 | One day, in Montreal in the summer of 1968 I went into Srila Prabhupada's room and he wasn't there. Needless to say this was very unusual. I checked he wasn't in any other part of the apartment and it was early afternoon, so I became completely complexed because it wasn't his habit to get up and leave or go anywhere. I went running out into the street to see where he had gone but I didn't see him anywhere. I was becoming very concerned, so I ran down to the corner to see if I could see him in any direction and there he was, perhaps a block or so down the street, he had already turned the corner and he was walking somewhere, alone. So I went running down the street and caught up with him. As I was very shocked and I was trying to find out where he was going, what was going on, why he had gotten up and left the house. When I caught up with him I was out of breath and laughed when he saw me, and I asked him: "Where are you going? What's going on? Why have you left?" He smiled and chuckled and said: "Oh, I am just going to the bank. It is all right. I will be all right". I asked him: "Srila Prabhupada, do you want to go alone? Shall I get Gaurasundara to go with you? Will you be OK?" He said: "Yes, yes, I will be all right, I will go alone". So I let him proceed and go alone and I went back to the house. He was not in the habit of going to places alone, especially at that time. This was after all after his stroke. So he would take rest and we would take care of all of his errands for him. Generally he would have Gaurasundara do the banking and of course we took care of grocery shopping and everything. The only time he went out was for some excursion or his morning walk or to the temple in the evenings, so I was a little perplexed by this but perhaps he felt that he wanted to take a walk out that day. I do have one photograph of him as he is coming out of the bank in Montreal. Gaurasundara took of him that day since he didn't usually go to the bank by himself. Gaurasundara found him there and walked with him back to our house. Thank you, Srila Prabhupada for giving us the opportunity to care for you. Although you didn't really us at all, certainly we thought that you did and therefore our full focus was on serving you, taking care of you and protecting you, watching out for your health, and watching out for any problem that might erase or for any errands that you needed to have done. Thank you for giving us that opportunity. We know that you can actually do everything yourself but by Krsna's grace for our benefit you allowed us to be engaged in your service. Thank you.
| | Un día, en Montreal, en el verano de 1968, entré en la habitación de Srila Prabhupada y él no estaba allí. No hace falta decir que esto fue muy inusual. Verifiqué que no estaba en ninguna otra parte del apartamento y era temprano en la tarde, así que me volví completamente confundida porque no era su costumbre levantarse e irse o ir a cualquier parte. Salí corriendo a la calle para ver a dónde se había ido, pero no lo vi en ningún lado. Me estaba preocupando mucho, así que corrí hacia la esquina para ver si podía verlo en cualquier dirección y allí estaba, tal vez a una cuadra más o menos en la calle, ya había doblado la esquina y estaba caminando hacia algún lado, solo. Así que corrí calle abajo y lo alcancé. Como estaba muy sorprendida y estaba tratando de averiguar a dónde iba, qué estaba pasando, por qué se había levantado y salido de la casa. Cuando lo alcancé estaba sin aliento y me reí cuando me vio, y le pregunté: "¿A dónde vas? ¿Qué está pasando? ¿Por qué te fuiste?" Él sonrió y se rió entre dientes y dijo: "Oh, solo voy al banco. Está bien. Estaré bien". Le pregunté: "Srila Prabhupada, ¿quieres ir solo? ¿Que Gaurasundara te acompañe? ¿Estarás bien?" Él dijo: "Sí, sí, estaré bien, iré solo". Así que lo dejé seguir e ir solo y volví a la casa. No tenía la costumbre de ir solo a lugares, especialmente en ese momento. Esto fue después de todo después de su accidente cerebrovascular. Entonces él descansaría y nosotros nos haríamos cargo de todos sus mandados por él. En general, haría que Gaurasundara se encargara de la banca y, por supuesto, nos encargamos de las compras y todo. La única vez que salió fue para alguna excursión o su caminata matutina o al templo por las tardes, así que estaba un poco sorprendida por esto, pero tal vez sintió que quería salir a caminar ese día. Tengo una fotografía de él cuando sale del banco en Montreal. Gaurasundara lo tomó ese día ya que no solía ir al banco solo. Gaurasundara lo encontró allí y caminó con él de regreso a nuestra casa. Gracias, Srila Prabhupada por darnos la oportunidad de cuidarlo. Aunque realmente no nos conocía en absoluto, ciertamente pensamos que lo hizo y, por lo tanto, nuestro enfoque completo estaba en servirlo, cuidarlo y protegerlo, cuidar su salud y vigilar cualquier problema que pueda borrar o para cualquier recado que necesitabas haber hecho. Gracias por darnos esa oportunidad. Sabemos que en realidad puede hacer todo usted mismo, pero por la gracia de Krsna para nuestro beneficio, nos permitió participar en su servicio. Gracias.
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