| As King Ṛṣabha advised His sons, tapasya, or voluntary acceptance of penance for realization of the Transcendence, is the only duty of the human being; it was so done by the Lord Himself in an exemplary manner to teach us. The Lord is very kind to the forgetful souls. He therefore comes Himself and leaves behind necessary instructions and also sends His good sons as representatives to call all the conditioned souls back to Godhead. Recently, within the memory of everyone, Lord Caitanya also appeared for the same purpose: to show special favor to fallen souls of this age of iron industry. The incarnation of Nārāyaṇa is worshiped still at Badarī-nārāyaṇa, on the range of the Himālayas. | | | Tal como el rey Ṛṣabha se lo indicó a Sus hijos, tapasya, o la aceptación voluntaria de penitencia para llegar a la comprensión de la Trascendencia, es el único deber del ser humano; así lo hizo el propio Señor, para enseñarnos de una manera ejemplar. El Señor es muy bondadoso con las almas olvidadizas. Por consiguiente, Él Mismo viene y deja tras de Sí las instrucciones necesarias, y además envía como representantes a Sus hijos buenos, para hacerles un llamado a todas las almas condicionadas pidiéndoles que regresen a Dios. Recientemente, como todos los recordarán, el Señor Caitanya apareció también con el mismo propósito: favorecer de manera especial a las almas caídas de esta época de la industria del hierro. La encarnación de Nārāyaṇa aún es adorada en Badarīnārāyaṇa, en la cordillera de los Himalayas. | |