 | The living entities are separated parts and parcels of the Lord, and the conditioned living entities, who are unfit for the spiritual kingdom, are strewn within the material world to enjoy matter to the fullest extent. As Paramātmā and eternal friend of the living entities, the Lord, by one of His plenary portions, accompanies the living entities to guide them in their material enjoyment and to become witness to all activities. While the living entities enjoy the material conditions, the Lord maintains His transcendental position without being affected by the material atmosphere. In the Vedic literatures (śruti) it is said that there are two birds in one tree.* One of them is eating the fruit of the tree, while the other is witnessing the actions. The witness is the Lord, and the fruit-eater is the living entity. The fruit-eater (living entity) has forgotten his real identity and is overwhelmed in the fruitive activities of the material conditions, but the Lord (Paramātmā) is always full in transcendental knowledge. That is the difference between the Supersoul and the conditioned soul. The conditioned soul, the living entity, is controlled by the laws of nature, while the Paramātmā, or the Supersoul, is the controller of the material energy. | | | Las entidades vivientes son partes integrales separadas del Señor, y las entidades vivientes condicionadas, que no son aptas para entrar en el reino espiritual, son esparcidas dentro del mundo material para disfrutar de la materia al máximo. El Señor, como Paramātmā y amigo eterno de las entidades vivientes, y mediante una de Sus porciones plenarias, acompaña a las entidades vivientes para guiarlas en su disfrute material y para ser testigo de todas las actividades. Mientras las entidades vivientes disfrutan de las condiciones materiales, el Señor mantiene Su posición trascendental, sin ser afectado por la atmósfera material. En las Escrituras védicas (śruti) se dice que hay dos pájaros en un árbol *2. Uno de ellos está comiendo el fruto del árbol, mientras que el otro se halla presenciando las acciones. El testigo es el Señor, y el que come la fruta es la entidad viviente. El que come la fruta (la entidad viviente) ha olvidado su verdadera identidad y está agobiado en medio de las actividades fruitivas de las condiciones materiales, pero el Señor (Paramātmā) siempre está colmado de conocimiento trascendental. Ésa es la diferencia entre la Superalma y el alma condicionada. El alma condicionada, la entidad viviente, es controlada por las leyes de la naturaleza, mientras que el Paramātmā, o la Superalma, es el controlador de la energía material. | |
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