| Ajāmila was a brāhmaṇa who because of bad association had given up all brahminical culture and religious principles. Becoming most fallen, he stole, drank and performed other abominable acts. He even kept a prostitute. Thus he was destined to be carried away to hell by the order carriers of Yamarāja, but he was immediately rescued simply by a glimpse of the chanting of the holy name Nārāyaṇa. | | | Ajāmila era un brāhmaṇa, pero, debido a las malas compañías, abandonó por completo la cultura brahmínica y los principios religiosos. Había caído muy bajo, hasta el punto de robar, beber y realizar otros actos abominables. Incluso mantenía a una prostituta. Por todo ello, su destino era ser llevado al infierno por los mensajeros de Yamarāja; sin embargo, un simple reflejo del canto del santo nombre de Nārāyaṇa bastó para que fuese inmediatamente rescatado. | |