| It is customary throughout the world that a condemned man is offered a sumptuous last meal. For the condemned man, however, such a feast is a chilling reminder of his imminent death, and therefore he cannot enjoy it. Similarly, no sane human being can be satisfied in material life, because death is standing near and may strike at any moment. If one is sitting in one’s living room with a deadly snake at one’s side, knowing that at any moment the poisonous fangs might pierce the flesh, how can one sit peacefully and watch television or read a book? Similarly, unless one is more or less crazy, one cannot be enthusiastic or even peaceful in material life. Knowledge of the inevitability of death should encourage one to become determined in spiritual life. | | | En todo el mundo es costumbre ofrecer a los condenados una última comida suntuosa. Sin embargo, para ellos, ese banquete es un escalofriante recordatorio de su inminente muerte, por lo tanto no pueden disfrutarla. De la misma manera, ningún ser humano cuerdo puede sentirse satisfecho en la vida material, porque la muerte está cerca y puede atacar en cualquier momento. Si uno está sentado en su sala de estar con una serpiente mortal a su lado, sabiendo que en cualquier momento sus colmillos venenosos pueden perforarle la carne, ¿cómo podrá sentarse tranquilamente a ver la televisión o leer un libro? De la misma manera, a menos que uno esté más o menos loco, no puede ser entusiasta o incluso pacífico en la vida material. El conocimiento de la inevitabilidad de la muerte debería alentarnos a tomar determinación en la vida espiritual. | |