Light of the Bhāgavata - La luz del Bhāgavata
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The colorful greenery of the newly grown grass, the seasonal flowers, the frog's umbrellas, the butterflies, and the other variegatedness of the rainy season perfectly represent a well-to-do family absorbed in vanity over their personal assets.

El colorido verdor del pasto recién brotado, las flores de estación, la umbrela de las ranas, las mariposas y las otras variedades de la estación lluviosa representan perfectamente una familia de bien, absorta en la vanidad de sus posesiones particulares.

A rich man displays his opulence in various colorful ways. He has a good residential bungalow with sufficient property and a well-trimmed garden. The bungalow is decorated with up-to-date furniture and carpets. There are motorcars with dazzling polish, and a radio set receiving and broadcasting colorful news and melodious songs. All these captivate their proprietor as though he were in a dreamland of his own creation.

Un hombre rico exhibe su opulencia en diferentes formas multicolores. Tiene un buen bungalow residencial, con terreno suficiente y un jardín muy bien cuidado. El bungalow está decorado con muebles y alfombras modernas. Hay automóviles de colores deslumbrantes y un equipo de radio recibiendo y difundiendo noticias coloridas y canciones melodiosas. Todo esto cautiva a su propietario, como si estuviese en el país de los sueños de su propia creación.

When the same man was as dry as fallow land and had none of these opulences, he was plain in behavior, but since obtaining all these material means of enjoyment he has forgotten the principle that everything in the world comes and goes away like the changing seasons. The beautiful Red Fort and the Taj Mahal were built by Shah Jahan, who left the place long ago, and many others have also come and gone in the same place, like seasonal flowers. Material assets are like seasonal flowers only. Either the flowers wither, or the gardener himself leaves. This is the law of nature. Therefore, if we want permanent life, knowledge, and bliss, we must seek them somewhere else, not in the changeable, temporary rainy season, which is flooded with so many varieties of pleasing sights that vanish when the season ends.

El mismo hombre era tan seco como la tierra agotada y no tenía ninguna de estas opulencias, en ese entonces su comportamiento era sencillo, pero desde que obtuvo todos estos medios materiales de placer, olvidó el principio que establece que todo en el mundo viene y se va como los cambios de estación. El hermoso Fuerte Rojo y el Taj Mahal fueron construidos por Shah Jahan, quien abandonó ese lugar hace mucho tiempo y otros también han venido y se han ido del mismo lugar, como flores de estación. Las posesiones materiales son sólo como flores de estación, o las flores se marchitan, o el jardinero mismo se marcha. Esta es la ley de la naturaleza. Por lo tanto, si queremos vida, conocimiento y bienaventuranza permanentes, debemos buscarlos en otra parte, no en la variable y temporal estación lluviosa, que está inundada de tantas variedades de agradables visiones que se desvanecen cuando la estación termina.

Material manifestations of things are but shadowy representations of reality. They are compared to mirages in the desert. In the desert there is no water, but the foolish deer runs after illusory water in the desert to quench his thirsty heart. Water is not unreal, but the place where we seek it is misleading. The advancement of materialistic civilization is just like a mirage in the desert. The deer runs after water in the desert with full speed, and the illusion of water moves ahead at the same speed as the foolish deer. Water is not false, but we must not seek it in the desert. A living entity, by his past experience, remembers the real happiness of his original, spiritual existence, but since he has forgotten himself he seeks spiritual or permanent happiness in matter, although this is impossible to achieve.

Las manifestaciones materiales de las cosas, no son más que representaciones oscurecidas de la realidad, que se compara a los espejismos del desierto. En el desierto no hay agua, pero el tonto venado corre detrás del agua ilusoria en el desierto para mitigar su corazón sediento. El agua no es irreal, sino que el lugar donde la buscamos es engañoso. El avance de la civilización materialista es como un espejismo en el desierto. El venado corre tras el agua en el desierto a toda velocidad y la ilusión del agua se desplaza hacia adelante a la misma velocidad del venado tonto. El agua existe, pero no debemos buscarla en el desierto. Por su experiencia pasada, una entidad viviente recuerda la verdadera felicidad de su existencia espiritual original, pero, desde que se olvidó de sí misma, busca la felicidad espiritual o permanente en la materia, aunque esto sea imposible de lograr.

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