| Hiraṇyakaśipu studied the form of the Lord, trying to decide who the form of Nṛsiṁhadeva standing before him was. The Lord’s form was extremely fearsome because of His angry eyes, which resembled molten gold; His shining mane, which expanded the dimensions of His fearful face; His deadly teeth; and His razor-sharp tongue, which moved about like a dueling sword. His ears were erect and motionless, and His nostrils and gaping mouth appeared like caves of a mountain. His jaws parted fearfully, and His entire body touched the sky. His neck was very short and thick, His chest broad, His waist thin, and the hairs on His body as white as the rays of the moon. His arms, which resembled flanks of soldiers, spread in all directions as He killed the demons, rogues and atheists with His conchshell, disc, club, lotus and other natural weapons. | | | Hiraṇyakaśipu estudió la forma del Señor, tratando de averiguar quién era aquella forma de Nṛsiṁhadeva que estaba ante él. La forma del Señor, con Sus ojos llenos de ira, parecidos al oro fundido, inspiraba un enorme terror; una brillante melena agrandaba las dimensiones de Su terrible rostro; Sus colmillos eran mortíferos, y Su lengua, afilada como una hoja de afeitar, se movía como una espada en duelo. Tenía las orejas tiesas e inmóviles; Sus fosas nasales y la gran hendidura de Su boca parecían cuevas de una montaña. Sus fauces se abrían de un modo espantoso, y con Su cuerpo tocaba el cielo. Tenía el cuello corto y ancho, el pecho amplio, la cintura delgada, y el pelo del cuerpo tan blanco como los rayos de la Luna. Sus brazos, que parecían los flancos de un ejército, cubrían todas las direcciones mientras mataba a los demonios, bandidos y ateos con la caracola, el disco, la maza, la flor de loto y Sus demás armas habituales. | |