 | In spring of 1967, Srila Prabhupada became very ill and appeared to have a stroke. He was taken to the hospital and remained there for some days. He considered the hospital an unhealthy place and expressed his wishes to go to the seashore. Often he described that his guru maharaja lived by the seashore on Puri when he was in ill health and he considered the seashore a healthy place to recover. Srila Prabhupada would say: “The ocean air is full with vitamins. It is rich in iron, it is very nutritious”. So a place in Long Branch, New Jersey, was rented for his recovery spot. It was a two bed room cottage apartment upstairs, just by the seashore and Gaurasundara and I were sent there to clean and prepare the apartment for his arrival. When Srila Prabhupada arrived, though to climb up the stairs was difficult for him, he seemed to quickly gain strength from the healthy atmosphere. During the 3 weeks we lived with him at New Jersey seashore, his strength seemed to increase daily and our spiritual joy increased as well. Being in his company was a daily wonder as there were always new things to learn and to remember. Here are some of the things I remember and always try to recall of our days at the New Jersey seashore: I try to remember them in my daily life. Maybe they can help others to remember Srila Prabhupada as well and if so that is the greatest blessing.
| | En la primavera de 1967, Srila Prabhupada se puso muy enfermo y parecía tener un derrame cerebral. Fue llevado al hospital y permaneció allí durante algunos días. Consideró el hospital como un lugar poco saludable y expresó sus deseos de ir a la orilla del mar. A menudo describió que su guru maharaja vivía a la orilla del mar en Puri cuando estaba mal de salud y consideraba que la orilla del mar era un lugar saludable para recuperarse. Srila Prabhupada diría: “El aire del océano está lleno de vitaminas. Es rico en hierro, es muy nutritivo”. Entonces se alquiló un lugar en Long Branch, Nueva Jersey, para su lugar de recuperación. Era un apartamento de dos dormitorios en la planta superior, justo al lado del mar y Gaurasundara y yo fuimos enviados allí para limpiar y preparar el apartamento para su llegada. Cuando llegó Srila Prabhupada, aunque subir las escaleras era difícil para él, parecía ganar fuerza rápidamente gracias a la atmósfera saludable. Durante las 3 semanas que vivimos con él en la costa de Nueva Jersey, su fuerza parecía aumentar a diario y nuestra alegría espiritual también aumentó. Estar en su compañía era una maravilla diaria, ya que siempre había cosas nuevas que aprender y recordar. Estas son algunas de las cosas que recuerdo y siempre trato de recordar de nuestros días en la costa de Nueva Jersey: trato de recordarlas en mi vida diaria. Tal vez puedan ayudar a otros a recordar a Srila Prabhupada también y, de ser así, esa es la mayor bendición.
|
English
Español
Pусский
Português