Kṛṣṇa - Kṛṣṇa
The Supreme Personality of Goodhead - La Suprema Personalidad de Dios


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While Akrūra was offering his prayers to the Supreme Personality of Godhead, the Lord disappeared from the water, exactly as an expert dramatic actor changes his dress and assumes his original feature. After the viṣṇu-mūrti disappeared, Akrūra got out of the water. Finishing the rest of his ritualistic performance, he went near the chariot of Balarāma and Kṛṣṇa and was struck with wonder. Kṛṣṇa asked whether he had seen something wonderful within the water or in space. Akrūra said, “My dear Lord, all wonderful things that are happening within this world, either in the sky or in the water or on the land, are factually appearing in Your universal form. So when I have seen You, what wonderful things have I not seen?” This statement confirms the Vedic version that one who knows Kṛṣṇa knows everything and that one who has seen Kṛṣṇa has seen everything, regardless of how wonderful a thing may be. “My dear Lord,” Akrūra continued, “there cannot be anything more wonderful than Your transcendental form. When I have seen Your transcendental form, what is there left to see?”

Mientras Akrūra le ofrecía sus oraciones a la Suprema Personalidad de Dios, el Señor desapareció del agua de la misma manera en que un actor dramático experto se cambia de ropas y asume su aspecto original. Después de que el viṣṇu-murti desapareció, Akrūra salió del agua. Terminando con el resto de su ejecución ritual, se acercó a la cuadriga de Balarāma y Kṛṣṇa, y se pasmó de asombro. Kṛṣṇa le preguntó si había visto algo maravilloso en el agua o en el espacio. Akrūra dijo: «Mi querido Señor, todas las cosas maravillosas que suceden en este mundo, tanto en el cielo como en el agua o en la tierra, de hecho aparecen en Tu forma universal. Así que, habiéndote visto a Ti, ¿qué cosas maravillosas he dejado de ver?». Esta afirmación confirma la versión védica de que aquél que conoce a Kṛṣṇa lo conoce todo, y aquél que ha visto a Kṛṣṇa, ha visto todas las cosas, por muy maravillosas que sean. «Mi querido Señor —continuó Akrūra— no puede haber algo más maravilloso que Tu forma trascendental. Habiendo visto Tu forma trascendental, ¿qué más queda por ver?».

After saying this, Akrūra immediately started driving the chariot, and by the end of the day they reached the precincts of Mathurā. As they rode from Vṛndāvana to Mathurā, all the passersby along the way who saw Kṛṣṇa and Balarāma could not help but look at Them again and again. In the meantime, the other inhabitants of Vṛndāvana, headed by Nanda and Upananda, had already reached Mathurā by going through the forest, and they were awaiting the arrival of Kṛṣṇa and Balarāma in a garden. Upon reaching the entrance to Mathurā, Kṛṣṇa and Balarāma got down from the chariot and shook hands with Akrūra. Kṛṣṇa informed him, “You may go home now because We shall enter Mathurā later, along with Our associates.” Akrūra replied, “My dear Lord, I cannot go to Mathurā alone, leaving You aside. I am Your surrendered servant. Please do not try to avoid me. Please, come along with me, with Your elder brother and cowherd boyfriends, and sanctify my house. My dear Lord, if You come, my home will be sanctified by the dust of Your lotus feet. The water emanating from the perspiration of Your lotus feet, namely the Ganges, purifies everyone, including the forefathers, the fire-god and all other demigods. Bali Mahārāja has become famous simply by washing Your lotus feet, and he enjoyed all material opulences and later on was elevated to the highest position of liberation. The Ganges water not only sanctifies the three worlds but is carried on the head of Lord Śiva. The ancestors of Bhagīratha, sanctified by this water, achieved the heavenly planets. O Supreme Lord of lords! O master of the universe! One can achieve piety simply by hearing about Your transcendental pastimes. O Supreme Nārāyaṇa, who are praised with select verses, I offer my respectful obeisances unto You.”

Después de decir esto, Akrūra inmediatamente puso en marcha la cuadriga. Ya para el final del día, casi habían llegado a las vecindades de Mathurā. Mientras pasaban de Vṛndāvana a Mathurā, todos los transeúntes que se encontraban en el camino y que veían a Kṛṣṇa y a Balarāma, no podían dejar de mirarlos una y otra vez. Mientras tanto, los otros habitantes de Vṛndāvana, encabezados por Nanda y Upanada, ya habían llegado a Mathurā, yendo a través de bosques y ríos, y esperaban la llegada de Kṛṣṇa y Balarāma. Al llegar a la entrada de Mathurā, Kṛṣṇa y Balarāma se bajaron de la cuadriga y le estrecharon las manos a Akrūra. Kṛṣṇa le informó a Akrūra: «Ahora puedes irte a casa, porque Nosotros vamos a entrar en Mathurā junto con Nuestros asociados». Akrūra respondió: «Mi querido Señor, no puede irme a Mathurā solo, dejándolos a Ustedes a un lado, Soy Tu rendido sirviente. Por favor, no trates de evitarme. Por favor, ven conmigo, junto con Tu hermano mayor y Tus amigos pastores de vacas, y santifiquen mi casa. Mi querido Señor, si Tú vienes, mi hogar será santificado por el polvo de Tus pies de loto. El agua que emana de la transpiración de los pies de loto, el Ganges, purifica todo el mundo, incluso a los antepasados, al dios del fuego y a todos los otros semidioses. El rey Bali Mahārāja se hizo famoso simplemente por lavar Tus pies de loto, y todos los otros semidioses. El rey Bali Mahārāja se hizo famoso simplemente por lavar Tus pies de loto, y todos los parientes de él han alcanzado los planetas celestiales debido al contacto que él tuvo con el agua del Ganges. Bali Mahārāja mismo disfrutó de toda opulencia material, y más adelante se elevó a la máxima y más glorificada posición de la liberación. El agua del Ganges no solamente santifica los tres mundos, sino que el Señor Śiva la lleva en su cabeza. ¡Oh, Supremo Señor de todos los señores! ¡Oh, amo del universo!, Te ofrezco mis respetuosas reverencias».

On hearing this, the Supreme Personality of Godhead, Kṛṣṇa, replied, “Akrūra, I shall surely come to your home with My elder brother, Balarāma, but only after killing all the demons who are envious of the Yadu dynasty. In this way I shall please all My relatives.” Akrūra became a little disappointed by these words of the Supreme Personality of Godhead, but he could not disregard the order. He therefore entered Mathurā and informed Kaṁsa about the arrival of Kṛṣṇa, and then he entered his own home.

Al oír esto, la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, respondió: «Akrūra, es seguro que iré a tu hogar con Mi hermano mayor, Balarāma, pero sólo después de matar a todos los demonios que le tienen envidia a la dinastía Yadu, De esa forma complaceré a todos Mis parientes». Akrūra se decepcionó un poco con estas palabras de la so, pero no podía desatender la orden. Por lo tanto, entró en Mathurā y le informó a Kaṁsa de la llegada de Kṛṣṇa, y luego entró en su propio hogar.

After Akrūra’s departure, Lord Kṛṣṇa, Balarāma and the cowherd boys entered Mathurā to see the city. They observed that the gate of Mathurā was made of first-class marble, very well constructed, and that the doors were made of pure gold. There were gorgeous orchards and gardens all around, and the whole city was encircled by canals so that no enemy could enter very easily. They saw that all the crossroads were decorated with gold and that there were copper and brass storehouses for stocking grain. And there were many rich men’s houses, all appearing symmetrical, as if constructed by one engineer. The houses were decorated with costly jewels, and each and every house had nice compounds of trees bearing fruits and flowers. The corridors and verandas of the houses were decorated with silk cloth and embroidery work in jewels and pearls. In front of the balcony windows were pigeons and peacocks walking and cooing. All the grain dealers’ shops within the city were decorated with different kinds of flowers and garlands, newly grown grass and pleasing flowers like narcissus and roses. The entrance doors of the houses were decorated with waterpots filled with water. A mixture of water, yogurt, sandalwood pulp and flowers was sprinkled all around the doors, which were also decorated with burning lamps of different sizes. Over all the doors were decorations of fresh mango leaves and silk festoons.

Después de la partida de Akrūra, el Señor Kṛṣṇa, Balarāma y los pastorcillos de vacas entraron en Mathurā para ver la ciudad. Observaron que la entrada de Mathurā estaba hecha de mármol de primera clase, muy bien construida, y que las puertas estaban hechas de oro puro. Había espléndidos jardines por todas partes, y la ciudad entera estaba rodeado por cañones para que ningún enemigo pudiera entrar fácilmente. Ellos vieron que todos los cruces de los caminos estaban decorados con oro. Había muchas casas de hombres ricos, y todas se veían simétricas, como si hubieran sido construidas por un mismo ingeniero. Las casas estaban decoradas con joyas costosas, y todas y cada una de ellas tenían hermosos patios con árboles, frutas y flores. Los jardines, corredores y galerías de las casas estaban decorados con telas de seda y con bordados de joyas y perlas. Frente a las ventanas de los balcones, había palomas y pavos reales que caminaban y arrullaban. Todas las tiendas de comerciantes de granos de la ciudad estaban decoradas con diferentes tipos de flores y guirnaldas, grama recién crecida y rosas en todo su esplendor. Las puertas centrales de las casas estaban decoradas con vasijas llenas de agua, y una mezcla de agua y yogur había sido rociada por todos los alrededores. Por encima de las puertas había decoraciones de flores y lámparas ardientes de diferentes tamaños, y también había decoraciones de flores y lámparas ardientes de diferentes tamaños, y también había decoraciones de hojas de mango frescas y de festones de seda en todas las puertas de las casas.

When the news spread that Kṛṣṇa, Balarāma and the cowherd boys were within Mathurā City, all the inhabitants gathered, and the ladies and girls immediately went up to the roofs of the houses to see Them. They had been awaiting the arrival of Kṛṣṇa and Balarāma with great anxiety, and in their extreme eagerness to see Kṛṣṇa and Balarāma, the ladies did not dress themselves very properly. Some of them placed their clothes in the wrong place. Some anointed their eyes on one side only, and some wore ankle bells only on one leg or wore only one earring. Thus in great haste, not even decorated properly, they went to see Kṛṣṇa from the roofs. Some of them had been taking their lunch, but as soon as they heard that Kṛṣṇa and Balarāma were in the city, they left their eating and ran to the roofs. Some of them were in the bathroom taking their baths, but without properly finishing their baths, they went to see Kṛṣṇa and Balarāma. Some were engaged in feeding their children breast milk, but they put their babies aside and went to see Kṛṣṇa and Balarāma. Passing by very slowly and smiling, Lord Kṛṣṇa immediately stole their hearts. He who is the husband of the goddess of fortune passed through the street like an elephant. For a very long time the women of Mathurā had heard about Kṛṣṇa and Balarāma and Their uncommon characteristics, and they were very much attracted and eager to see Them. Now when they actually saw Kṛṣṇa and Balarāma passing on the street and saw Them sweetly smiling, the ladies’ joy reached the point of ecstasy. When they actually saw Them with their eyes, they took Kṛṣṇa and Balarāma within their hearts and began to embrace Them to their fullest desire. Their bodily hairs stood up in ecstasy. They had heard of Kṛṣṇa, but they had never seen Him, and now their longing was relieved. After going up on the roofs of the palaces of Mathurā, the ladies, their faces joyful, began to shower flowers upon Kṛṣṇa and Balarāma. When the brothers were passing through the streets, all the brāhmaṇas in the neighborhood went out with sandal water and flowers and respectfully welcomed Them to the city. All the residents of Mathurā began to talk among themselves about the elevated and pious activities of the people of Vṛndāvana. The residents of Mathurā were surprised at the pious activities the cowherd men in Vṛndāvana must have performed in their previous lives to be able to see Kṛṣṇa and Balarāma daily as cowherd boys.

Cuando se corrió la noticia de que Kṛṣṇa, Balarāma y los pastorcillos de vacas estaban dentro de Ciudad Mathurā, todos los habitantes se reunieron, y las damas y muchachas inmediatamente subieron a las azoteas de las casas para verlos. Ellas habían estado esperando la llegada de Kṛṣṇa y Balarāma con gran ansiedad, y en su extremo anhelo de ver a Kṛṣṇa y Balarāma, las damas no se vistieron muy correctamente. Algunas se colocaron mal sus vestidos. Algunas se maquillaron sólo el ojo de un lado, y algunas se pusieron las campanitas de los tobillos solamente en una pierna, o sólo se pusieron un zarcillo. Así, con gran prisa, ni siquiera adecuadamente adornadas, fueron a ver a Kṛṣṇa desde las azoteas. Algunas habían estado almorzando, pero tan pronto como oyeron que Kṛṣṇa y Balarāma estaban en la ciudad, dejaron de comer y corrieron a las azoteas. Algunas estaban en el cuarto de baño, bañándose, pero sin haber terminado de bañarse, fueron a ver a Kṛṣṇa y Balarāma. Pasando muy lentamente y sonriendo, el Señor Kṛṣṇa robó de inmediato sus corazones. él, quien es el esposo de la diosa de la fortuna, pasó por la calle como elefante. Por mucho tiempo, las mujeres de Mathurā habían oído hablar acerca de Kṛṣṇa y Balarāma y de Sus características poco comunes, y estaban muy atraídas y muy ansiosas de verlos. Ahora que en realidad estaban viendo a Kṛṣṇa y a Balarāma que pasaban por la calle, y que los veían sonriendo dulcemente, la alegría de las damas alcanzó el punto del éxtasis. Cuando vieron realmente a Kṛṣṇa y a Balarāma con sus propios ojos, los colocaron dentro de sus corazones, y comenzaron a abrazarlos a su entera satisfacción. Sus vellos se erizaron de éxtasis. Habían oído acerca de Kṛṣṇa, pero nunca lo habían visto, y ahora su anhelo fue aliviado. Después de subir a las azoteas de los palacios de Mathurā, las damas comenzaron a lanzar flores sobre Kṛṣṇa y Balarāma. Cuando los hermanos pasaban por las calles, todos los brāhmaṇas del vecindarios también salieron llevando sándalo y flores, y respetuosamente les dieron la bienvenida a la ciudad. Todos los residentes de Mathurā empezaron a hablar entre sí acerca de las elevadas y piadosas actividades de la gente de Vṛndāvana. Los residentes de Mathurā estaban sorprendidos de la cantidad de actividades piadosas de los pastores de vacas de Vṛndāvana debían de haber ejecutado en sus vidas anteriores, para poder ver a Kṛṣṇa y a Balarāma diariamente como pastorcillos de vacas.

While Kṛṣṇa and Balarāma were passing in this way, They saw a washerman and dyer of clothing. Kṛṣṇa was pleased to ask him for some nice clothing. He also promised that if the washerman would deliver the nicest dyed cloth to Him, the washerman would become very happy, and all good fortune would be his. Kṛṣṇa was not a beggar, nor was He in need of clothing, but by this request He indicated that everyone should be ready to offer Kṛṣṇa whatever He wants. That is the meaning of Kṛṣṇa consciousness.

Mientras Kṛṣṇa y Balarāma pasaban de esa forma, vieron a un lavandero y tintorero. Kṛṣṇa sintió agrado en pedirle algo de ropa buena. También prometió que si el lavandero le entregaba la tela teñida más hermosa que tuviera, éste sería muy feliz, y tendría muy buena fortuna. Kṛṣṇa no era mendigo ni necesitaba ropa, pero con este pedido Suyo indicó que todo el mundo debía estar dispuesto a ofrecerle a Kṛṣṇa cualquier cosa que él deseara. ése es el propósito del cultivo de conciencia de Kṛṣṇa.

Unfortunately, this washerman was a servant of Kaṁsa and therefore could not appreciate the demand of Lord Kṛṣṇa, the Supreme Personality of Godhead. This is the effect of bad association. He could have immediately delivered the clothing to the Supreme Personality of Godhead, who promised him all good fortune, but being a servant of Kaṁsa, the sinful demon could not accept the offer. Instead of being pleased, he was very angry and refused the Lord’s request, saying, “How is it that You are asking for clothing which is meant for the King?” The washerman then began to instruct Kṛṣṇa and Balarāma: “My dear boys, in the future don’t be so impudent as to ask for things which belong to the King. Otherwise, You will be punished by the government men. They will arrest You and punish You, and You will be in difficulty. I have practical experience of this fact. Anyone who unlawfully wants to use the King’s property is very severely punished.”

Desafortunadamente, este lavandero era un sirviente de Kaṁsa, y por lo tanto, no podía apreciar el pedido del Señor Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios. ésta es la consecuencia de la mala asociación. él pudo haberle dado la ropa inmediatamente a la Suprema Personalidad de Dios, quien le prometió toda buena fortuna, pero siendo un sirviente de Kaṁsa, el demonio pecaminoso, no pudo aceptar la oferta. En lugar de sentirse agradado, estaba muy enojado, y rehusó satisfacer el pedido del Señor, diciendo: «¿Cómo es que estás pidiendo la ropa que esta destinada al Rey?». El lavandero empezó entonces a instruir a Kṛṣṇa y a Balarāma: «Mis queridos muchachos, en el futuro no sean tan descarados como para pedir cosas que pertenecen al Rey. De no ser así, los agentes del gobierno los castigarán. Ellos los arrestarán y los castigarán, y Ustedes se verán en dificultades. Tengo experiencia práctica de este hecho. Todo aquel que quiera usar ilegalmente la propiedad del Rey, es castigado muy severamente».

On hearing this, Lord Kṛṣṇa, the son of Devakī, became very angry at the washerman, and striking him with the upper portion of His hand, He separated the man’s head from his body. The washerman fell down dead on the ground. In this way Lord Kṛṣṇa confirmed the statement of the Brahma-saṁhitā that every limb of His body is capable of doing everything He likes. Without a sword, but simply with His hand, He cut off the head of the washerman. This is proof that the Supreme Lord is omnipotent. If He wants to do something, He can do it without extraneous help.

Al oír esto, el Señor Kṛṣṇa, el hijo de Devakī, se enojó mucho con el lavandero y golpeándolo con la parte superior de Su mano, separó la cabeza del hombre de su cuerpo. El lavandero cayó muerto al suelo. De esta forma, el Señor Kṛṣṇa confirmó la declaración de que cada miembro de Su cuerpo es capaz de hacer cualquier cosa que él desee. Sin usar una espada, simplemente con su mano, cortó la cabeza del lavandero. ésta es la prueba de que el Señor Supremo es omnipotente. Si él quiere hacer algo, puede hacerlo sin ayuda externa.

After this ghastly incident, the employees of the washerman immediately dispersed, leaving the clothing. Kṛṣṇa and Balarāma took possession of it and dressed according to Their choice; the rest of the clothes were offered to the cowherd boys, who also used them as they desired. What they did not use remained there. Kṛṣṇa, Balarāma and the boys then proceeded along the main road. In the meantime, a devotee-tailor took the opportunity of service and prepared some nice clothes from the cloth for Kṛṣṇa and Balarāma. Thus being very nicely attired, Kṛṣṇa and Balarāma looked like elephants dressed with colored clothing on the full-moon day or the dark-moon day. Kṛṣṇa was very much pleased with the tailor and gave him the benediction of sārūpya-mukti, which means that after leaving his body he would be liberated and would attain a four-handed body exactly like that of Nārāyaṇa in the Vaikuṇṭha planets. Kṛṣṇa also granted him that as long as he would live he would earn sufficient opulence to be able to enjoy sense gratification. By this incident Kṛṣṇa proved that those who are Kṛṣṇa conscious devotees will not be lacking material enjoyment of sense gratification. They will have sufficient opportunity for such things, but after leaving this body they will be allowed to enter the spiritual planets of Vaikuṇṭhaloka or Kṛṣṇaloka, Goloka Vṛndāvana.

Después de este horroroso incidente, los empleados del lavandero inmediatamente huyeron, dejando la ropa. Kṛṣṇa y Balarāma se posesionaron de ella, y se vistieron a Su gusto: el resto de la ropa se les ofreció a los pastorcillos de vacas, quienes también la usaron como quisieron. La que no usaron, se quedó allí. Luego continuaron caminando. Mientras tanto, un sastre que era devoto aprovechó la oportunidad que había de servir, y con la tela hizo una bella ropa para Kṛṣṇa y Balarāma. Estando así muy bien vestidos con ropajes de colores en el día de Luna llena. Kṛṣṇa estaba muy complacido con el sastre, y le dio la bendición de sārūpya-mukti, lo cual significa que después de abandonar su cuerpo, se liberaría y obtendría un cuerpo exacto al de Nārāyaṇa de cuatro brazos que se encuentra en los planetas Vaikuṇṣha. También le concedió a gracia de que mientras viviera, tendría suficiente opulencia para poder disfrutar de la complacencia de los sentidos. Con este incidente, Kṛṣṇa demostró a los devotos conscientes de Kṛṣṇa no les faltará disfrute material ni complacencia de los sentidos. Ellos tendrán suficiente oportunidad de disfrutar de tales cosas, pero, después de terminar esta vida, se les permitirá entrar en los planetas espirituales de Vaikuṇṣhaloka o Kṛṣṇaloka, Goloka Vṛndāvana.

After dressing nicely, Kṛṣṇa and Balarāma went to a florist of the name Sudāmā. As soon as They reached the precinct of his house, the florist immediately came out and with great devotion fell down on his face to offer his respectful obeisances. He offered a nice seat to Kṛṣṇa and Balarāma and asked his assistant to bring out flowers, betel nuts and pulp of candana. The florist’s welcome greatly satisfied the Lord.

Después de vestirse hermosamente, Kṛṣṇa y Balarāma fueron donde un florista llamado Sudāmā. Tan pronto como llegaron a las cercanías de su casa, el florista salió inmediatamente, y con gran devoción se postró de bruces para ofrecerle sus reverencias respetuosas. él les ofreció un asiento cómodo a Kṛṣṇa y a Balarāma, y le pidió a su asistente que trajera flores y nueces de betel untadas con pasta de candana. La bienvenida del florista satisfizo grandemente al Señor.

The florist very humbly and submissively offered his prayers to the Lord, saying, “My dear Lord, because You have come to my place, I think all my forefathers and all my worshipable superiors are pleased and delivered. My dear Lord, You are the supreme cause of all causes of this cosmic manifestation, but for the benefit of the residents of this earthly planet, You have appeared with Your plenary portion to give protection to Your devotees and annihilate the demons. You are equally disposed as the friend of all living entities; You are the Supersoul, and You do not discriminate between friend and enemy. Yet You are pleased to give Your devotees the special result of their devotional activities. My Lord, I am praying that You please tell me whatever You wish me to do, because I am Your eternal servant. If You would order me to do something, it would be a great favor to me.” The florist, Sudāmā, was greatly pleased within his heart by seeing Kṛṣṇa and Balarāma in his place, and thus, as his choicest desire, he made two exquisite garlands of various flowers and presented them to the Lord. Kṛṣṇa and Balarāma were very much pleased with his sincere service, and Kṛṣṇa offered the florist His salutation and benedictions, which He is always prepared to bestow upon the surrendered souls. When the florist was offered benedictions, he begged from the Lord that he might remain His eternal servant in devotional service and by such service do good to all living creatures. By this, it is clear that a devotee of the Lord in Kṛṣṇa consciousness should not be satisfied simply by his own advancement in devotional service; he must be willing to work for the welfare of all others. This example was followed by the six Gosvāmīs of Vṛndāvana. It is therefore stated in a prayer about them, lokānāṁ hita-kāriṇau: Vaiṣṇavas, or devotees of the Lord, are not selfish. Whatever benefits they derive from the Supreme Personality of Godhead as benedictions they want to distribute to all other persons. That is the greatest of all humanitarian activities. Being satisfied with the florist, Lord Kṛṣṇa not only gave him whatever benedictions he wanted, but over and above that He offered him all material opulences, family prosperity, a long duration of life and whatever else his heart desired within the material world.

El florista, muy humilde y sumisamente, le ofreció sus oraciones al Señor, diciendo: «Mi querido Señor, debido a que Usted ha venido a mi casa, pienso que todos mis antepasados y todos mis superiores dignos de adoración, están complacidos y liberados. Mi querido Señor, Usted es la suprema causa de todas las causas de esta manifestación cósmica, pero para beneficio de los residentes de este planeta terrestre, ha aparecido con Su porción plenaria para proteger a sus devotos y aniquilar a los demonios. Usted tiene la misma disposición para con todas las entidades vivientes como amigo de todas ellas; Usted es la Superalma, y no hace discriminación entre el amigo o el enemigo. Aun así, le complace dar a Sus devotos el resultado especial de sus actividades devocionales. Mi Señor, oro para que, por favor, me diga si hay algo que desea que yo haga, porque soy su sirviente eterno. Si me permite hacer algo, será un gran favor para mí». El florista, Sudāmā, estaba complacido de todo corazón para ver a Kṛṣṇa y a Balarāma en su hogar, y así pues, cumpliendo su más intimo deseo hizo dos exquisitas guirnaldas de diversas flores y se las obsequió al Señor. Tanto Kṛṣṇa como Balarāma estaban muy complacidos con su servicio sincero, y Kṛṣṇa le ofreció al florista a Su saludo y bendición, los cuales siempre está dispuesto a otorgar a las almas rendidas. Al ofrecérsele la bendición al florista, éste se suplicó al Señor que pudiera permanecer como Su eterno sirviente en el servicio devocional y por tal servicio hacerle bien a todas las criaturas vivientes. De aquí queda claro que un devoto del Señor con conciencia de Kṛṣṇa no debe estar satisfecho simplemente con su propio avance en el servicio devocional, sino que deber estar dispuesto y deseoso de trabajar por el bienestar de todas las demás personas. Este ejemplo lo siguieron los Seis Gosvāmīs de Vṛndāvana. Por lo tanto, se afirma en una oración dedicada a ellos. lokānāṁ hita-kāriṇau, los vaiṣṇavas, los devotos del Señor, no son egoístas. Cualquier beneficio que obtienen de la Suprema Personalidad de Dios como bendición, quieren distribuirlo a todas las demás personas. ésta es la más grande de todas las actividades humanitarias. Satisfecho con el florista, el Señor Kṛṣṇa no solamente le dio la bendición de cualquier cosa que deseara, sino que además de eso, le ofreció todo tipo de opulencia material, prosperidad material, una larga duración de vida, y cualquier otra cosa del mundo material que su corazón deseara.

Thus ends the Bhaktivedanta purport of the Forty-first Chapter of Kṛṣṇa, “Kṛṣṇa Enters Mathurā.”

Así termina el significado de Bhaktivedanta, del Cuadragésimo Capítulo del libro Kṛṣṇa, titulado: «Kṛṣṇa entra en Mathurā».

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