sentimos muy honrados de tenerlo aquí, comenzó el presidente. Usted es un gran autor religioso y es un gran privilegio para nosotros publicar sus libros. Después de que el presidente habló brevemente, se sirvió el té. Prabhupāda pidió leche caliente. La conversación fue informal, Prabhupāda habló de la importancia de su misión y su literatura de la Consciencia de Kṛṣṇa. Sin embargo, nadie habló de negocios y los ejecutivos de Dai Nippon pronto se excusaron. Se volverían a encontrar a la mañana siguiente.
When Prabhupāda was again alone in the room with his disciples and the junior executive who had escorted him, he asked the young Japanese, So what is your goal in life? By way of answer, the man gathered up all the business cards that lay scattered before Prabhupāda on the table and stacked them, with the president’s on top, then the first vice-president’s, and so on, putting his own card in its place on the bottom. He then dramatically removed his card from the bottom of the stack and slapped it on top – a graphic answer to Prabhupāda’s question.
Cuando Prabhupāda estuvo nuevamente solo en la habitación con sus discípulos y el joven ejecutivo que lo había escoltado, le preguntó al joven japonés: ¿Entonces cuál es su meta en la vida? A modo de respuesta, el hombre recogió todas las tarjetas de presentación que estaban esparcidas sobre la mesa ante Prabhupāda y las apiló, con la del presidente encima, luego la del primer vicepresidente, y así sucesivamente, poniendo su propia tarjeta en su lugar en El fondo. Luego sacó dramáticamente su tarjeta del fondo de la pila y la golpeó en la parte superior, una respuesta gráfica a la pregunta de Prabhupāda.
Prabhupāda smiled. To become president of the company, he said, was temporary. All material life was temporary. He explained on the basis of Bhagavad-gītā that the body was temporary and that the self was eternal. All the identities and positions people hankered after were based on the bodily conception of life and would one day be frustrated. The purpose of life, therefore, was not to become the temporary president of a temporary corporation within the temporary material world, but to realize the eternal soul’s relationship with the Supreme Personality of Godhead and gain eternal life. Prabhupāda spoke for almost half an hour while the man listened politely.
Prabhupada sonrió. Llegar a ser presidente de la empresa, dijo, era temporal. Toda la vida material era temporal. Basándose en el Bhagavad-gītā, explicó que el cuerpo era temporal y que el ser era eterno. Todas las identidades y posiciones que la gente anhelaba estaban basadas en la concepción corporal de la vida y algún día serían frustradas. Por lo tanto, el propósito de la vida no era convertirse en presidente temporal de una corporación temporal dentro del mundo material temporal, sino comprender la relación del alma eterna con la Suprema Personalidad de Dios y obtener la vida eterna. Prabhupāda habló durante casi media hora mientras el hombre escuchaba cortésmente.
At the next day’s meeting, negotiations began. The conference room was different, the table smaller, and three of Dai Nippon’s international sales representatives sat opposite Prabhupāda. Prabhupāda presented his price: $1.35 per book.
En la reunión del día siguiente, comenzaron las negociaciones. La sala de conferencias era diferente, la mesa más pequeña y tres de los representantes de ventas internacionales de Dai Nippon se sentaron frente a Prabhupāda. Prabhupāda presentó su precio: $1.35 por libro.
Oh, Your Divine Grace, one of the salesmen exclaimed, it is not possible for us to give this price. We will lose too heavily. We cannot afford it. They explained their position, quoting paper costs and other expenses.
Oh, Su Divina Gracia, exclamó uno de los vendedores, no es posible para nosotros dar este precio. Perderemos demasiado. No nos lo podemos permitir. Explicaron su posición, citando costos de papel y otros gastos.
Prabhupāda began to speak about his mission. ISKCON’s book distribution, he said, was a charitable work for the benefit of all humanity. ISKCON distributed these books for whatever donations people were able to make, and he received no profit or royalties. It was spiritual education, the most valuable literature. In any case, Prabhupāda said in closing, you deal with my secretary in this regard. And he sat back in his chair. The burden was on Tamāla Kṛṣṇa.
Prabhupāda comenzó a hablar sobre su misión. La distribución de libros de ISKCON, dijo, era un trabajo caritativo en beneficio de toda la humanidad. ISKCON distribuye estos libros por cualquier donación que la gente pudiera hacer, no recibe ganancias ni regalías. Es educación espiritual, la literatura más valiosa. En cualquier caso, dijo Prabhupāda al final, usted trata con mi secretaria en este sentido y se recostó en su silla. La carga estaba sobre Tamala Kṛṣṇa.
Tamāla Kṛṣṇa began by saying that Prabhupāda had been too kind, because ISKCON could actually never pay such a high price. He then quoted a price forty cents lower per book than Prabhupāda’s quote. Mr. Tamāla, – the salesmen were again upset – please reconsider your point. A polite argument ensued.
Tamāla Kṛṣṇa comenzó diciendo que Prabhupāda había sido demasiado amable, porque ISKCON en realidad nunca podría pagar un precio tan alto. Luego citó un precio cuarenta centavos más bajo por libro que la cotización de Prabhupāda. Sr. Tamāla, los vendedores estaban nuevamente molestos, por favor, reconsidere su punto. Siguió una conversación educada.
Suddenly Prabhupāda interrupted, presenting himself as an impartial third party. He said he would settle the difference that had arisen between his secretary and the salesmen. I have heard both sides, he said, and I feel that the price should be $1.25 per book. That’s all.
De repente, Prabhupāda interrumpió, presentándose como un tercero imparcial. Dijo que arreglaría la diferencia que había surgido entre su secretario y los vendedores. He escuchado ambos lados, dijo, siento que el precio debería ser de $1.25 por libro. Eso es todo.
Yes, Your Divine Grace, the salesmen agreed, that is right.
Sí, Su Divina Gracia, asintieron los vendedores, eso es correcto.
After further negotiations, Prabhupāda agreed on a contract that included a reprint of Volume One and a first printing of Volume Two of Kṛṣṇa, the Supreme Personality of Godhead, two issues of Back to Godhead, a Hindi issue of Back to Godhead, and a new book, Śrī Īśopaniṣad. ISKCON had to pay only $5,000 cash, and Dai Nippon would deliver everything on credit.
Después de más negociaciones, Prabhupāda acordó un contrato que incluía la reimpresión del Volumen Uno y la primera edición del Volumen Dos de Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, dos números de De vuelta al Supremo, un número en hindi de De vuelta al Supremo y un nuevo libro, Śrī Īśopaniṣad. ISKCON tuvo que pagar solo $5,000 en efectivo y Dai Nippon entregaría todo a crédito.
Prabhupāda held a feast at his apartment for the Dai Nippon executives, who especially liked the samosās and pakorās. They presented Prabhupāda with a watch and continued to see to his comfort during his stay in Tokyo. Prabhupāda also met a Canadian-born Japanese boy, Bruce, who was seriously interested in Kṛṣṇa consciousness. Prabhupāda invited him to come and join him in India, and the boy eagerly agreed.
Prabhupāda celebró una fiesta en su apartamento para los ejecutivos de Dai Nippon, a quienes les gustaban especialmente los samosās y las pakorās. Le regalaron a Prabhupāda un reloj y continuaron velando por su comodidad durante su estadía en Tokio. Prabhupāda también conoció a un niño japonés nacido en Canadá, Bruce, que estaba seriamente interesado en la Conciencia de Kṛṣṇa. Prabhupāda lo invitó a venir y unirse a él en la India, el muchacho accedió con entusiasmo.