| Todo lo que existe es potencia y propiedad del Señor Supremo, destinada a ser utilizada en Su servicio amoroso. Ver los objetos materiales como algo separado del Señor y, por lo tanto, destinados a ser poseídos y disfrutados por uno mismo se llama vaikalpikaṁ bhramam, la ilusión de la dualidad material. Al seleccionar el objeto personal de disfrute, como comida, ropa, residencia o vehículo, se considera la calidad relativa del objeto que se va a adquirir. En consecuencia, en la vida material uno vive en constante ansiedad, tratando de adquirir la más excelente complacencia de los sentidos para su propio placer. Sin embargo, si uno comprende que todo es propiedad del Señor, verá que todo está destinado a Su placer. No sentirá ninguna ansiedad personal, porque está satisfecho simplemente con estar ocupado en el servicio amoroso del Señor. No es posible explotar la propiedad del Señor y al mismo tiempo avanzar en la autorrealización. | | | Todo lo que existe es potencia y propiedad del Señor Supremo, destinada a ser utilizada en Su servicio amoroso. Ver los objetos materiales como algo separado del Señor y que por lo tanto están destinados a ser poseídos y disfrutados por uno mismo es denominado vaikalpikaṁ bhramam, la ilusión de la dualidad material. Al seleccionar el objeto personal de disfrute, como comida, ropa, residencia o vehículo, se considera la calidad relativa del objeto que se va a adquirir. En consecuencia, en la vida material uno vive en constante ansiedad, tratando de adquirir la más excelente complacencia de los sentidos para su propio placer. Sin embargo, si uno comprende que todo es propiedad del Señor, verá que todo está destinado a Su placer. No sentirá ninguna ansiedad personal, porque está satisfecho simplemente con estar ocupado en el servicio amoroso del Señor. No es posible explotar la propiedad del Señor y al mismo tiempo avanzar en la autorrealización. | |